AKELDAMA

(Campo de Sangre).
Nombre que los judí­os le dieron al campo comprado con el †œsalario de la injusticia† pagado a Judas Iscariote por traicionar a Jesucristo. (Hch 1:18, 19.) Se ha relacionado este campo con Haqq ed-Dumm (que significa: †œPrecio de Sangre†), un terreno llano situado en la parte meridional del valle de Hinón, sobre la †œColina del Mal Consejo†, y que se encuentra a poca distancia del punto de ascenso a la pendiente. En este lugar se hallan los restos de un osario. Ligeramente al SE. se encuentra el Minzar Haqal Dema´ (Monasterio de Akéldama), construido sobre restos de tumbas cavadas en la ladera.
El comentario registrado en Hechos 1:18 respecto a que Judas †œcompró un campo† indica que o bien aportó los medios para su compra en ese momento, o bien fue entonces cuando se materializó la compra. El relato de Mateo 27:3-10 muestra que los sacerdotes emplearon las treinta piezas de plata (en siclos, 66 dólares [E.U.A.]) que Judas arrojó en el templo para efectuar la compra, y que este †œCampo de Sangre† antes habí­a sido un campo que los sacerdotes habí­an obtenido de un alfarero para †œsepultar a los extraños†. (Véase CAMPO DEL ALFARERO.) La zona referida en el primer párrafo como probable ubicación de dicho campo se ha usado desde los primeros siglos como lugar de entierro.

¿Por qué atribuye Mateo la profecí­a de Zacarí­as 11:12, 13 a Jeremí­as?
El cumplimiento de la profecí­a registrada por Mateo se basa en †œlo que se habló mediante Jeremí­as el profeta†. En ciertas épocas su libro ha figurado como el primero de los †œÚltimos Profetas†, sección que no solo incluí­a los escritos de Jeremí­as, sino también los de Zacarí­as. (Compárese con Lu 24:44.) La cita de Mateo parece estar tomada principalmente de Zacarí­as 11:12, 13, aunque parafraseada y aplicada por el evangelista, bajo la inspiración del espí­ritu de Dios, a las circunstancias que concurrieron en su cumplimiento. Por tratarse del campo de un alfarero, se consideraba que el suelo estaba muy explotado, y por lo tanto tení­a muy poco valor: el precio que se hubiese pagado por un esclavo.

Fuente: Diccionario de la Biblia