Sumo sacerdote, Luk 3:2; Joh 18:13; profetiza que Jesús ha de morir, Joh 11:49-53; 18:14
Caifás (gr. KaVáfas [transliteración del aram. kayfâ’, de origen incierto], «compresión» o «depresión»). Sobrenombre de José, sumo sacerdote en Jerusalén, designado por el procurador romano Valerio Grato (c 18 d.C.) y depuesto por Lucio Vitelio, el legado de Siría (c 36 d.C.). Era yerno del sumo sacerdote anterior, Anás (Joh 18:13), con quien se lo mencíona ocasionalmente (Luk 3:2; Act 4:6; esto muestra que gozaba de gran prestigio y que se le permitía ejercer una influencia considerable). Caifás tomó parte en los procedimientos judiciales contra Jesús y, en gran medida, fue responsable de su muerte (Mat 26:3, 57; Joh 11:49-53; 18:14, 24, 28). También actuó en el juicio contra los apóstoles Pedro y Juan (Act 4:6). Bib.: FJ-AJ xviii.2.2; xviii.4.3.
Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico
apodo de José, cuyo significado se desconoce. Ejerció como sumo sacerdote del 18 al 36, nombrado por Valerio Grato, procurador romano, y destituido por Vitelio, legado de Siria. Anás, quien lo precedió en el pontificado del año 6 al 15, era su suegro, y figura al lado de C., como si ejerciera de hecho el sumo sacerdocio, en lugar preeminente, Jn 18, 13-24; Hch 4, 6. Bajo el pontificado de C., inició su ministerio Juan el Bautista, Lc 3, 2. C. Fue uno de los principales conspiradores en contra de Jesús y aconsejó al Sanedrín darle muerte Jn 11, 49-51; 18-14. Jesús fue prendido y llevado ante el Sanedrín, donde C. lo interrogó acerca de que si era el Cristo, el hijo de Dios; y como Jesús afirmó su divinidad, C. lo acusó de blasfemia, y fue declarado reo de muerte, Mt 26, 57-68; Mc 14, 53-65; Jn 18, 24.
Diccionario Bíblico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003
Fuente: Diccionario Bíblico Digital
Desde el año 168 a. de J.C., cuando Antíoco Epífanes profanó el templo, al 66, cuando los romanos lo tomaron, el sumo sacerdocio era prácticamente un cargo político. Los sacerdotes continuaban siendo descendientes de Aarón, pero eran nombrados generalmente por consideraciones mundanas.
Desde 66 a. de J.C., los gobernantes romanos nombraban no solamente a los oficiales civiles (p. ej., Herodes) sino también a los sumos sacerdotes, teniendo como resultado que el oficio decayó espiritualmente. Anás, suegro de Caifás (Joh 18:13), había sido sumo sacerdote por nombramiento del gobernador romano del año 7 de J.C. al 14 d. de J.C. (Luk 3:2) y, aunque tres de sus hijos lo sucedieron por un corto período, Caifás tuvo el cargo del 18 al 36, siendo Anás todavía un tipo de †œsumo sacerdote emérito†.
Después que Jesús resucitó a Lázaro de los muertos (Juan 11), los judíos creyeron en él (Joh 11:45-46), pero algunos por celos informaron del asunto a los fariseos. Con el principal de los sacerdotes, reunieron un concilio, temiendo o pretendiendo temer, que si se dejaba a Jesús solo muchos lo aceptarían y los romanos destruirían lo que quedaba de la autonomía judía.
Caifás (Joh 11:49-53) declaró que sería mejor que Jesús muriera antes que toda la nación fuera destruida. Cuando nuestro Señor fue traicionado a manos de sus enemigos, los soldados romanos y los oficiales judíos lo llevaron primero a la casa de Anás, donde durante la noche se le hizo una simulación de juicio (Joh 18:12-23). Luego Anás lo envió atado a Caifás, ante quien continuó el juicio (Joh 18:24-27). Más tarde fue entregado a Pilato porque los judíos no podían legalmente ejecutarlo.
Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano
Sumo sacerdote que actuó en la condenación de Jesús: Mat 26:3-5, Mat 26:26-57, Jua 18:28. Actuó también en el juicio contra Pedro y Juan: Hec 4:6-22.
Diccionario Bíblico Cristiano
Dr. J. Dominguez
http://biblia.com/diccionario/
Fuente: Diccionario Bíblico Cristiano
Sumo sacerdote en tiempos del Señor Jesús (18-36 d.C.). C. es un sobrenombre, pues se llamaba José. En su época la persona para el cargo era designada por las autoridades romanas. El procurador Valerio Grato fue quien lo designó en sustitución de su suegro †¢Anás. Como para los judíos el cargo debía ser vitalicio y por el poder de Anás, que era inmensamente rico, la influencia de éste continuó durante el ejercicio de C. Eso explica la expresión †œsiendo sumos sacerdotes Anás y C., vino palabra de Dios a Juan† en los inicios del ministerio del Bautista. (Luc 3:2). †œLos principales sacerdotes y los fariseos reunieron el concilio† para discutir qué hacer con el Señor (Jua 11:47). Esta reunión se hizo †œen el patio del sumo sacerdote llamado C.† (Mat 26:3), que opinó diciendo: †œNos conviene que un hombre muera por el pueblo, y no que toda la nación perezca†, lo cual fue tomado por el evangelista Juan como una profecía hecha por C., que †œno lo dijo por sí mismo, sino que como era el sumo sacerdote aquel año, profetizó que Jesús había de morir por la nación† (Jua 11:47-51).
Una vez hecho preso el Señor Jesús, †œle llevaron al sumo sacerdote C.† (Mat 26:57), ante el cual supuestamente le juzgaron. Lucas menciona a Anás y C. al relatar la comparecencia de Pedro y Juan ante el concilio después de la resurrección de Cristo, diciendo que se reunieron †œen Jerusalén los gobernantes, los ancianos y los escribas, y el sumo sacerdote Anás, y C. y Juan y Alejandro, y todos los que eran de la familia de los sumos sacerdotes† (Hch 4:5-6).
Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano
tip, BIOG SACE HOMB HONT
vet, = «depresión». José Caifás fue designado sumo sacerdote por el gobernador Valerio Grato en el año 18 d.C., y permaneció en este cargo hasta el año 36 d.C., cuando fue depuesto por el procónsul Vitelio. Fue él quien pronunció las proféticas palabras de que más valía que un hombre muriera por toda la nación, que no que pereciera la nación entera, pero sin darse cuenta del verdadero significado de sus palabras (Jn. 11:50, 51). Presidió el juicio del Señor Jesús (Mt. 26:3, 57; Lc. 3:2; Jn. 11:49; 18:13, 28), y estaba presente cuando Pedro y Juan comparecieron ante el Sanedrín (Hch. 4:6).
Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado
Sumo sacerdote desde el año 18 al 36 d. de J. Lo era, por tanto, al aparecer Juan Bautista (Lc 3,2). Intervino directamente en el proceso de Jesús (Mt 26,3.57; Mc 14,60.66; Jn 11,49; 18,19.24). Tiempos atrás había aconsejado que Jesucristo debía morir en lugar de sacrificar al pueblo entero, lo que San Juan interpreta como una profecía, pues Jesús, en efecto, tenía que morir por todos en beneficio de todos (Jn 11,45-52). Era yerno de Anás (Jn 18,13) y conocido de Juan evangelista (Jn 18,15). Fue nombrado sumo sacerdote por el procurador Valerio Grato y destituido por Vitelio. Pertenecía a la secta de los saduceos (Act 5,17). ->; proceso; contexto.
E. M. N.
FERNANDEZ RAMOS, Felipe (Dir.), Diccionario de Jesús de Nazaret, Editorial Monte Carmelo, Burbos, 2001
Fuente: Diccionario de Jesús de Nazaret
José Caifás era quien ocupaba el puesto de sumo sacerdote durante el ministerio terrestre de Jesús. (Lu 3:2.) Era yerno del sumo sacerdote Anás (Jn 18:13; véase ANíS), y recibió su nombramiento del antecesor de Poncio Pilato, Valerio Grato, hacia el año 18 E.C., aunque hay quien afirma que no fue sino hasta el año 26 E.C. Ocupó ese cargo hasta alrededor del año 36 E.C., más tiempo que cualquiera de sus predecesores inmediatos, gracias a su sagaz diplomacia y cooperación con el gobierno romano. Caifás era saduceo (Hch 5:17) y buen amigo de Pilato.
Como cabecilla del complot contra Jesús, Caifás profetizó, aunque no de sí mismo, que Jesús moriría en breve por la nación, e hizo todo cuanto pudo para que esto fuera así. (Jn 11:49-53; 18:12-14.) En el juicio de Jesús delante del Sanedrín, rasgó sus prendas exteriores de vestir y dijo: †œÂ¡Ha blasfemado!†. (Mt 26:65.) Cuando Jesús compareció ante Pilato, Caifás probablemente fue uno de los que gritaron: †œÂ¡Al madero con él! ¡Al madero con él!† (Jn 19:6, 11); fue uno de los que pidieron que se soltase a Barrabás en vez de a Jesús (Mt 27:20, 21; Mr 15:11); estuvo entre los que gritaron: †œNo tenemos más rey que César† (Jn 19:15), y también fue uno de los que protestaron por la inscripción que se había puesto sobre el madero de tormento de Jesús: †œEl rey de los judíos†. (Jn 19:21.)
La muerte de Jesús no hizo que Caifás cesase de perseguir al incipiente cristianismo. Sin dilación se llevó a los apóstoles ante este líder religioso; se les ordenó con firmeza que dejaran de predicar, se les amenazó e incluso golpeó, pero en vano. †œTodos los días en el templo, y de casa en casa, continuaban sin cesar† con su predicación a pesar de la posición de Caifás. (Hch 4:5-7; 5:17, 18, 21, 27, 28, 40, 42.) Pronto las manos de Caifás se volvieron a manchar de sangre, esta vez con la del justo Esteban, y más tarde facilitó a Saulo de Tarso cartas de presentación para que pudiera extender la campaña homicida contra los cristianos hasta Damasco. (Hch 7:1, 54-60; 9:1, 2.) Sin embargo, no mucho después, un funcionario romano llamado Vitelio destituyó a Caifás de su puesto.
Fuente: Diccionario de la Biblia
(Mt. 26.57; Jn. 11.49; Hch. 4.6). José, llamado Caifás, fue sumo sacerdote del 18 al 36
Douglas, J. (2000). Nuevo diccionario Biblico : Primera Edicion. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.
Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico
Según Flavio Josefo (Antiquitates, XVIII, IV, 3), Caifás fue nombrado sumo sacerdote de los judíos por el procurador romano Valerio Grato, el predecesor de Poncio Pilato, alrededor del año 18 d.C. (Ant. XVIII, II, 2), y removido del puesto por el procurador Vitelio, poco después que éste se hizo cargo de los asuntos de Palestina, 36 d.C. (Ant., XVIII, IV, 3). Durante este período el famoso Anás, suegro de Caifás (Juan 18,13), quien había sido sumo sacerdote de 6 a 15 d.C., continuó ejerciendo una influencia controladora sobre los asuntos judíos, como hacía cuando sus propios hijos ocupaban la posición. Esto explica la bastante misteriosa expresión de Lc. 3,2, epi archiereos Anna kai Kaiapha (durante el sumo sacerdocio de Anás y Caifás; cf. Hch. 4,6). Ciertamente Caifás era el único sumo sacerdote oficial en el tiempo a que se refiere San Lucas, al comienzo de la vida pública de Jesucristo; pero Anás todavía tenía su título anterior y una buena parte de su autoridad anterior. El rol que se le asigna en el juicio de Cristo en Juan 18 señala a la misma influencia continua. En las medidas tomadas por las autoridades judías para deshacerse de Jesús, Caifás ciertamente tuvo la parte más deshonrosa.
Luego de la resurrección de Lázaro, los sacerdotes y fariseos sostuvieron un concilio para determinar que se haría en vista de los signos manifiestos del profeta de Nazaret y para considerar los daños resultantes para el país. Las palabras de Caifás, sumo sacerdote para ese año, aparecen en San Juan: “Vosotros no sabéis nada, ni caéis en la cuenta que os conviene que muera uno sólo por el pueblo y no perezca toda la nación.” (Jn. 11,49-50). Muestran un desprecio por los demás, y una determinación de deshacerse de este hombre que les desagradaba, sin considerar la justicia de su causa. Pero mientras vemos en la declaración de Caifás la manifestación de sentimientos muy indignos, San Juan nos advierte que eran proféticos. El sumo sacerdote expresó de modo impactante el significado de los sufrimientos del Hombre-Dios (Juan 11,51-52), aunque él no se percatara del significado pleno de estas misteriosas palabras. Al resolver el asunto de la muerte de Jesús, se usaron los medios más inescrupulosos para realizarla, y Caifás es mayormente el culpable. La reunión pactada por los príncipes de los sacerdotes y los ancianos del pueblo, “para prender a Jesús con engaño” se realizó en la casa de Caifás (Mt. 26,3-5). La colina al sur de Jerusalén donde dice la tradición que estaba esta casa es llamada la “Colina del Mal Consejo”. Como sumo sacerdote, Caifás era el líder oficial del Sanedrín y por lo tanto responsable por la parodia del juicio a que las autoridades judías sometieron a Cristo, antes de entregarlo a Pilato y de agitar a la gente para que pidieran su muerte.
Luego de la muerte de Jesús, Caifás continuó persiguiendo a sus seguidores. Cuando San Pedro y San Juan fueron traídos ante el consejo después de la cura del cojo en la Puerta Hermosa del Templo (Hechos 4,6 ss), Caifás era todavía sumo sacerdote, pues fue removido en el año 36 ó 37 d.C. Podemos decir con casi igual certeza que él era el sumo sacerdote ante quien compareció San Esteban (Hch. 7,1), y que fue de él que Saulo obtuvo cartas autorizándolo a traer a Jerusalén los cristianos de Damasco (Hch. 9,1-2). En un tiempo cuando los sumos sacerdotes eran nombrados y removidos por los oficiales de Roma, y cuando la principal cualidad requerida parece haber sido el servilismo, no hay que extrañar que Caifás gozara de su favor por tanto tiempo. Josefo menciona su reinado en conexión con una serie de actos de Vitelio que le eran agradables a los judíos. No se nos dice qué fue de él luego de su deposición.
Fuente: Reilly, Wendell. «Joseph Caiphas.» The Catholic Encyclopedia. Vol. 3. New York: Robert Appleton Company, 1908.
http://www.newadvent.org/cathen/03143b.htm
Traducido por Luz María Hernández Medina
Fuente: Enciclopedia Católica