BALLENA

Ballena (heb. dâg; gr. ketos). Los términos originales se refieren a cualquier espécimen acuático de grandes dimensiones, no necesariamente un pez o un cetáceo especí­ficos que habitarí­an la costa del Mediterráneo (aunque se verificó la existencia de ballenas dentadas en esa zona). Para el caso de Jonás, la mayorí­a de los eruditos no aceptan la idea de una ballena, dado lo estrecho de su esófago, lo cual no permitirí­a tragar a un hombre. Los zoólogos están mas inclinados a considerar que se trataba de una especie de tiburón, el Squalua carcharias glaucus, que mide entre 6 y 7 m de largo y del que se sabe tragó hombres enteros. De aquí­, para algunos, la justificada traducción de Jon 1:17; 2:1, 10 y Mat 12:40 en nuestra RVR («ballena», RV 1909; «monstruo marino»* o «cetáceo», según otras versiones).

Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico

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Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano