Durante sus excavaciones en Babilonia, (1879–82) Hormuzd Rassam descubrió una inscripción cilíndrica de arcilla en la que Ciro describe y justifica sus medidas políticas. Concerniente a su conquista de Babilonia, Ciro dice:
Marduk †¦ buscó a través de todos los países un gobernante recto †¦ El pronunció el nombre de Ciro rey de Anzan, lo declaró ser el gobernante de todo el mundo †¦ Lo hizo ir a Babilonia, yendo a su lado como un verdadero amigo. Sus tropas ampliamente extendidas —su número, como el del agua de un río, que no puede ser establecido— marchó adelante, sus armas empacadas. Sin ninguna batalla, él (referencia a Marduk) lo hizo (a Ciro) entrar a su (referencia a Marduk) ciudad, Babilonia, librando a Babilonia de cualquier calamidad. El entregó en sus manos a Nabunaid, el rey quien no lo adoró.
Habiendo tomado Babilonia, Ciro estableció la política de permitir a las gentes cautivas el retorno a sus tierras natales y reconstruir sus templos. En el espíritu de esta política los judíos fueron animados a regresar a Jerusalén (2 Cr. 36:23; Esd. 1:2-4). El cilindro de Ciro dice:
En cuanto a la región de †¦ tan lejos como Asur y Susa, Akad, Eshnunna, las ciudades de Zamban, Me-Turnu, Der, así como la región de los gutianos, Yo entregué a estas ciudades sagradas en el otro lado del Tigris, los santuarios que habían estado en ruinas por un largo tiempo, las imágenes las cuales vivían allí anteriormente, y Yo establecí para ellas santuarios permanentes. Yo también reuní todos sus antiguos habitantes y los regresé a sus habitaciones. Además, Yo recolonicé bajo el mandamiento de Marduk, el gran señor, todos los dioses de Sumer y Akad a quienes Nabunaid había traído a Babilonia causando la ira del señor de los dioses (referencia a Marduk), sin dañarlos, en sus antiguas capillas, los lugares que les hacen felices.
Fuente: Diccionario Bíblico Arqueológico