(ciudad de Baal). Una ciudad de Coele-Siria, cerca de 67 km. al noroeste de Damasco, célebre por su magnificencia en los primeros siglos de la era cristiana y famosa desde entonces por sus ruinas. La principal de sus ruinas es el gran Templo del Sol, construido con piedras increíblemente grandes de las canteras cercanas.
Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano
La antigua ciudad de Baalbek yace en el valle del Beqa†™a, que separa las cordilleras del Líbano del Anti-Líbano. Este valle fue llamado Coele-Siria por los griegos y los romanos y fue notable por su gran fertilidad. Baalbek mismo está en un sitio que domina el valle; se levanta alrededor de un santuario dedicado al Baal del Beqa†™a o el †œSeñor de la Llanura†. No hay duda que había un templo dedicado al señor del valle desde los tiempos primitivos y los templos romanos actuales yacen en realidad sobre las ruinas de antiguas estructuras. Sondeos en el patio del templo de Júpiter han revelado remanentes de templo de los períodos persa y helenístico.
Los monumentos existentes en Baalbek incluyen tres templos: uno dedicado a Júpiter Heliopolitano, uno a Baco y el tercero a Venus. Además de estos templos, otros remanentes del período romano, tales como los fundamentos de villas, estatuas romanas y monedas aparecen de vez en cuando. También sobre la roca emergente al norte de los templos, las escaleras, cortadas en la roca y una sección de los fundamentos de otro templo han salido a luz; se sospecha que éstos pueden pertenecer al templo perdido de Mercurio, el que se sabe que existió en la ciudad.
Cuando los reyes seléucidas reinaron sobre Siria dieron nombres griegos a todas las ciudades en esa área e identificaron a los dioses locales con los dioses griegos. Así, el nombre de Baal, el dios sol, fue cambiado a Helios y la ciudad llegó a ser conocida como Heliópolis o la ciudad del dios sol.
Los romanos conservaron el nombre de la ciudad; pero cambiaron el nombre del dios a Júpiter Heliopolitano. La adoración a este dios se extendió, pero naturalmente, su santuario más importante estaba en la ciudad de Baalbek.
La evidencia indica que un templo dedicado a Júpiter fue construido durante el reinado de Nerón y los restos de dicho templo han salido a luz en años recientes en el curso de las excavaciones. Había un oráculo en el templo, que fue consultado por Trajano en el año 116 d. de J.C. , en la víspera de su campaña contra los partos. Pero el actual edificio gigantesco fue construido durante el reinado de Antonino Pío. A esta estructura se le hicieron algunas adiciones por Caracala, el emperador sirio, en memoria de su madre Julia Domina.
El templo construido por Antonino Pío consistía de un gran patio rectangular, rodeado a los lados norte, este y sur por un pórtico acolumnado, al fondo del cual había cuartos de todos los tipos. La entrada al patio se encontraba en la mitad del lado oriental y al otro extremo o lado occidental del patio se levantaba el templo propiamente dicho. Inmediatamente frente al templo había un altar de sacrificios quemados y detrás de éste una estructura para las ofrendas de libaciones. Al otro lado de los altares había un lavatorio hondo, construido de piedra para la purificación de los animales para los sacrificios. Las paredes del lavatorio estaban labradas por fuera con representaciones de figuras mitológicas, especialmente deidades marinas y otros motivos tales como delfines.
El *templo mismo fue edificado sobre una plataforma levantada artificialmente (podium), en la cima de un tramo de escaleras anchas cuyo eje corría de este a oeste. Desafortunadamente, aparte de seis columnas junto con su entabladura sobre ellas, solamente permanecen unas cuantas bases las que indican la posición de la mayoría de las otras columnas. Pero como la mayoría de los templos del siglo II d. de J.C. , el templo tenía una hilera de columnas al fiente (prostyle in antis) y otra hilera de columnas rodeaba la estructura en todos sus lados (peristyle). Adentro debió haber un altar asentado sobre una plataforma levantada en el extremo occidental del templo y al cual se llegaba por un tramo de escaleras. El templo estaba probablemente techado con un faldón consistente de planchas de mármol sostenidas sobre un armazón de madera. En cada esquina del techo y en la parte superior del faldón había ornamentos semejantes a las hojas de acanto (acroterÆ’a) que decoraban el techo. Esta reconstrucción está basada en representaciones del templo que aparecen en las monedas de Baalbek, acuñadas durante el reinado del emperador Septimio Severo y Felipe el Arabe. Algunas de las piedras usadas en la construcción de la plataforma tienen tales dimensiones como 17 mts. de largo, 3 mts. de alto y 2½ mts. de profundidad con un peso que sobrepasa las 54 toneladas métricas. El emperador Caracala añadió un patio hexagonal y el pórtico monumental (propylaea) que ahora se levanta en el extremo oriental del patio hexagonal.
El templo de Baco fue construido a corta distancia al sur del templo de Júpiter y como este último, también se levantaba sobre una plataforma o podio, y fue construido siguiendo un plano casi idéntico, pero en menor escala; además, se conserva mejor que el templo de Júpiter. Unas escaleras en el extremo oriental conducen hacia el pórtico del templo que consiste de dos hileras de columnas, la primera hilera colocada entre los lados proyectados de las paredes laterales y la otra al frente completando el círculo de columnas que rodea todo el edificio.
Las paredes del templo se conservan hasta donde se extiende el techo. El templo tenía 3 puertas, una puerta monumental principal que medía ca. 14 mts. de alto y 8 mts. de ancho y, además, 2 pequeñas entradas laterales. Las escaleras construidas en 2 estrechos pasadizos que comenzaban desde las 2 puertas laterales y conducían hasta el techo. El quicial de la puerta estaba profusamente labrado con figuras de viñedos y de hiedras colocadas en el borde de los óvulos, mientras que la parte inferior del dintel sobre la puerta tenía grabada un águila que llevaba un caduceo en su pico y en sus garras.
Las paredes interiores del templo estaban decoradas con columnas entre las cuales había nichos para estatuas. La sección occidental del templo estaba ocupada por un altar elevado, al que se llegaba por unas escaleras situadas en la sección central y que contenían 2 paneles: uno en cada lado con escenas bacanales de mujeres embriagadas en estado de completo abandono. Debajo del altar hacia el lado de la puerta derecha, había un depósito para almacenar vino usado en las orgías bacanales.
El techo del pórtico que rodeaba el templo está preservado en el lado norte, ya sea en su posición original o caído entre las columnas y las paredes del templo. El sofito está ricamente labrado con paneles hexagonales, en cada uno de los cuales aparece una de las deidades adoradas por los antiguos habitantes del Líbano. Uno puede reconocer a la diosa de la ciudad, Tyche, a la diosa de la medicina Hygiea, a la diosa Atargatis, al dios Marte, al dios Mercurio y otros.
A cierta distancia al sur del templo de Baco se levanta el destruido templo de Venus, el cual está construido sobre un plano circular y contrasta notoriamente con sus gigantescos vecinos. Al igual que los otros dos está construido sobre un podio elevado y está rodeado por una hilera de columnas. Se llegaba a él a través del patio por unas escaleras y estaba techado con una cúpula de material, parte de la cual aún se conserva en su posición original.
BIBLIOGRAFIA: Hoyningen-Huene and David M. Robinson, Baalbek, Palmyra, J. J. Augustin Publishers, New York, 1946. R. Dussaud, †œTemples et cultes de la triade heliopolitaine a Baalbek,† Syria, XXIII, 1942–43.
Fuente: Diccionario Bíblico Arqueológico
La Heliópolis de los escritores latinos y griegos, pueblo sirio en la base del declive occidental del Anti-Lebanon, y sede de un obispo melquita y un obispo maronita. Se desconoce el origen y la historia antigua de Baalbek, aunque se han hecho intentos conjeturales para identificarlo con Baalgad (Jos, 11, 17; 13, 5), Aven (A.V. Amos, 1, 5), etc. Entre los monumentos de Baalbek se encuentran tres templos: el Gran Templo de Júpiter, el Templo del Sol y el Templo Circular de Venus; todos ellos datan del siglo II d.C. La llamada Acrópolis, en cuya plataforma se erigieron dos de los templos, es más antigua. Baalbek ha sido destruida casi por completo por terremotos y guerras, pero incluso hoy se dice que sus ruinas son las más hermosas que existen. El atrevimiento de su arquitectura y las gigantescas dimensiones de algunos de los monolitos de Acrópolis están entre los muchos rasgos que interesan tanto al científico como al viajero. La historia política de Baalbek es la del país que lo rodea (Vea SIRIA).
La introducción del cristianismo en Baalbek es oscura. En la vida de Santa Eudocia, hay una mención de un Teodoto, Obispo de Heliópolis, en el reinado (117-138) de Hadrian (Acta SS., 1 Marzo, 8f.). El relato es de dudoso valor histórico y cuando Constantino prohibió las licenciosas prácticas paganas, no habían cristianos ahí. Constantino, sin embargo, erigió una iglesia o quizás simplemente transformó uno de los templos en una basílica cristiana, que le confió a un obispo con sacerdotes y diáconos (Eusebio, Vida de Const., III, viii). Durante el reinado de Julián (361-363) los cristianos fueron severamente perseguidos (Sozomen, Historia, V, x). El paganismo desapareció de Baalbek sólo después de que Teodosio (379-395) había destruido los ídolos y probablemente el Gran Templo. De los antiguos obispos de Baalbek (Heliópolis) sólo se conservan algunos nombres dispersos. Baalbek es ahora una sede titular archiepiscopal in partibus infidelium, con el reverendísimo Robert Seton, antiguamente de Newark, New Jersey, U.S.A., como titular del cargo, consagrado el 15 de julio de 1903. En 1861, Baalbek fue hecha un obispado maronita, con aproximadamente 30,000 católicos. La diócesis melquita fue erigida en 1868, y cuenta con 5,000 católicos con quince sacerdotes, mayormente monjes Basilianos. Los armenios del distrito están bajo el Arzobispo armenio de Alepplo, y los latinos bajo el vicario apostólico del mismo lugar (Vea ALEPPO). Los griegos ortodoxos (cismáticos), también tienen un obispo residente en Baalbek; incluso, el pueblo es una estación del Comité de Escuelas Británicas Sirias con dos misioneras, tres nativas y una escuela local, una escuela secundaria y un dispensario.
Sobre las ruinas de Baalbek, vea WOOD AND DAWKINS, Ruins of Baalbek (Londres, 1757); MURRAY, Handbook for Travellers (Londres, 1868); LEGENDRE in VIG, Dict de la Bib, s.v. Sobre el aspecto religioso de Baalbek, vea LEQUIEN, Oriens Christ. (París, 1740), II, 842; WERNER, Orb. Terr. Cath. (Friburgo im Br., 1890); Missionae catholicae (Roma, 1901); BATTANDIER, Ann. Pont. Cath. (París, 1907).
R. BUTIN
Transcrito por las Monjas Dominicas de Clausura, Monasterio Niño Jesús, Lufkin Texas
Dedicado a la unidad de los Cristianos
Traducido por A.L.C.
Fuente: Enciclopedia Católica