ARTESANOS

En los albores de la civilización, los hombres comenzaron a trabajar la tierra y fueron descubriendo poco a poco las formas de elaborar instrumentos para la agricultura, conseguir y preparar los alimentos, confeccionar sus vestidos, etcétera. En Gen 4:20-26 se nos muestra una especie de división del trabajo que se produjo entre los descendientes de †¢Adán y Caí­n. †œJabal fue el padre de los que habitan en tiendas y crí­an ganados†. Su hermano Jubal †œfue padre de todos los que tocan arpa y flauta†. Tubal-caí­n fue †œartí­fice de toda obra de bronce y de hierro†. Como se ve, se está hablando del origen de la agricultura, las artes y la artesaní­a. Nacen así­ los oficios, el conocimiento de los cuales es transmitido de padre a hijo, por generaciones. Es probable que los primeros instrumentos que se confeccionaron serví­an para conseguir (caza, agricultura) y preparar los alimentos. El hombre aprendió a preparar ropa para cubrirse y protegerse, así­ como lugares donde morar. Todo esto condujo a que fueran estableciéndose costumbres en cuanto a la manera de hacer las cosas. Al principio, cada individuo tení­a que aprender de todo, porque todo lo tení­a que hacer. Pero paulatinamente se fue produciendo la especialización, hasta llegar al momento en que se encargaba a un miembro de la comunidad la elaboración de un instrumento u objeto que todos necesitaban.

Así­, para la agricultura habí­a que preparar arados, instrumentos para cavar, vehí­culos para transporte, cuero, etcétera. En cuanto a vestidos, habí­a que saber hilar, coser y tejer, así­ como dar colores a las telas. Para la construcción de viviendas era necesario preparar tela y cuerdas para tiendas, o trabajar la madera, o hacer ladrillos. La necesidad de recipientes para preparar comida, vasos, jarras, etcétera, produjo los alfareros. Y para objetos con carácter ornamental o religioso surgieron los plateros y forjadores de metales. En Exo 31:1-5, al hablar de †¢Bezaleel, se nos da una idea aproximada del desarrollo artesanal que habí­an alcanzado los israelitas en el momento de su salida de Egipto. Este hombre era lleno del †œEspí­ritu de Dios, en sabidurí­a y en inteligencia, en ciencia y en todo arte, para inventar diseños, para trabajar en oro, en plata y en bronce, y en artificio de piedras para engastarlas, y en artificio de madera, para trabajar en toda clase de labor†. Cuando los israelitas llegan a la Tierra Prometida, todaví­a no eran expertos en el manejo de la tecnologí­a del hierro, la cual aprendieron de los filisteos (1Sa 13:19-22). Tampoco eran grandes carpinteros, porque en tiempos de Salomón fue necesario importarlos de entre los fenicios, pues †œHiram rey de Tiro envió a David embajadores, y madera de cedro, y albañiles y carpinteros, para que le edificasen una casa† (1Cr 14:1).
los conocimientos de artesaní­a se transmití­an de padre a hijo, y a veces se constituí­an pequeñas empresas familiares, los a. se iban agrupando hasta formar verdaderos gremios, llamados †œfamilias†, pues viví­an juntos en un lugar de la ciudad. Así­, leemos que †œlas familias de los escribas que moraban en Jabes fueron los tirateos…† (1Cr 2:55); †œ… y las familias de los que trabajaban lino en Bet-asbea…† (1Cr 4:21); en el valle de Carisim viví­a la familia de los †œartí­fices† (1Cr 4:14; Neh 11:35).

Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano