CARQUEMIS

Carquemis (heb. Karkemîsh, «muelle [fuerte] de [1 dios] Quemos»; cun. bab. Karkamis; as. Kargamish, Gargamish; anales egip. de Totmés II en adelante, Krkmsh). Ciudad sobre el Eufrates mencionada en los registros seculares, a partir de comienzos del 2º milenio a.C. La ciudad cayó bajo la influencia hitita, y después de la caí­da de este imperio (c 1200 a.C.) fue la más importante de las ciudades-estados hititas, tanto que los asirios la consideraban como la capital hitita. Carquemis pagó tributo a Asurnasirpal II (884-859 a.C.) y a Salmanasar III (859-824 a.C.; fig 516). Con frecuencia estuvo en guerra con Asiria durante el siglo siguiente hasta que Sargón II la destruyó completamente (en el 717 a.C.) y deportó su población. Nuevamente desempeñó algún papel cuando el faraón Necao la ocupó después de la caí­da y destrucción de Ní­nive en el 612 a.C. (cf 2Ch 35:20), hasta que Nabucodonosor derrotó decisivamente a Necao en el 605 a.C. (Jer 46:2); parecerí­a que en ese tiempo la ciudad fue destruida nuevamente. El lugar está señalado por un montí­culo, llamado Jerablus, ubicado a unos 100 km al noreste de Alepo. Allí­ se llevaron a cabo exitosas excavaciones para el Museo Británico desde 1876 hasta 1879 y desde 1912 hasta 1914. Se descubrieron muchas inscripciones jeroglí­ficas hititas y monumentos con esculturas. Mapa XI, B-4. Bib.: D. G. Hogarth, C. L. Woolley y T. E. Lawrence, Carchemish, 3 ts (Londres, 1914-1921 y 1952). 114. Vista general de la excavación de la gran escalinata del palacio en Carquemis.

Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico

Ver Karkemis.

Diccionario Bí­blico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003

Fuente: Diccionario Bíblico Digital

Una ciudad antigua de los hititas localizada en la orilla occidental del Eufrates, a 105 km. al noreste de Alepo. Era importante comercial y militarmente. Durante muchos años pagó tributo a los reyes de Asiria. Cuando Sargón la capturó en el 717 a. de J.C., el Imperio Hitita cayó con ella (Isa 10:9). Fue el escenario de una gran victoria de Nabucodonosor sobre el faraón Necao en 605 (Jer 46:2; 2Ch 35:20).

Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano

Carquemis, hoy un imponente promontorio al norte de la villa siria de Gerablus (Gerabis), fue por más de mil años la ciudad dominante en el alto Eufrates. En el segundo milenio a. de J.C. , era la cabecera de un imperio, fue vasalla de sus más poderosos vecinos los mitanos y los heteos desde ca. 1500–1200 a. de J.C. y luego se destacó como un estado dominante sucesor de los heteos a principios del primer milenio. En todo este tiempo, controlaba mucho del territorio colindante con la parte más occidental del Eufrates llamada Ursum en las fuentes cuneiformes. Incorporada al imperio asirio en 717 a. de J.C. (véase Is. 10:9), fue el lugar de una batalla decisiva en 605 a. de J.C. (2 Cr. 35:20), que dejó una impresión permanente sobre Israel (Jer. 46).
I. Ubicación y Nombre. El promontorio de Carquemis está situado sobre la derecha (occidente) del rí­o Eufrates en un punto donde el ferrocarril Bagdad-Berlí­n, y por lo tanto, desde 1920, el lí­mite turco-sirio cruza el rí­o, la mayor parte de éste perteneciendo al lado turco de la frontera. Domina las llanuras, una vez densamente pobladas de árboles y aún fértiles en el dí­a de hoy, que se extienden hacia el sur paralelamente con el rí­o, así­ como el camino más corto cruzando el rí­o, desde Asiria hacia Cilicia. La villa moderna más cercana, conocida tanto como Gerabis o Gerablus, puede conservar el nombre antiguo que fue escrito Karkamis(h) en el babilonio antiguo, Kargamis(h) en el asirio medio, Gargamis(h) en el neoasirio, Krkmsh o Qrqmsh en egipcio, Kargamis(a) en el jeroglí­fico heteo y Carquemis en hebreo. Siendo que la etimologí­a del nombre es incierta (una tentativa de conectarlo con el nombre *Gilgamesh no ha prosperado), es difí­cil decidirse por una versión. La transliteración de Carquemis usada en castellano es una amalgama de varias versiones de la Septuaginta.
II. Historia y Descubrimiento. Las ruinas prominentes de Carquemis fueron visitadas en 1699 por Henry Maundrell de la Compañí­a India Oriental; y, a intervalos, de allí­ en adelante en los siglos XVIII y XIX por otros viajeros ingleses. Su identificación con la antigua Carquemis fue primeramente propuesta en 1876 cuando George Smith inspeccionó el lugar, trazando muchos de sus monumentos remanentes antes que la muerte lo alcanzara en su camino de regreso a Alepo. Sus descubrimientos inspiraron las excavaciones de 1878–1881 las que produjeron un número de monumentos para el Museo Británico. Del descubrimiento de D. G. Hogarth en 1908 se proyectó un trabajo más en serio y él regresó en 1911 para iniciar excavaciones formales con R. C. Thompson y T. E. Lawrence. Estas fueron continuadas hasta el comienzo de la guerra por Sir Leonard Woolley y fueron continuadas por él en 1920 cuando fueron interrumpidas de una vez para siempre por la guerra de independencia turca. Los resultados, que sobrevivieron estas interrupciones, han sido publicados completamente en tres volúmenes por los excavadores (véase la Bibliografí­a). La identificación de Carquemis fue confirmada por una inscripción cuneiforme encontrada en el lugar y publicada en el último de estos volúmenes.
III. Historia del Lugar
A. El Perí­odo de la Antigua Babilonia. Aunque hay rastros de ocupación prehistórica dentro y alrededor de Carquemis en las formas de cerámica y hornos que se piensa fueron del tipo Halaf o aun anteriores, la historia registrada del sitio empieza con el perí­odo babilonio antiguo. Las referencias más antiguas a Carquemis datan del tiempo de Yahdun-Lim, de *Mari ( ca. 1800 a. de J.C. ). Posteriormente, las cartas de Mari hablan de un cierto Aplahanda, cuyo nombre suena †œAnatolio†, que gobernó Carquemis. El es el tema de una carta de Shamshi-Adad I ( ca. 1815–1782 a. de J.C. ) a su hijo Yashma-Adad en Mari; en otra carta él aparece como contemporáneo de Yarim-Lim de Yamhad (véase ALEPO), y se conocen por lo menos nueve cartas que él enviara a Yashma-Adad. Estas sugieren que Aplahanda era un aliado, tal vez un vasallo del virrey asirio de Mari y en retribución contaban con su colaboración para vigilar el Eufrates más abajo de Carquemis. Un sello cilí­ndrico inscrito por su hija reconoce a Kubaba como su deidad; más tarde esta diosa encabezó el panteón de Carquemis. Aplahanda fue sucedido por su hijo Yatar-Ami, un contemporáneo de Zimri-Lim, quien recibió su lealtad cuando conquistó Mari de los asirios. Otros reyes de Carquemis alrededor de este tiempo son (Bi) n Ami y su hijo (X-d) a-Lim, pero nada se sabe de ellos aparte de sus nombres. Tal vez ellos fueron contemporáneos con *Hamurabi de Babilonia, ( ca. 1792–1750 a. de J.C. ), quien no cita a Carquemis entre sus conquistas y por !o tanto podrí­a creerse que no penetró tan al norte; después de esto y por lo menos por un siglo, nada se sabe de la ciudad.
B. El Perí­odo Horeo-Heteo. Cuando primeramente surge de la última oscuridad en el siglo XVII, Carquemis aparece aliada con los horeos y Alepo en contra del emergente poder de los heteos de Anatolia. Las fuentes heteas que probablemente datan de Hattusilis I ( ca. 1650–1620 a. de J.C. ) muestran los antagonistas en acción en Ursu, al norte de Carquemis. Este sitio, si está correctamente fechado, puede haber sido el preludio de la famosa campaña del siguiente rey heteo, Mursilis I ( ca. 1620–1590 a. de J.C. ) quien destruyó a Alepo, marchó hasta Babilonia a la cual saqueó ( ca. 1595 a. de J.C. ), y peleó contra los horeos en camino de regreso a su capital; las implicaciones de esto son que Carquemis era, por lo menos, neutral durante o antes de esta campaña.
En los siglos XVI y XV a. de J.C. , Carquemis probablemente formaba parte del gran imperio horeo de Mitani (Naharina para los egipcios) que se extendí­a desde el Mediterráneo hasta el Tigris; y no se menciona la ciudad en las listas geográficas y biografí­as militares del tiempo de Thutmose III y Amenhotep II de Egipto, quienes repetidamente invadieron a Siria. En los dos siglos siguientes, sin embargo, Carquemis pasó decisivamente a la esfera de influencia del nuevo imperio heteo.
Las fuentes heteas de los siglos XIV y XIII a. de J.C. , se suplementan ahora con importante evidencia de Ugarit, otro vasallo heteo de este tiempo, quien mantuvo un continuo contacto con Carquemis. Suppliluliumas, el fundador del nuevo imperio heteo ( ca. 1375–1335 a. de J.C. ) conquistó a Carquemis por el año en 1355 a. de J.C. , e instaló como rey vasallo a su propio hijo menor Piyashilli, también conocido como Sharru-Kushuh, quien estaba obligado a él por un tratado y quien a su vez proponí­a aliarse él mismo con Niqmadu de Ugarit. Sus gobernadores heteos asignaron la mayor parte del paí­s al occidente del Eufrates a Sharru-Kushuh. El fue sucedido por sus dos hijos Shahurunuwa y x-Sharruma (algunas veces se ha pensado que fuera el mismo rey bajo otro nombre); uno de ellos pudo haber sido el rey de Carquemis que figura como el sexto aliado de Muwatallis de Hatti en la gran batalla de *Cades en 1285 a. de J.C. El hijo de Shahurunuwa y su nieto le sucedieron como Ini-Teshub (cuyo nombre ha sido conservado en el hierático egipcio en un ostracon contemporáneo de Egipto) y Talmi-Teshub; estos nombres reales horeos, como los de algunos de los reyes heteos mismos, pueden haber tenido sus dobles heteos. A finales del siglo XIII, Carquemis, junto con mucho del antiguo Cercano Oriente, fue dominado por las invasiones de las gentes del mar y una vez más se sumió en la oscuridad.
C. Carquemis como Sucesor del Ultimo Estado Heteo. El imperio heteo sucumbió bajo la arremetida de los pueblos del mar; pero su lengua y arte encontraron una curiosa supervivencia en Siria del norte, donde, mezclados con elementos asirios y arameos, formaron una nueva cultura que usó la así­ llamada escritura jeroglí­fica hetea. Esta fue el área que desde entonces fue conocida como la tierra de Hatti en los registros asirios y es probablemente a sus habitantes a los cuales la Biblia llama Hittim. Carquemis vino a ser el centro más importante de esta última cultura hetea y ha producido más inscripciones jeroglí­ficas heteas que cualquier otro de los sitios donde dichas inscripciones han sido encontradas. Sus reyes fueron llamados †œrey grande† en sus propias inscripciones y †œrey de la gran Hatti† (=territorio heteo) por los asirios, y sus territorios debieron ser considerables porque Tiglat-pileser I de Asiria (1114–1076 a. de J.C. ) luchó contra Carquemis al oriente del Eufrates, de nuevo gobernado por Ini-Teshub, junto con el Mushki (el Mesec de la Biblia; Gn. 10:2, etc.) quien habí­a invadido el área. Alrededor del año 1000 a. de J.C. , se puede ver la emergencia de la primera de varias dinastí­as locales que mantuvieron la independencia de Carquemis enfrentando la expansión asiria por cerca de trescientos años. Esta fue encabezada por Luhas o Suhas I, quien se llamó a sí­ mismo prí­ncipe simplemente, y continuó bajo sus directos descendientes, Asatuwatimais, Luhas II y Katuwas, bajo el tí­tulo más imponente de señor del territorio. Katuwas, quien ascendió al trono alrededor del 900 a. de J.C. , afirmó haber desterrado al Mushki y reconstruido a Carquemis. El fue seguido por un gobernador que vivió mucho tiempo y esto es atestiguado, hasta ahora, sólo por fuentes asirias, ya que éstas claman que el rey Sangara de Carquemis pagó tributo a Asurnasir-pal desde 874 a. de J.C. y a Salmanasar III ya para el año 827 a. de J.C. El último rey, frenado por Carquemis y sus aliados en la batalla de Lutibu en 858 a. de J.C. , aun intentó el primer sitio asirio de la ciudad (852, 849–8); pero las fortificaciones masivas resistieron sus esfuerzos y él tuvo que contentarse con aceptar un tribute masivo para salvar el honor, también ilustrado en Balawat. Donde los dos grandes conquistadores fallaran, sus débiles sucesores ciertamente no podí­an triunfar, y así­ las fuentes nativas del perí­odo de ca. 820–750 a. de J.C. , revelan dos dinastí­as locales más que gobernaron como señores del territorio de Hatti y reyes del territorio de Carquemis, respectivamente. Los anteriores consistieron de Asadarus (Astarus) y su hijo (¿s

Fuente: Diccionario Bíblico Arqueológico

(Ciudad del [dios] Quemos). Ciudad sirio-hetea estratégicamente situada cerca de los primeros vados del rí­o éufrates de forma tal que era un cruce obligado de muchas rutas comerciales. Se le identifica hoy con Jerablus, a unos 100 km al NE de Alepo. Ciudad-reino unas veces y en otras conquistada y hecha tributaria por distintos pueblos, fue finalmente destruida por los asirios, quienes deportaron a sus habitantes. Es posible que a eso se refiera Isa 10:9 : †œ¿No es Calno como C., Hamat como Arfad, y Samaria como Damasco?†

En tiempos del rey Josí­as, †œNecao rey de Egipto subió para hacer guerra en C. junto al éufrates; y salió Josí­as contra él† (2Cr 35:20). El propósito de este faraón era ayudar a los asirios, sus aliados, que estaban en guerra con los caldeos. Josí­as murió en una batalla que tuvo lugar en †¢Meguido. Necao II siguió hasta C. y la ocupó. Sin embargo, el profeta Jeremí­as emitió una palabra †œcon respecto a Egipto: contra el ejército de Faraón Necao rey de Egipto, que estaba cerca del rí­o éufrates en C.† (Jer 46:1-28) prediciendo que los egipcios serí­an derrotados, como sucedió, por mano de †¢Nabucodonosor II en el año 605 a.C. Los egipcios tuvieron que retirarse. De esta manera los caldeos controlaron todo el O de Mesopotamia, y siguieron más tarde su expansión hacia el S, que traerí­a como consecuencia la toma de Jerusalén.

Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano

tip, CIUD

sit, a4, 248, 63

vet, Ciudad de los heteos en la ribera occidental del Eufrates, 100. Km. al noroeste de Alepo (Is. 10:9). Allí­ Nabucodonosor obtuvo una gran victoria sobre Faraón Necao en el año 605 a.C. (Jer. 46:2; 2 Cr. 35:20).

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado

Importante ciudad comercial situada en la orilla occidental del alto Eufrates, junto a uno de sus principales vados. Una ruta comercial iba desde Ní­nive hasta Harán (a solo unos 88 Km. al E. de Carquemis), cruzaba el Eufrates en Carquemis y continuaba hasta el valle de Orontes, en el Lí­bano, desde donde salí­an otras rutas hacia el Mediterráneo o hacia el S., en dirección a Palestina y Egipto. Las caravanas que pasaban por allí­ tení­an que pagar impuestos, lo que contribuyó a la riqueza de la ciudad.
Debido a su posición estratégica tanto comercial como militar, desde la antigüedad los reinos agresores procuraron conseguir el control de Carquemis. El faraón Tutmosis III (de mediados del II milenio a. E.C.) la saqueó, y también la atacó Ramsés III. Asurnasirpal II (del siglo IX a. E.C.) narra cómo atravesó el Eufrates en balsas que mantuvo a flote con pieles de cabra hinchadas, y dice que el tributo que recibió del rey de Carquemis consistió en veinte talentos de plata, cien talentos de cobre y doscientos cincuenta talentos de hierro, además de objetos de oro, mobiliario con incrustaciones de marfil, prendas de lino y lana y otros artí­culos.
En la Biblia se hace referencia a Carquemis en Isaí­as 10:9-11, en la profecí­a de Jehová sobre el ataque asirio contra Israel y Judá. En este pasaje el jactancioso gobernante asirio incluye a Carquemis entre los reinos que no podrí­an resistir su poder. Esta profecí­a debe referirse a la conquista del reino independiente de Carquemis por el rey asirio Sargón II, contemporáneo del rey Ezequí­as. Más tarde, un gobernador asirio rigió Carquemis.
Después de la caí­da de Ní­nive, capital de Asiria, el faraón Nekó condujo a su ejército hacia el N. en ayuda de los asirios. El rey Josí­as de Judá intentó imprudentemente hacer retroceder a las fuerzas egipcias en Meguidó, y murió en la batalla (c. 629 a. E.C.). (2Cr 35:20-24.) Unos cuatro años más tarde, en 625 a. E.C., los ejércitos egipcio y babilonio libraron una batalla decisiva en Carquemis. Nabucodonosor consiguió una victoria aplastante sobre las fuerzas del faraón Nekó e invadió Siria y Canaán. Esta batalla marcó el fin de la hegemoní­a egipcia en estas regiones. El registro bí­blico de Jeremí­as 46:2 y las Crónicas de Babilonia (B.M. 21946) aluden a la derrota del ejército egipcio.
Se han hecho excavaciones en Jerablus, donde estaba la antigua Carquemis, en la frontera turcosiria, a unos 100 Km. al NE. de Alepo (Halab). En estas excavaciones se han encontrado una gran cantidad de documentos en el lenguaje hoy llamado †œhitita†, y se cree que a finales del II milenio a. E.C., Carquemis estuvo durante unos dos siglos bajo la dominación del imperio cuya capital era Hattushash. (Véase, no obstante, HITITAS.) También se encontraron relieves en los que se podí­a ver, entre otras cosas, la imagen de una esfinge y el sí­mbolo de la cruz egipcia o ansada, lo que indica una fuerte influencia egipcia.

Fuente: Diccionario de la Biblia

Una ciudad (mod. Jerablus) que protegía el principal vado para cruzar el río Éufrates unos 100 km al NE de Alepo. Se menciona por primera vez en un texto del ss. XVIII a.C. como un centro comercial independiente (Mari, Alalak). En su carácter de ciudad-estado sirio había concertado tratados con Ugarit y otros estados (Mitanni) durante el 2º milenio a.C. y siguió siendo un estado neohitita después de Ini-Tesub (ca. 1100) hasta que Pisiris fue derrotado por Sargón II en 717 a.C. A partir de entonces Carquemis fue incorporada como provincia asiria. Este suceso está registrado en Is. 10.9.

En 609 a.C. Necao II de Egipto se dirigió a dicha ciudad, pasando por Meguido, para capturarla nuevamente (2 Cr. 35.20), y la transformó en una base desde donde su ejército hostigaba a los babilonios. Sin embargo, en mayo-junio del 605 a.C. Nabucodonosor II, al frente de las fuerzas babilonias, penetró en la ciudad en forma sorpresiva. Los egipcios fueron totalmente vencidos en lucha cuerpo a cuerpo, dentro y en las afueras de la ciudad (Jer. 46.2), y perseguidos hasta Hamat. Los detalles de esta batalla, que terminó con el triunfo de los babilonios y su control del O, aparecen en la Crónica babilónica.

Excavaciones efectuadas en 1912 y 1914 permitieron el descubrimiento de esculturas hititas, una zona baja para palacios con un palacio abierto (bı̂t-ḫilani), y elementos relacionados con la batalla y la posterior ocupación babilónica.

Bibliografía. °W. W. Hallo, “Carquemis” en °DBA, pp. 186–190; G. E. Wright, Arqueología bíblica, 1975, pp. 251–262; °AHWB, pp. 55.

C. L. Woolley, Carchemish, 1–3, 1914–52; D. J. Wiseman, Chronicles of Chaldaean Kings, 1956, pp. 20–27, 68–69; J. D. Hawkins, Iraq 36, 1974, pp. 67–73; W. W. Hallo en C. F. Pfeiffer, The Biblical World, 1966, pp. 65–69.

D.J.W.

Douglas, J. (2000). Nuevo diccionario Biblico : Primera Edicion. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico