Se narra la caída del hombre en Génesis 3 como un hecho histórico, no como un mito. Está en un contexto de datos históricos. Aunque no se vuelve a hacer referencia a ella en el AT, el NT la considera un acontecimiento lit. e histórico (Rom 5:12-13; 1Co 15:22; 1Ti 2:14). Algunos filósofos y teólogos creen que el relato es una alegoría que describe el despertar del hombre de un estado bruto de conciencia propia y personalidad; es decir, una caída hacia arriba, en vez de hacia abajo, pero tal explicación está en conflicto directo con la enseñanza bíblica. No hay duda de que Pablo interpreta el relato lit. y ve en la caída el origen del pecado en la raza humana. El punto de vista bíblico del pecado y la redención da la caída por sentado.
El pecado que significó la caída tenía que ver con el hecho de que Adán y Eva desobedecieron la palabra de Dios (Gen 3:1-4) y desafiaron la bondad de Dios imputándole un mal motivo (Gen 3:5). Pero principalmente consitió en desobedecer la ley de Dios. El efecto de la caída, como señala Génesis 4 y el resto de la Biblia explícita e implícitamente, no fue solamente la alienación inmediata de Dios para Adán y Eva, sino la culpa y la depravación para toda su posteridad y la maldición de la tierra. Se cumple la redención de la caída y de sus efectos en Cristo (ver Rom 5:12-21; 1Co 15:21-22, 1Co 15:45-49).
Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano