v. Certidumbre, Seguridad
Heb 6:11 hasta el fin, para plena c de la esperanza
Heb 11:1 es, pues, la fe la c de lo que se espera, la
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También llamada certidumbre, es la situación de la mente que asegura estar en posesión indiscutible de la verdad sobre un objeto, persona o situación.
En ocasiones da seguridad pero no es absoluta, pues el estar cierto no es garantía de verdad. Tiene que ver con la seguridad, que es la visión clara y firme de la realidad.
En el campo religioso, las certezas no son muchas. Por eso hay que evitar una formación de seguridades subjetivas y enseñar a creer sin ver (evidencia) y aceptar sin certeza propia, es decir con la seguridad de la verdad que posee la Iglesia por voluntad de Jesús.
Este criterio es importante cuando el catequizando es mayor y cae en la tentación de pretender demostrar lo indemostrable y asumir el poder de la mente como instrumento irrenunciables del hombre inteligente.
Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006
Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa
Expresa un estado psicológico de distanciamiento de las indecisiones y de la falta de determinación que son propias de la duda, así como una intención cognoscitiva que busca la comprensión del objeto. La certeza está provocada por la duda con vistas a una fundamentación de la convicción del propio saber y guarda relación con el problema de la verdad.
En la filosofía antigua, la verdad reside en la relación del ser y del saber, (pensar), que hace posible el conocimiento humano en la medida en que participa de esta relación. La idea subyacente es la de un cosmos ordenado, a1 que corresponde una realidad estable y racionalmente cognoscible, donde el conocimiento tiende necesariamente al fundamento y a la norma, En particular, el conocimiento está regulado por el principio de no contradicción que señala la cualidad de la verdad en la correspondencia entre la realidad y el pensamiento. Para santo Tomás la verdad es aequatio intellectus Dei, Este movimiento lógico tiene su paradigma en la verdad ontológica de las cosas, que se hacen inteligibles gracias al entendimiento divino creador del entendimiento humano. Por tanto, la certeza dentro de la verdad excluye el Deserror, aunque incluya la duda, En Descartes la certeza capaz de superar la duda es una evidencia que pertenece al orden de las ideas claras y distintas, que fundamentan incondicionadamente la certeza de una razón libre de prejuicios. Para Hegel la certeza precede a la razón y a la reflexión del yo, que en el saber del objeto en sí da nervio a la reflexión teorética, En este movimiento la certeza expresa la posesión del sujeto que conoce en la conciencia de lo verdadero como algo diferente del objeto en sí, que sólo la explicación de los contenidos vuelve a poner en movimiento hasta la transparencia del saber absoluto. J Newman explica qué es lo que caracteriza al paso de la probabilidad a la certeza: a partir de la forma incondicionada del asentimiento en el que la verdad aparece como total y liberada de todo vínculo, como una verdad que hay que acoger en la inmediatez, surge la necesidad de un asentimiento reflejo capaz de investigar los motivos y los presupuestos de ese asentimiento. Esta es la certeza que llega hasta el corazón de la verdad, para la que se necesita un momento ulterior del illative sense, como punto de convergencia de unos datos leídos a la luz de la totalidad. En la filosofía analítica el saber se basa en lo factual, cuya medida de certeza depende de la confirmación de los enunciados empíricos.
La certeza es fluctuante y «conjetural», convirtiéndose en cuestión del sujeto más que de las afirmaciones predicables. Para la teología, la certeza pertenece al actus fidei, que se basa en la revelación en la que la existencia se abre a la gracia. La revelación es evidencia objetiva que exige un asentimiento, cuya certeza es adecuada a su «estructura>). La fe es una certeza no subordinada a la experiencia del individuo, pero caracterizada por la evidencia intrínseca al Sujeto mismo de la revelación y por la modalidad de su manifestación.
C. Dotolo
Bibl.: J Alfaro, Fe, en SM 3, 101-129; A, SchOpf, Certeza, en CFF 1, 269-291; J M.
Alejandro, Gnoseologia de la certeza, Gredos, Madrid 1965; A. ílvarez de Linera, El problema de la certeza en Newman, CSIC, Madrid 1946; R, Fisichella, Newman, John Henry, en DTF 1024-1029; G, Lane, Certeza, en DTF, 1891-192.
PACOMIO, Luciano [et al.], Diccionario Teológico Enciclopédico, Verbo Divino, Navarra, 1995
Fuente: Diccionario Teológico Enciclopédico
CERTEZA
Fuente: Diccionario Vine Nuevo testamento