CENOBIO

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Lugar de vida común, en su etimologí­a griega: koinobion. S. Jerónimo en el 384 ya usa el término y S. Atanasio también.

Desde el siglo IV se habla de cenobitas, que son los habitantes del cenobio. Este se presenta como forma organizada y común de convivencia religiosa con cierto sentido de soledad y piedad.

Pero el cenobio no es un refugio para desesperados o perseguidos. Los cenobitas salí­an a prestar servicios pastorales cuando la acción era más caridad que la vida retirada.

Con las Reglas establecidas por los Fundadores, al estilo de S. Antonio Abad, de S. Basilio y de S. Agustí­n, los cenobios se convierten en monasterios.

Con todo es conveniente recordar que han seguido en la Iglesia a lo largo de todos los tiempos modelos de «comunidades libres», ya que Dios habla dónde quiere.

Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogí­a Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006

Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa