ARRENDAR

ekdidomi (ejkdivdwmi, 1554), principalmente, dar, entregar, rendir (ek, fuera, de; didomi, dar). Denota alquilar, arrendar. En el NT se usa en la voz media, con el significado de alquilar para provecho propio, en la parábola del padre de familia y su viña (Mat 21:33; RV: «dio a renta»; 21.41; RV: «dará a renta»); en Mc 12.1 y Luk 20:9 la RV traduce «arrendar» al igual que la RVR.¶ ARREPENTIR(SE), ARREPENTIMIENTO A. VERBOS 1. metanoeo (metanoevw, 3340), lit.: percibir posteriormente (meta, después, implicando cambio; noeo, percibir; nous, mente, el asiento de la reflexión moral), en contraste a pronoeo, percibir de antemano. Significa, por ello, cambiar de opinión o el propósito, y en el NT involucra siempre un cambio a mejor, una enmienda, y siempre, excepto en Luk 17:3, 4, de arrepentimiento del pecado. La palabra se halla en los Evangelios Sinópticos (en Lucas, nueve veces), cinco veces en los Hechos, doce veces en Apocalipsis, ocho en los mensajes a las iglesias (2.5, dos veces, 16, 21, dos veces, «no quiere arrepentirse»; 3.3,19; las únicas iglesias en este capí­tulo que no reciben exhortación a este respecto son las de Esmirna y Filadelfia); el único otro pasaje en que se halla es en 2Co 12:21: Véase también la nota general más abajo. 2. metamelomai (metamevlomai, 3338), (meta, como en el Nº 1, y melo, tener cuidado de), se usa en la voz pasiva en sentido de voz media, significando lamentar, arrepentirse en Mat 21:29, «arrepentido»; en el v. 32. no «os arrepentisteis»; en 27.32: «arrepentido»; en 2Co 7:8, dos veces: «no me pesa»; (RV: «no me arrepiento»); «lamenté» (RV: «arrepentí­»); y en Heb 7:21, el único pasaje del NT en que se usa (negativamente) de Dios.¶ Véanse PESAR, LAMENTAR. B. Adjetivos 1. ametanoetos (ajmetanovhto», 279), lit.: sin cambio de mente o de opinión (a, negativo, metanoeo, cambiar de opinión o de parecer; meta, significando cambio; nous, mente). Se usa en Rom 2:5, «no arrepentido».¶ Moulton y Milligan muestran de los escritos en los papiros que la palabra se usa también «en un sentido pasivo, no afectado por un cambio de mente, como ametameletos en Rom 11:29»: «sin arrepentimiento». 2. ametameletos (ajmetamevlhto», 278), no arrepentido de, sin lamentarse (a, negativo, y un adjetivo verbal de A, Nº 2). Significa «sin cambio de propósito». Se dice. (a) de Dios con respecto a sus dones y el llamamiento, «irrevocables» (RVR); «sin arrepentimiento» (RV); (b) del hombre (2Co 7:10, «arrepentimiento». metanoia, véase C) «de que no hay que arrepentirse»; la diferencia entre metanoia y metamelomai, aquí­ ilustrada, se expresa brevemente en el contraste entre arrepentimiento y lamentación.¶ C. Nombre metanoia (metavnoia, 3341), pensamiento posterior, cambio de parecer, arrepentimiento. Se corresponde en significado a A, Nº 1, y se usa del arrepentimiento del pecado o del mal, excepto en Heb 12:17, donde la palabra «arrepentimiento» parece significar, no simplemente un cambio de parecer de parte de Isaac, sino tal cambio que revertirí­a los efectos de su anterior estado de mente. La primogenitura de Esaú no podí­a ser devuelta, implicaba una pérdida irrevocable. Por lo que respecta al arrepentimiento del pecado, (a) se expone la demanda de parte de Dios sobre el hombre (p.ej., Mat 3:8; Luk 3:8; Act 20:21; 26.20); (b) la misericordia de Dios en dar arrepentimiento o llevando a hombres a El se expone (p.ej., en Act 5:31; 11.18; Rom 2:4; 2Ti 2:25). Los mss. más auténticos omiten la palabra en Mat 9:13 y en Mc 2.17, tal como lo vierte la VM. Nota: En el AT no es tan prominente el arrepentimiento con referencia al pecado como aquel cambio de parecer o propósito, por piedad hacia aquellos que han sido afectados por las propias acciones, o en quienes los resultados de las acciones no han cumplido sus esperanzas, un arrepentimiento atribuido tanto a Dios como al hombre (p.ej., Gen 6:6; Exo 32:14; lo cual no implica nada contrario a la inmutabilidad de Dios, sino que el aspecto de su mente cambia hacia un objeto que ha cambiado en sí­ mismo. Véase bajo RECONCILIAR). En el NT el tema tiene principalmente referencia al arrepentimiento del pecado, y este cambio de parecer involucra tanto un apartarse del pecado como un acercarse a Dios. La parábola del hijo pródigo es una notable ilustración de esto. Cristo empezó su ministerio con un llamamiento al arrepentimiento (Mat 4:17), pero el llamamiento es dirigido, no a la nación, como en el AT, sino al individuo. En el Evangelio de Juan, de carácter distinto a los Evangelios Sinópticos, mencionados arriba, no se menciona el arrepentimiento, ni siquiera en relación con la predicación de Juan el Bautista; en el Evangelio de Juan y en la 1ª Epí­stola se acentúan los efectos, p.ej., en el nuevo nacimiento, y, generalmente, en el volverse activamente del pecado a Dios por el ejercicio de la fe (Joh 3:3; 9.38; 1 Joh 1:9), como en el NT en general.

Fuente: Diccionario Vine Nuevo testamento