La arqueología ha arrojado considerable luz sobre el tipo de armas usadas en el antiguo Cercano Oriente. Además del descubrimiento de las armas en tumbas o ruinas de las ciudades excavadas, los bajos relieves frecuentemente representan las batallas de los reyes asirios mostrando las armas de combate. Los textos literarios, incluyendo la Biblia, dan detalles concernientes a la naturaleza y uso de las armas.
El arco y la flecha figuran como las armas más comunes en el Cercano Oriente durante los tiempos bíblicos. Se usaban en ambos extremos de la fértil media luna —Sumer y Egipto. Los bajos relieves representaban a los arqueros del ejército de Salmanasar sitiando una ciudad siria. Los arqueros son también prominentes en un relieve que muestra el ataque de Senaquerib sobre Laquis en Judá. Los egipcios usaban madera seca de un metro y medio de largo para sus arcos y hacían las cuerdas de cuero o de tripas de animales. El arquero sostenía el extremo inferior de la cuerda con sus pies, en el suelo, y doblaba el extremo superior hacia abajo para poder asegurar la cuerda en un nicho. El jeroglífico egipcio que representaba la palabra †œsoldado† muestra a un hombre agachado con un arco y una aljaba.
Las flechas que han sido desenterradas en varias partes del Cercano Oriente aparecen en una amplia variedad de formas y materiales. Las primeras puntas de flecha se hacían con cascajos de pedernal o con pedazos de hueso. Los metales, como el bronce y luego el hierro, llegaron a ser más tarde los materiales comunes para las puntas de las flechas que se ajustaban en una flecha hecha de caña o de madera liviana. Para dar dirección a la flecha se colocaban dos mitades de una pluma en el extremo posterior de la flecha. Las flechas se guardaban en una aljaba que se llevaba en el lado izquierdo o en la espalda del arquero.
El arco y la flecha se usaban en el deporte de la caza. Isaac, en su ancianidad, envió a Esaú al campo con esta orden: †œToma pues ahora tus armas, tu aljaba y tu arco, y sal al campo y tráeme caza† (Gn. 27:3). Los arqueros filisteos, en el monte de Gilboa, hirieron a Saúl y mataron a su hijo Jonatán (1 S. 31:1–3). En el campo de batalla de Ramot de Galaad, un arquero sirio †œdisparó su arco a la ventura† e hirió mortalmente al rey Acab de Israel (1 R. 22:34). Más tarde, en el campo de batalla de Meguido, los arqueros del ejército del faraón Necao hirieron mortalmente a Josías (2 Cr. 35:23). El arco era un arma importante del Cercano Oriente hasta la batalla de Maratón (490 a. de J.C. ) cuando las lanzas griegas resultaron ser más efectivas que los arcos persas.
Los arqueros eran tenidos en gran honra entre los israelitas. Jonatán, el hijo del rey Saúl, era reconocido como un arquero experto (2 S. 1:22). Las flechas podían herir y matar por sí mismas, pero en ocasiones se les ponía veneno para que fueran más mortíferas. Aun se lograba otra manera de sembrar destrucción horadando las puntas de las flechas en varios lugares y rellenando los huecos con estopa empapada con algún combustible. A la hora de la batalla se encendía la estopa y el tiro de flecha clavaba su fuego en el blanco señalado. El salmista habla de los juicios de Dios, quien †œha preparado armas de muerte, y ha labrado saetas ardientes† (Sal. 7:13). Pablo urgía a los cristianos efesios a tomar †œel escudo de la fe† a fin de que pudieran †œapagar todos los dardos de fuego del maligno† (Ef. 6:16).
La honda era usada por los pastores para proteger sus rebaños de los ataques de las bestias salvajes. David, siendo un joven pastor, había aprendido el uso de la honda y sacó ventaja de este conocimiento cuando se enfrentó con el campeón filisteo Goliat (1 S. 17:1-54). Las hondas antiguas eran hechas de dos cuerdas de nervio, cuero o lazo con un receptáculo de cuero en medio del cual se colocaba una piedra pequeña o pedazo de plomo. Para operar la honda, el pastor o guerrero la giraba rápidamente una o dos veces por sobre su cabeza y entonces descargaba la piedra soltando una de las cuerdas. Un experto tirador, como David, lograría que la piedra pegara en el blanco preciso. Se tenía gran cuidado en la selección de las piedras. Ciertas piedras de pedernal para honda descubiertas durante las excavaciones de Tell Beit Mirsim habían sido pulidas cuidadosamente y trabajadas por los antiguos guerreros. Los benjamitas eran notables por su destreza con la honda. Durante la guerra entre Benjamín y otras tribus había †œsetecientos hombres escogidos, que eran zurdos, todos los cuales tiraban una piedra con la honda a un cabello, y no erraban† (Jue. 20:16; comparar con 1 Cr. 12:2).
Durante la conquista de Canaán, la suerte de los vecinos de Israel fue una completa destrucción †œa filo de espada† (compárese Jos. 7:21; 10:28–38; 11:12). La espada y la daga, eran armas mortales usadas en el combate cuerpo a cuerpo. Espadas ricamente ornamentadas han sido desenterradas en Mesopotamia y Egipto. Las espadas egipcias tenían de 75 a 90 cms. de largo, con un doble filo que remataba en punta. El rey, sin embargo, usaba una espada más pequeña en su cinto. Frecuentemente estaba ornamentada con una o dos cabezas de halcón, que representaban al dios Orus.
Parece que las espadas usadas en Israel eran muy cortas. Ahod usó una de 0.45 a 0.50 mts. cuando mató a Eglón, el moabita, opresor de Israel (Jue. 3:16-23). La espada se llevaba normalmente en una vaina que se ajustaba a la cintura (1 S. 17:39; 2 S. 20:8). Las hojas eran normalmente de hierro, un hecho que les daba una ventaja a los filisteos sobre los israelitas, hasta que el monopolio del hierro de los filisteos se acabó durante el reinado de David (1 S. 13:19). La espada de †œdos filos† es notoria como un arma temible (Jue. 3:18; Sal. 149:6).
Se han descubierto dagas en *Laquis y *Meguido del período anterior a la entrada de los patriarcas en Canaán. Especímenes de una espada curva, que datan del 1800 a. de J.C. , afilada en ambos lados, se hallaron en *Siquem; una daga del tipo de los hiksos en Palestina, de 2000 a 1500 a. de J.C. , tiene su filo en forma de hoja de árbol. Una daga de los heteos descubierta en *Bet-sán data del siglo XV a. de J.C. Una daga de Laquis del siglo XVI a. de J.C. , ostenta una inscripción que es uno de los ejemplos más antiguos de escritura alfabética (véase ALFABETO).
Durante sus excavaciones en Gerar, Flinders Petrie descubrió una fábrica de espadas y un centro de fundición de hierro. Cerca de una caldera descubrió puntas de lanza, dagas y puntas de flechas que datan del 1300 al 800 a. de J.C.
Las lanzas egipcias tenían de 1.50 a 2 mts. de largo, con cabezas de bronce o hierro. Las jabalinas eran más livianas y más cortas, de apenas 1.20 mts. La punta de lanza tenía un hueco en el cual encajaba el mango de madera. Muchas puntas de lanza de varios tamaños se han hallado en las excavaciones de Palestina.
Goliat de Gat iba armado con una enorme lanza (1 S. 17:7), pero David lo tumbó con su honda. Saúl, en sus celos enfermizos en cuanto a la popularidad de David, le tiró una lanza al joven, esperando clavarlo a la pared (1 S. 18:10, 11; 19:9, 10). Más tarde, en un ataque de ira, Saúl arrojó una lanza contra su propio hijo Jonatán (1 S. 20:33).
El hacha de batalla era una versión mejorada del garrote primitivo. En Egipto el hacha de batalla de tiempos pasados incluía un mango de 0.60 a 0.80 mts. de longitud, con una cuchilla de bronce o hierro la cual se aseguraba al mango por medio de cuñas de bronce. El mango se amarraba para prevenir rajaduras. Las hachas de batalla eran conocidas también por los heteos, asirios, babilonios y elamitas. En Jeremías 51:20, a Babilonia se le designa como †œmartillo† en la mano del Señor, por medio del cual Dios humilla a las naciones que están maduras para el juicio. La palabra †œmartillo† fue usada por el profeta probablemente con la idea del garrote en lugar de la más sofisticada †œhacha de batalla†.
Los arietes se usaron para abrir boquetes en las murallas de la ciudad sitiada. Tales arietes (compárese Ez. 4:2; 21:22) eran hechos uniendo una cabeza metálica a una enorme viga. Doscientos hombres se necesitaban para levantar la viga y tratar de romper la muralla. Se idearon máquinas para lanzar grandes piedras y flechas. Torres móviles podían acarrear hombres y proyectiles hasta la muralla de la ciudad sitiada.
La pieza más usada del armamento de defensa era el escudo. El escudo estaba elaborado para cubrir todo elcuerpo. Era de forma oval o rectangular y, en el caso de Goliat por lo menos, un escudero iba delante del guerrero para protegerlo durante la batalla (1 S. 17:7). Los ejércitos de Judá, en tiempo de Asa (1 S. 17:7), incluían a los portadores de escudos.
Los escudos eran generalmente hechos de madera o mecha tejida recubierta con cuero. Ezequiel anuncia un día cuando los †œescudos y broqueles† junto con otras armas serán quemados (Ez. 39:9). Los escudos de bronce se usaban ya en el tiempo de Roboam (1 R. 14:27), pero probablemente eran muy costosos para ser producidos en gran escala.
Desde los primeros tiempos, los sumerios, elamitas y sus sucesores en el sur de Mesopotamia usaban yelmos cuando iban a la batalla. La cabeza de un toro o buey salvaje se usaba algunas veces, tal vez con el propósito mágico de recibir la fortaleza del animal cuya réplica usaba el soldado. Posteriormente se adoptó un gorro de cuero, pero continuaron usándose los cuernos. Algunas veces los soldados babilonios eran representados con varios pares de cuernos.
Los elamitas introdujeron los yelmos metálicos, los que fueron adaptados de varias maneras por los babilonios y asirios. Los yelmos heteos dibujados en las murallas del templo de Karnak en Egipto to tienen la forma de un gorro para la cabeza. Los egipcios mismos no usaron yelmos sino hasta una época avanzada de su historia.
El gigante filisteo Goliat usaba un yelmo de bronce al desafiar a los ejércitos de Israel (1 S. 17:5). David estaba desarmado con excepción de su honda, pero después que hubo matado a Goliat, Saúl le colocó un †œcasco de bronce† en su cabeza (1 S. 17:38). Durante los prósperos días del rey Uzías, el ejército de Judá estaba equipado con yelmos (2 Cr. 26:14).
Cotas de malla que se usaban para proteger el cuerpo de los soldados durante el combate se han descubierto en Ras Shamra, Boghazkoy y Alalakh las que datan del siglo XV a. de J.C. , aproximadamente. Las tablillas de Nuzi, del mismo período, mencionan armaduras para carros y caballos. En el período de los Macabeos los elefantes eran protegidos con una armadura (1 Mac. 6:43).
Goliat usó una cota de malla de bronce (1 S. 17:5) aunque los soldados comunes de esa época probablemente usaban cotas de cuero. Se mencionan cotas de malla como parte del equipo del ejército de Uzías (2 Cr. 26:14) y también de los trabajadores armados de Nehemías que estaban preparados para defenderse de los ataques de los samaritanos (Neh. 4:16).
BIBLIOGRAFIA: Yigael Yadin, The Art of Warfare in Biblical Lands, 2 vol. McGraw-Hill, New York, 1963. A. G. Barrois, †œL†™Outillage et la Metallurgie†, Manuel d†™Archeologie Biblique, I, Editions Auguste Picard, Paris, 1939.
Fuente: Diccionario Bíblico Arqueológico