Signo normal de poder y realeza en el conjunto del Antiguo Testamento. El Nuevo Testamento, especialmente el Apocalipsis, distingue dos tipos de corona. (1) La corona del triunfo ( = stephanos) es una guirnalda de hojas naturales (a veces de metal) que recibían los vencedores en juegos y competiciones y que ahora reciben los fieles de Jesús (Ap 2,10; 3,11), los Ancianos de los cielos (Ap 4,4.10) y la Mujer de Ap 12,1. Esta es la corona que ponen a Jesús en señal de falsa victoria y de burla, conforme al testimonio de los evangelios (cf. Mc 15,17 par), y la que esperan llevar los triunfadores cuando llegue la victoria final de la vida de Dios (cf. 1 Cor 9,25; 2 Tim 4,8; Sant 1,12). (2) La corona del poder (= diadema ) aparece sólo en el Apocalipsis y está vinculada al poderoso y perverso Dragón (lleva siete, una en cada cabeza: Ap 12,3) y a la Bestia, su imitadora (lleva diez, una en cada cuerno: 13,1). Pero sólo Cristo, Jinete victorioso que no tiene más que una cabeza, lleva las auténticas diademas de la autoridad creadora (19,12).
PIKAZA, Javier, Diccionario de la Biblia. Historia y Palabra, Verbo Divino, Navarra 2007
Fuente: Diccionario de la Biblia Historia y Palabra