[950] (1598-1680)
Escultor, arquitecto y pintor, fue el artista más significativo del Barroco italiano. Protegido por los pontífices Urbano VIII y Alejandro VII, para ellos trabajó con su efusivo genio creador, que le llevaba a hacer de sus producciones un alarde de escenografía, de originalidad y de movimiento impresionante.
Algunos de sus productos, «El baldaquino de S. Pedro» o «La columnata de la Basílica vaticana», le dieron merecida fama de mente ingeniosa y audaz en sus soluciones.
Tal vez sea en sus producciones escultóricas donde más quedó impreso su estilo arrollador, como acontece en «Santa Teresa y el ángel» y en obra profanas como «Dafne».
Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006
Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa