Descripción que hace Pablo de una dolencia física que le afligía, y de la cual había orado para que fuese librado (2Co 12:7). Algunos sostienen que era una inflamación de los ojos. Pablo por lo general dictaba sus cartas y luego las firmaba de mano propia (1Co 16:21; 2Th 3:17). El final de Gálatas lo escribió con su propia mano, pero se disculpó por sus grandes letras (Gal 6:11). Su afección no era aparentemente sólo dolorosa, sino además desfigurante. Los gálatas no le despreciaban por ello y, de ser posible, se hubieran sacado sus propios ojos para dárselos al Apóstol (Gal 4:13-15). El dice que no pudo reconocer al sumo sacerdote (Act 23:5). Otros han pensado que tenía una clase de fiebre malaria.
Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano