A. Verbo rajam (µj’r; , 7355), «tener compasión, ser misericordioso, sentir lástima». Las palabras que se derivan de esta raíz se encuentran 125 veces en todas partes del Antiguo Testamento. El radical también se halla en asirio, acádico, etiópico y arameo. Una vez el verbo se traduce «amor»: «Te amo, oh Jehová» (Psa 18:1). Rajam también se encuentra en la promesa que Dios hace a Moisés de declararle su nombre: «Yo haré pasar todo mi bien delante de tu rostro, y proclamaré el nombre de Jehová delante de ti; y tendré misericordia del que tendré misericordia, y seré clemente para con el que seré clemente» (Exo 33:19). Por eso oramos: «Acuérdate, oh Jehová, de tus piedades y de tus misericordias, que son perpetuas» (Psa 25:6); y también Isaías profetiza la restauración mesiánica: «Con gran compasión te recogeré †¦ pero con misericordia eterna me compadeceré de ti, dice tu Redentor Jehovah» (Isa 54:7-8 rva). Este es el corazón de la salvación mediante el Mesías y Siervo Sufriente. B. Nombres rejem (µj,r, , 7358), «entrañas; misericordia». El primer uso de rejem es con su significado principal de «vientre»: «Porque Jehová había cerrado por completo toda matriz en la casa de Abimelec a causa de Sara, mujer de Abraham» (Gen 20:18). En otro sentido metafórico, 1Ki 3:26 dice: «Sus entrañas se conmovieron por su hijo» (rv). Una traducción más idiomática sería: la madre se sintió «conmovida por la suerte que iba a correr su hijo» (bla). A decir verdad, la gran mayoría de los casos son referencias metafóricas a un «tierno amor» como el que siente una madre por el hijo que ha parido. rajaméí†m (µymij
Fuente: Diccionario Vine Antiguo Testamento