APOCRIFOS Y PSEUDOEPIGRAFICOS DEL NT, LIBROS

Entre los siglos II y V de la era cristiana surgió una gran cantidad de escritos que supuestamente trataban de llenar los huecos de información que algunos encontraban en los evangelios y las epí­stolas del NT, especialmente en lo relativo a la vida del Señor Jesús, la Virgen Marí­a y las primeras acciones de los apóstoles. También con proposiciones doctrinales de carácter herético, muchas veces en la forma de epí­stolas o tratados. Así­, aparecieron los llamados †œevangelios apócrifos†, como el de los Egipcios, el de los Ebionitas, el de Marción, el de los Doce Apóstoles, el de Bernabé, el de Pedro, el de Bartolomé, el Pseudo-Mateo, el de Tomás, etcétera. Sobre la vida de Marí­a y la de José circularon varias obras, entre ellas la Natividad de Marí­a, la Dormición de Marí­a, el Evangelio de José el Carpintero, y otras.

Muchos de estos escritos tienen un evidente origen gnóstico. De particular relevancia entre éstos son los documentos de †¢Nag Hammadi. En ese lugar de Egipto se descubrieron en el año 1945 trece códices contentivos de unos cuarenta y ocho a cincuenta trabajos separados y que incluyen, entre otros, el Apocalipsis Apócrifo de Santiago, el Libro de Tomás el Atleta, el Evangelio de Tomás, la Sabidurí­a de Jesús el Cristo, la Epí­stola de Pedro a Felipe, el Pensamiento del Gran Poder, el Evangelio de la Verdad, etcétera.
la literatura apócrifa y pseudoepigráfica del NT es frecuente la descripción de sucesos espectaculares y fantasiosos, especialmente en los llamados evangelios. Además de la influencia gnóstica se pueden encontrar en muchas de estas obras claras intenciones docetistas, que tratan de probar que el Señor Jesús no tení­a un verdadero cuerpo, sino que era una especie de aparición, negando así­ la doctrina de la encarnación. Algunas pretenden dar más relevancia al papel de la Virgen Marí­a. Otras surgieron en los momentos en que comenzaban las tendencias monásticas y ascéticas en el seno de la Iglesia y se inclinaban a justificarlas. No debe por ello pensarse que no son de ningún interés, pues a través de ellas se puede apreciar la evolución de parte del pensamiento cristiano en aquellos siglos y aprender sobre las cosas que preocupaban a los creyentes de entonces.

Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano