CIUDADES DE ASILO

estas fueron establecidas para que el homicida involuntario, fuera israelita o extranjero. El homicida involuntario no debí­a morir hasta ser juzgado, y si era inocente se devolví­a a la c. de a., donde debí­a permanecer hasta la muerte del sumo sacerdote, cuando podí­a volver a su tierra; si salí­a de los lí­mites de la c. de a., antes de la muerte del sumo sacerdote, podí­a ser muerto por el vengador de sangre, sin culpabilidad por parte de éste, Nm 35, 9-19; Dt 4, 41-43; 19, 1-10; Jos 20,1-9; 1 Cro 6, 40-45 y 51-55.

Diccionario Bí­blico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003

Fuente: Diccionario Bíblico Digital