La palabra se deriva del gr. agon, contienda, lucha, y expresa profundo conflicto y dolor. La agonía de Cristo fue tal que su sudor era como grandes gotas de sangre (Luk 22:44; comparar Mat 26:36-46; Mar 14:32-42; Heb 5:7-8). Su agonía fue una combinación de su horror de tener que convertirse en pecado por nosotros, la separación de Dios el Padre que ello significaba y su lucha con los poderes de las tinieblas.
Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano
Del huerto, Luc 22:44.
Diccionario Bíblico Cristiano
Dr. J. Dominguez
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Fuente: Diccionario Bíblico Cristiano
La palabra griega agōnia posee tres significados: (1) lucha o combate por la victoria, (2) ejercicio gimnástico, (3) cuando se refiere al estado de la mente, entonces significa «angustia» (LSJ, p. 19). Lo mismo que su pariente agōn, el significado más frecuente que tiene es el de lucha o combate.
La palabra aparece tres veces en la LXX (2 Macabeos 3:14, 16; 15:19, donde aparece con el significado de «angustia»).
En el NT sólo aparece en Lc. 22:44 («agonía» RV60). No es seguro que Lc. 22:43, 44 fuera parte del texto que Lucas escribiera originalmente. Algunos eruditos creen que los escribas lo añadieron a la narración como un fragmento de tradición histórica que no se encontraba en ningún Evangelio. No está en duda la historicidad de estos versículos, sino sólo su autenticidad como parte del texto original de Lucas.
Mt. 26:36–46 nos narra que Cristo oró tres veces en Getsemaní. La primera vez presupone que la copa puede pasar de él, pero añade «no sea como yo quiero, sino como tú». La segunda y tercera veces da por sentado que la copa no puede pasar de él, y añade otra vez, «hágase tu voluntad». La agonía o angustia de Jesús durante este tiempo muestra su lucha interna.
¿Qué significa esta experiencia de Jesús? No que tenía miedo a la muerte. Cuando Herodes Antipas quiso matarlo, no demostró ningún temor, sino una firme convicción de que moriría en Jerusalén (Lc. 13:31–35). Para ser precisos, Jesús estaba plenamente consciente de su papel como aquel que cargaría con el pecado. Para un ser sin pecado el ser «hecho pecado» (2 Co. 5:21) con toda seguridad envolvería una lucha interna. Stauffer sugiere (TWNT, I, p. 140) que la agonía de Jesús estaba en su profundo interés por la victoria (compare Lc. 22:44 con Lc. 12:49–50). Una cosa sí es cierta, esa experiencia era algo que una mente puramente humana no podía soportar.
- Berkeley Michelson
LSJ Liddell, Scott, Jones, Greek-English Lexicon
LXX Septuagint
RV60 Reina-Valera, Revisión 1960
TWNT Theologisches Woerterbuch zum Neuen Testament (Kittel)
Harrison, E. F., Bromiley, G. W., & Henry, C. F. H. (2006). Diccionario de Teología (16). Grand Rapids, MI: Libros Desafío.
Fuente: Diccionario de Teología