ARAQ EL-EMIR

Este sitio se encuentra ubicado en el Wadi Sir, un wadi de buena irrigación en la Transjordania que corre hacia el suroeste desde la llanura oriental y se une con el Wadi Kefrein el cual desciende al valle del Jordán. Está en lí­nea directa de Jericó a Amán, ca. de 29 kms. al oriente de jericó y 16 kms. al oese de Amán y ocupa la ribera occidental del Wadi Sir. La ubicación de por sí­ es impresionante, porque hay una fuente continua de agua de numerosos arroyos lo cual posibilita la irrigación de jardines sobre terrazas a lo largo del wadi. También hay una vista que domina el descenso al mar Muerto el cual se encuentra a 610 mts. bajo el nivel de †™Araq el-Emir.
I. Descripción de los Monumentos. Tan impresionante como su ubicación son las ruinas, ya que esta área fue el hogar de Tobí­as de Amón, una familia rica e influyente, especialmente en el perí­odo persa. Hay tres áreas principales de interés arqueológico.
A. Las Cavernas. Primero están las cuevas por las cuales el sitio ha sido llamodo. Al lado occidental del wadi, más allá de los jardines en las terrazas, la superficie de un risco ha sido pulida, las puertas y ventanas se han labrado en la roca, se han esculpido cavernas de gran tamaño, y el conjunto ha sido rubricado con la inscipción del nombre †œTobí­as† dos veces en la roca. Estas son las †œcavernas del prí­ncipe†, el †™Araq el-Emir.
B. †™Araq. Segundo, hay una villa de †™Araq, la cual se encuentra a alrededor de 219 mts. del acantilado. La villa está edificada en una roca que sobresale del borde de los riscos que rodean el wadi Sir. En la villa hay rastros de murallas que cercaban una ciudad antigua en un área de casi 1 ha. Desparramados alrededor, en la parte sureste de la villa, se encontraton fragmentos de arquitectura, incluyendo estrí­as y piedras adornadas con motives decorativos.
C. El Qasr. Tercero, la ruina que es tal vez la más impresionante y la más diffí­cilde explicar es la de Qasr el- †™Abd, †œel Castillo del esclavo†. Esta es la ruina de un inmenso edificio cuya función se desconoce. W. F. Albright opina que era el mausoleo de Tobí­as (The Archaeology of Palestine, Rev. ed. , Penguin Books, Baltimore, 1960, pág. 150); pero otros suponen que era un palacio, templo a fortaleza. En cuanto al origen del nombre y las leyendas concernientes al Qasr el- †™Abd, véase: H.C. Bulter, Syria, Div
II, Sec. A, E. J. Brill, Leiden, 1919; C. R. Conder, Heth and Moab, 3a. ed. , Macmillan and Co., London, 1892).
El Qasr el- †™Abd es una estructura importante; ha sido descrita por Rostovtzeff como †œla única ruina helénica de gran interés en la Transjordania† (Social and Economic History of the Hellenistic World, Oxford University Press, Oxford, 1959, pág. 426). Su tamaño y las proporciones de los materials de construción son importantes. La estructura es ca. 37 por 49 mts. Construida con inmensas piedras calizas que varí­an en tamaño pero que oscilan entre 3 mts. de altura y 5 mts. de largo. Las piedras estaban unidas por un arreglo de escuadra machimbrada sellada con grafito. Todo el edificio estaba elaboradamente decorado con una mezcla de estilos orientales y helénicos. Lo que más rápidamente atrae la atención del turista es el friso que tiene 2 mts. de altura. Se ha conservado en la esquina noreste. Sobre este friso dos inmensos leones esculpidos se ven sobre la pared.
II. Investigacion y Documentacion Inicial. El descubrimiento de †™Araq el-Emir en tiempos modernos data de 1817 cuando C.L. Irby y James Mangles visitaron el sitio. Fue también visitado por C.R. Conder hacia fines del siglo XIX. El estudio más impotante del lugar, hasta las excavaciones recientes, fue elaborado por Howard C. Butler de la expedición de la Universidad de Princeton a Siria en 1904–5 quien midió cuidadosamente el sitio y presentó dos reconstrucciones como alternativas para el Qasr el-†™Abd.
Se encontró documentación significativa en las Antigüedades de Josefo (XII. 228-234) donde el lugar está descrito con considerable exactitud. Su descipción de Qasr el-†™Abd indica que se encontraba rodeado de un ancho y profundo pozo y llama la atención al friso de los leones. También menciona las cuevas y dice que se usaron para celebrar banquetes, como dormitorio y habitación. Se señala la defensibilidad de las cavernas; él escribe, referente al constructor: †œLas entradas a las cavernas †¦ él las hizo más angostas para que sólo una persona y no más pudiera entrar a la vez; y este arreglo se hizo deliberadamente por razones de seguridad, a fin de evitar el peligro de ser sitiado.†
Otra documentación se encontró en el *papiro de Zenón, pero ésta será discutida más adelante.
III. Excavación. El primer intento de excavación en †™Araq el-Emir fue emprendido en abril y mayo de 1961 por la Escuela Americana de Investigación Oriental. Durante estos meses fue hecho un sondeo bajo la dirección de Paul W. Lapp. El trabajo fue continuado en septiembre de 1961 con una excavación a completa escala.
Durante el sondeo, 2 áreas fueron investigadas: (1) 2 cuadros fueron abiertos en la villa de †™Araq y (2) 6 cuadros en y alrededor de Qasr el-†™Abd. Las 2 áreas en íraq revelaron 4 estratos de ocupación en los dos o más metros de escombros sobre la base rocosa. La cerámica de estos cuadros procedí­a principalmente del perí­odo ca. 200 a. de J.C. —200 d. de J.C. , pero habí­a también fragmentos del hierro I (alrededor del siglo XI al siglo X a. de J.C. ) cerámica que fue descubierta en el estrato IV.
La investigación del Qasr el-†™Abd reveló, en todos los cuadros, la misma estratifición básica de los tres perí­odos de ocupación. Los estratos I y II eran bizantinos. El estrato I data de alrededor del siglo V d. de J.C. , después del terremoto que destruyó el edificio (posiblemente el terremoto que derribó las murallas de Kerak en el 365 d. de J.C. ). El estrato II era una ocupación anterior al 365 d. de J.C. Hay muy poca evidencia de los perí­odos de la ocupación original del edificio (estrato III). De este perí­odo se encontraron solamente una moneda muy desgastada, la que fue considerada del siglo II a. de J.C. , por el padre Spijkerman del Museo de la Flagelación en Jerusalén, la base de un plato decorativo y lo que posiblemente era la boca de un jarro. Estos señalan al origen helénico del Qasr el- †™Abd. (Para detalles véase: Paul W. Lapp, †œSounding in †™Araq el-Emir†, BASOR , No. 165, 1962, págs. 16–34).
IV. Ocupación. Los sondeos en 1961 revelaron información concerniente a los perí­odos de ocupación. Hay evidencia de una colonización en el perí­odo del hierro I. Luego hay una brecha hasta la ocupación más antigua helénica a principios del siglo II a. de J.C.
A. El papiro de Zenón. Estos hallazgos dan solución a una cuestión antigua pero crean una nueva. L. H. Vincent y B. Mazar prefieren una fecha en el siglo III a. de J.C. para el Qasr el- †™Abd. Esta posición está basada en la referencia del papiro de Zenón a una fortaleza(gr. baris; arameo, birta) en el tiempo de Tolomeo II Filadelfo. Dos cartas de Tobí­as, fechadas en el 259 a. de J.C. , informan de la aceptación del pedido que hizo Tolomeo de ciertos animales. Tambián, hay un contrato de venta de una muchacha esclava hecho a †œBirta de Ammanitis†, es decir, los cuarteles generales de Tobí­as. Esta birta esidentificada por Vincent y Mazar, junto con otros, con el Qasr el-íbd. Sin embargo, no hay evidencia para fechar el edificio en el siglo III, haciéndose necesaria una investigación en algún otro lugar para el sitio mencionado en el papiro de Zenón.
B. La fecha del Qasr el-†™Abd. Josefo acredita la construcción de esta estructura a Hircano, quien era nieto de Tobí­as. Alrededor del 200 a. de J.C. , Hircano fue forzado a huir de su casa paterna y construyó una fortaleza, la cual llamó †œTiro† (el gr. tyros, que es la transliteración de la forma aramea tura y el hebreo sur, †œroca, fortaleza†), Albright acepta la narración de Josefo sobre el origen de la estructura y la fecha alrededor del 175 a. de J.C. (The Archaeology of Palestine, pág. 150). El Qasr el-†™Abd, por lo tanto, puede ser una de las estructuras posteriores que se erigieron en †™Araq el-Emir, mientras que la historia de su ocupación se remonta mucho más atrás.
La naturaleza de la colonización de la edad del hierro no está aún clara. Mientras que la evidencia para la occupación del †™Araq el-Emir en la edad del hierro no es abundate, las investigaciones arqueológicas han mostrado que el área alrededor fue colonizada extensivamente en la edad del hierro y que la población creció en densidad durante los peródos helénicos y romanos
(Véase: Nelson Glueck, Explorations in Eastern Palestine, IV, AASOR , 25–28, págs
355 y sigtes.) La ocupación más sobresaliente en íraq el-Emir, sin embargo, fue la de Tobí­as.
C. La Inscripción de Tobí­as. Uno de los factores significativos para identificar el sitio es la inscripción del nombre †œTobí­as† (t-w-b-y-h) en la superficie del risco donde las cavernas están ubicadas. Albright considera que la inscripción es de caracteres arameos del siglo III a. de J.C. e identifica este Tobí­as con el Tubí­as del papiro de Zenón (Archaeology of Palestine, pág. 149). Sin embargo, B. Mazar, coloca la inscripción a finales del siglo VI o principios del siglo V. a. de J.C. Considera el teth como la forma transitiva del antiguo hebreo y el arameo del perí­odo persa y llama la atención a la forma arcaica del yod (†œThe Tobiads† IEJ , VII, 1957, págs. 141, 142). El teth es esencialmente la forma posterior de la letra y la forma del yod probablemente puede explicarse por la naturaleza de la escritura; esto es, que es una inscripción formal que ha utilizado una forma arcaica.
El hecho de que las referencias literarias al †™Araq el-Emir datan de mediados del siglo III indica que este fue su perí­odo de prominencia y falta de evidencia arqueológica de una extensa actividad de construcción antes del principio del siglo II debiera considerarse en este caso. Parece innecesario fechar la inscripción antes del siglo III a. de J.C. , aunque podrí­a remontarse al tiempo de Tobí­as, el contemporáneo de Nehemí­as
Véase: R. A. Bowman, †œThe Book of Nehemiah (Exposition)†, IB, III, Abingdon Press, New York, 1954, pág. 676.
V. Pertinencia al Estudio Biblico. La asociación entre íraq el-Emir y la Biblia es bastante clara. El nombre Tobí­as se menciona primeramente en Zacarí­as 6:9–14 como uno de los judí­os ricos y bien vinculados, quien respalda al sumo sacerdote sadoquita. El origen de la familia probablemente se remonta mucho tiempo atrás (ben Tabeel, en Is. 7:6, se ha sugerido como un miembro de la familia), pero el perí­odo más prominente para ellos comienza ca. 520 a. de J.C. (Para una discusión detallada de los orí­genes de la familia véase: Mazar, †œThe Tobiads†.)
A. Nehemí­as. En el libro de Nehemí­as, los Tobí­as aparecen bien establecidos en la Transjordania. A Tobí­as se le llama †œel siervo amonita† en Nehemí­as 2:19 como un término de mofa. La expresión †œsiervo†, sin embargo, como aparece en los sellos de la época, designa a un oficial del reino. En este caso, Tobí­as podrí­a ser un persa designado para gobernar el territorio amonita. Este mismo Tobí­as estaba emparentado, por matrimonio, con el sumo sacerdote Eliasib y era altamente apreciado por él (Neh. 13:4-7). También era prominente en los asuntos de Jerusalén (Neh. 6:17-19). Ha sido largamente debatido si Tobí­as era un judí­o, un amonita o una mezcla sanguí­nea; pero ninguna conclusión cierta puede hacerse sobre la materia.
Habí­a una gran rivalidad entre Nehemí­as y Tobí­as. Tobí­as aparece primero como uno de los oponentes a la reconstrucción de las murallas de Jerusalén (Neh. 2:17-20; 4:7-9; 6:1 y sigtes.); pero, cuando estuvieron listas, se radicó en la ciudad. Una acción decisiva fue finalmente tomada por Nehemí­as, quien, sabiendo que Eliasib le habí­a dado a Tobí­as cámaras en el templo durante su ausencia de la ciudad, echó a Tobí­as, arrojó fuera todos sus muebles y limpió los cuartos donde él habí­a estado (Neh. 13:6-9).
B. Los Macabeos y Josefo. Aun después del episodio de Nehemí­as 13 la influencia de los Tobí­as en Jerusalén no habí­a terminado. De acuerdo con Josefo, fue simplemente porque era inseguro para él ir a Jerusalén que Hircano fue a la Transjordania donde construyó su fortaleza. Cuando Antioco IV Epí­fanes subió al trono de Siria, Hircano se suicidó por temor a las represalias, porque él habí­a sido del bando de los egipcios. Sus tierras fueron confiscadas por Antioco (Josefo, Antigüedades XII, 236). De este perí­odo hay sólo dos referencias a esta área, las cuales se relacionan con la invasión de Antioco: 1 Macabeos 5:9-13 que se refiere a la †œtierra de Tob†; y 2 Macabeos 12:17 que se refiere a los judí­os llamados †œtubieneses†.
BIBLIOGRAFIA: Paul W. Lapp, †œSoundings at †™Araq el-Emir (Jordan)†, BASOR , No. 165, 1962, págs. 16–34, C. C. McCown, †œThe †™Araq el-Emir and the Tobiads†, BA , XX, 1957, págs. 63–76. B. Mazar, †œThe Tobiads†, IEJ . VII. 1957, págs. 137–145, 229–238. L. H. Vincent, †œLa Palestine dans les papyrus ptolemaïques de Gerza†, RB , XXIX, 1920, págs. 161–202.

Fuente: Diccionario Bíblico Arqueológico