AMON, HIJOS DE AMONITAS

Tribu semita que desciende de la unión incestuosa de una de las hijas de †¢Lot con su padre. El hijo así­ concebido fue llamado †œBen-ammi, el cual es padre de los a. hasta hoy† (Gen 19:38). Habitaban al oriente del territorio de la tribu de Gad, teniendo por frontera N el rí­o †¢Jaboc y al E el desierto. Su principal asentamiento era †¢Rabá. La Biblia generalmente los llama †œlos hijos de Amón†. Dios ordenó a Israel respetar el derecho de los a. (†œno los molestes, ni contiendas con ellos† [Deu 2:19]). Pero no podí­an participar en el culto †œni hasta la décima generación† (Deu 23:3-4).

Aunque pueblos con parentesco entre sí­, los a. y los israelitas mantuvieron una historia de constantes conflictos. Por sí­ mismos o aliados a los amalecitas o moabitas, los a. pelearon contra Israel desde los tiempos de los Jueces. †¢Aod (Jue 3:13), y †¢Jefté (Jue 10:6-18; Jue 11:1-40) fueron lí­deres que dirigieron a Israel en su lucha contra los a. La decisión de tomar un rey fue hecha por los israelitas ante la inminencia de un ataque de †¢Nahas, rey de los a. (1Sa 12:12). Elegido Saúl, †œhizo guerra … contra los hijos de A.† y los venció (1Sa 14:47). Nahas protegió a David cuando Saúl le perseguí­a. Cuando murió este rey a. David envió una embajada al hijo que reinó en su lugar, pero ésta fue desairada, lo cual fue motivo de guerra, decidida en una batalla que ganó Joab (2Sa 10:1-19), que luego sitió a Rabá.
esta guerra tuvo lugar el incidente de David y †¢Betsabé y †¢Urí­as heteo (2 S. 11). Finalmente Rabá fue tomada y su población puesta en servidumbre (2Sa 12:26-31). Cuando David huí­a de †¢Absalón, un hijo de Nahas le ayudó (2Sa 17:27). Salomón casó con una princesa a., de la cual nació su sucesor, †¢Roboam (1Re 14:21). Esta mujer le introdujo en el culto de †œMilcom, í­dolo abominable de los a.† (1Re 11:5). En tiempos de Josafat, los a. se unieron a los moabitas para atacar Jerusalén, pero se confundieron y se mataron entre sí­ (2Cr 20:1-30). Fueron tributarios en tiempos de †¢Uzí­as (2Cr 26:8) y vencidos por †¢Jotam, que volvió a ponerles bajo tributo (2Cr 27:5).
í­as advirtió a los a. que debí­an servir a †¢Nabucodonosor (Jer 27:1-8). Aparecen tropas a. como aliadas de los caldeos cuando éstos atacaron Jerusalén (2Re 24:1-2). Quizás por eso se les permitió invadir †¢Galaad, para ensanchar sus fronteras hacia el O, donde cometieron muchas atrocidades (Amo 1:13-14). Pero más tarde †¢Baalis, rey a., conspiró y ordenó matar a †¢Gedalí­as †œa quien el rey de Babilonia habí­a puesto para gobernar la tierra† (Jer 40:14; Jer 41:1-2). Esto sugiere la posibilidad de que los a. se rebelaran contra Nabucodonosor, que hizo una expedición punitiva en la cual hubo un momento en que tuvo que decidir a cuál pueblo atacarí­a primero, si a Jerusalén o a los a. (Eze 21:18-21, Eze 21:28-32). Profecí­as de destrucción fueron pronunciadas contra †œlos hijos de A.† (Jer 49:1-6), diciéndose que desaparecerí­an como pueblo (Eze 25:10).

Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano