Gen 28:18; 35:14
Aceite (heb. shemen, yitshâr, zayith; gr. élaion). En la antigua Palestina el aceite se obtenía de las aceitunas* (Lev 24:2). Se usaba en la preparación de los alimentos (cf 1Ki 17:12, 13), como combustible para las lámparas (Exo 25:6; Mat 25:3, 4), como bálsamo para tratar llagas y heridas (cf Isa 1:6) y para ungir el cuerpo (cf 2Sa 12:20; 14:2), una práctica antigua que todavía es común entre los pueblos primitivos. El aceite de oliva era un símbolo de prosperidad (Deu 32:13; 33:24). Poner aceite sobre una persona, por indicación de Dios, aparentemente era un símbolo de la infusión del Espíritu Santo (1Sa 10:1,6; 16:13). El aceite santo de la unción (heb. shemen hamishjâh, Exo 30:22-25) se usaba para consagrar los elementos utilizados con propósitos religiosos -como el tabernáculo y sus muebles (vs 26-29)- y para la consagración de los sacerdotes (Exo 29:7; 30:30; Lev 8:10-12; etc.). Ese aceite santo no se debía preparar ni usar para propósitos seculares (Exo 30:31-33).Véase Ungir. El método más antiguo para producir aceite consistía en comprimir las aceitunas en una prensa: generalmente se aplastaban las aceitunas maduras en hoyos abiertos en una roca cerca de los olivares (nótese la posible alusión poética en Job 29:6). Unos canales conducían el aceite de tales hoyos a un recipiente excavado en la roca o a tinajas. Otro método era pisar las aceitunas en grandes bateas de piedra como se hacía con las uvas. Pero para obtener el aceite de las lámparas del santuario las aceitunas se machacaban (Lev 24:2), luego de limpiarlas con cuidado y eliminar toda materia extraña. El líquido oleoso se dejaba escurrir. De esta manera se producía menos cantidad de aceite, pero la calidad era superior. Aceite, Prensa de. La verdadera «prensa para aceite» más antigua que se conoce fue hallada en Gezer, y data probablemente del s IV a.C. Consistía en una canasta en que se ponían las aceitunas machacadas y se las prensaba con una piedra, colocada sobre ellas, mediante una palanca de madera de cuyo extremo colgaban pesos. El aceite goteaba de la canasta a un recipiente. Los molinos de aceite, que todavía se utilizan, se inventaron en el período griego. Como los molinos para granos, consistían en una piedra inferior y otra superior. 17 La inferior era redonda, gruesa, con una depresión para retener las aceitunas y una estaca en el centro. La superior se ponía en posición vertical y se la hacía rodar sobre la depresión de la inferior mediante una viga que hacía de eje y giraba alrededor de la estaca central de la piedra inferior, Por lo general, esas prensas de aceite eran movidas por animales (fig 6). 6. Prensa de aceite palestina movida por un camello. En 1962 se descubrió una instalación para la extracción de aceite, muy bien conservada, que dataría del s II a.C. Fue localizada durante las excavaciones de Tirat Yehuda, en la falda sur del valle de Rehavia, a unos 8 km al nornoroeste de Lida. La prensa se hallaba en una gran habitación. Cerca de la puerta había un área pavimentada donde se descargaban las aceitunas. En un patio interno estaba la instalación para extraer el aceite, que consistía en un receptáculo redondo de piedra (heb. yâm), una cubeta de 1,80 m de diámetro, y la piedra circular para aplastarlas (heb. memel). Había también 5 piedras perforadas, de forma piramidal, cada una de las cuales pesaba unos 300 kg, que se usaban para poner en el extremo de la viga cuando se aplastaban las aceitunas. En el piso había varios hoyos hacia los cuales podía fluir el aceite. Esta instalación ha sido restaurada y se la ha probado con éxito (en toda Palestina se encuentran numerosas prensas de este tipo). Véase Aceite. Bib.: Z. Yeivin, IEJ 12 (1962):150; R. Hestrin y Z. Yeivin, BA 40 (1977):29-31.
Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico
grasa extraída de algún vegetal, cuyo uso es antiquísimo. El aceite más común y más utilizado en tiempos bíblicos es el de oliva. El refinado se obtenía machacando primero las aceitunas en un mortero para luego exprimirlas en la prensa de piedra; otro de menor calidad se conseguía pisándolas en el trujal, al igual que la uva, Jb 24, 11; Mi 6, 15.
La oliva verde da un aceite más puro que la madura aunque ésta rinde más. El molino de aceite y el lagar se emplearon ya en la época helenística y romana. El a. se guardaba en orzas, vasijas en forma de tinajas sin asas, 1 R 17, 14, en cuernos, 1 S 16, 1; 1 R 1, 39, como también en vasos de alabastro Mt 26, 7. El a. de oliva tenía diferentes usos: para consagrar a los reyes y sacerdotes Lv 8, 12; 1 S 10, 1; en medicina, para los enfermos y los heridos Is 1, 6; Mc 6, 13; Lc 10, 34; St 5, 14; para la purificación de los leprosos Lv 14, 10-18; cotidianamente, para ungirse y perfumarse el cuerpo Dt 28, 40; Rt 3, 3; Sal 92, 11; para preparar y aderezar platos 2 Cro 2-9; Ez 16, 13-19; a. puro para las lámparas del tabernáculo y del templo Ex 25, 6; 27, 20; 35, 14 y 39, 37; Lv 24, 2; Nm 4, 16; para el holocausto diario y para las ofrendas Ex 29, 40-41; Lv 6, 8 y 7, 12.
El a. por sus múltiples empleos era un artículo junto con los granos y el vino, de mucho valor comercial en los tiempos bíblicos 1 R 5, 25; 1 Cro 27, 28; Ez 27, 17; Esd 3, 7; Os 12, 2. El a. estaba sujeto a diezmo por la ley de Moisés Nm 18, 12; Dt 12, 17; Ne 13, 12.
Diccionario Bíblico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003
Fuente: Diccionario Bíblico Digital
La Biblia se refiere casi siempre al aceite de oliva; quizá la única excepción sea Est 2:12, donde se trata de aceite de mirra (BJ y RVR-1960: óleo de mirra). Algunas veces las olivas se machacaban o molían (Lev 24:2), otras veces se las pisaba (Mic 6:15, RVA habla de prensar), pero generalmente se las molía en un trapiche especial. La piedra superior, en vez de frotarse contra la inferior como en un molino de harina, rodaba sobre ella, y así extraía el aceite. Generalmente la rueda se hacía girar movida por bueyes o asnos; los animales llevaban los ojos cubiertos. El aceite de oliva no sólo era un artículo primordial para la alimentación, en el cual se mojaba el pan, sino que se usaba para cocinar, para ungir y para alumbrar. El aceite era uno de los ingredientes principales en la preparación del jabón (Jer 2:22). El ungimiento con aceite se realizaba con tres propósitos diferentes: se ungían las heridas de los animales, ya que el aceite posee virtudes suavizantes y curativas (Psa 23:5); las personas se ungían con aceite como cosmético (Psa 104:15); pero lo más destacable era el ungimiento con aceite de los funcionarios al comenzar a desempeñar un puesto elevado.
Los sacerdotes (Exo 28:41; Exo 29:7), profetas y reyes (1Ki 19:15-16) eran ungidos y llamados mesías, es decir, ungidos (Lev 4:3, Lev 4:5, Lev 4:16; 1Sa 2:10; 1Ch 16:22). Ungir la cabeza de un invitado con aceite era señal de gran cortesía (Luk 7:46)
Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano
Simboliza al Espíritu Santo, que sana las heridas, Sal 23:5, Isa 1:6.
– Lo usaron los apóstoles, Mar 6:13.
– Lo deben usar los presbíteros para ungir a los enfermos, y estos serán sanados, Stg 5:14-15.
Diccionario Bíblico Cristiano
Dr. J. Dominguez
http://biblia.com/diccionario/
Fuente: Diccionario Bíblico Cristiano
Es el líquido graso que se saca de frutos y semillas. Los más comúnmente usados eran de la oliva y la almendra. El fruto de la oliva se cosechaba sacudiendo el árbol o pegándole con un palo (Deu 24:20; Isa 17:6). Luego se tomaban las aceitunas que caían y se exprimían en una prensa. †¢Getsemaní significa prensa de a., probablemente porque en aquel huerto se hacía este proceso (Mat 26:36). Era preferible hacerlo cuando la aceituna estaba verde, porque así se obtenía un a. más fino. Se derramaba a. sobre un objeto para santificarlo o expresar que era algo especial. Así, Jacob derramó a. en la piedra sobre la cual durmió (Gen 28:18). Formaba parte del culto en el †¢templo (Exo 25:6), como combustible para alumbrar en el candelero (Exo 27:20), para preparar panes sin levadura (Exo 29:2), para derramarlo sobre la cabeza del sacerdote al ser consagrado (†¢Unción) (Exo 29:21), en el rito de limpieza de un leproso (Lev 14:16), y en varios tipos de ofrenda.
La abundancia de a. era signo de la bendición de Dios (Deu 7:13). Atribuir a otro el a. que Dios proveía era idolatría (Ose 2:5). El Señor prefiere †œel hacer justicia, y amar misericordia y humillarte ante tu Dios† antes que †œdiez mil arroyos de a.† (Miq 6:7-8). Los sacerdotes y los reyes eran ungidos con a. (1Sa 10:1; Sal 133:2), simbolizándose así la capacitación que Dios obraba en ellos para ejercer su función.
principal uso de los a. era para la preparación de alimentos, pero también se usaban con fines cosméticos y medicinales. Para suavizar la piel se preparaban †¢ungüentos. Untarse a. después de bañarse era algo deseado (Rut 3:3). Ungirse con a. era signo de gozo y bienestar (Sal 23:5; Sal 92:10; Heb 1:9). Se usaba a. para curar heridas (Isa 1:6; Luc 10:34). Se ora por los enfermos ungiéndoles con a. (Stg 5:14). El a. simboliza al Espíritu Santo. Así, †œDios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret† (Hch 10:38), que es el Ungido del Señor o †¢Mesías (Luc 2:26). Los creyentes tienen †œla unción del Santo† (1Jn 2:20).
Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano
tip, ALIM SACE LEYE TIPO COSM
ver, UNCIí“N, UNGÜENTO Para los hebreos, se trataba eminentemente del aceite de oliva. En la descripción de la riqueza de la tierra, una de las cosas mencionadas es «una tierra que fluye aceite…»; entre las bendiciones mencionadas con las que Dios iba a enriquecer a Su pueblo obediente se hallaba la de que su aceite sería multiplicado (Dt. 7:13; 8:8). Era un artículo valioso, y se empleaba para distintos propósitos. Se usaba como: alimento (2 Cr. 2:10, 15; 11:11; Sal. 55:21); para ungir a los sacerdotes y a los reyes (Lv. 8:12; 1 S. 10:1; 16:1, 13); en los sacrificios de la ofrenda de alimento (Heb. «minchãb», Lv. 2:1-16); como ingrediente en el aceite de la santa unción (Ex. 30:24, 25); (ver UNCIí“N) como cosmético (Sal. 23:5; 92:10; Lc. 7:46); como combustible en lámparas (Ex. 35:8, 14); como emoliente (Lc. 10:34). El aceite es un tipo del Espíritu Santo (Mt. 25:3-10; He. 1:9). (Ver también UNGÜENTO)
Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado
El aceite es en el A. T. una bendición del cielo (Dt 7,13-14). Palestina lo exportaba a Egipto y a Siria (Os 12,2; Ez 27,17). Fue uno de los alimentos fundamentales, con que Dios alimentó a su pueblo en la tierra prometida, tierra rica en olivos (Dt 6,11). Es ungüento que perfuma, símbolo del amor (Cant 1,3). Es también símbolo de alegría, pues da brillo y lustre a la cabeza: derramar aceite sobre uno es augurio de felicidad y de gozo, prueba de amistad y signo de honor (Mt 26,7; Lc 7,46). Es asimismo fuente de luz encendida en las lámparas (Mt 25,3-8). El rey era ungido con aceite, con señal de haber sido elegido por Dios como prenda de recibir el Espíritu. Se empleaba también, mezclado con vino, en la medicina oriental para la curación de enfermos (Lc 10,34; 6,13). Es, por fin, la materia empleada en los sacramentos, especialmente la unción de los enfermos (Sant 1,14), como signo sensible de la invisible comunicación de la gracia y del Espíritu. —> ón; sacramentos.
E. M. N.
FERNANDEZ RAMOS, Felipe (Dir.), Diccionario de Jesús de Nazaret, Editorial Monte Carmelo, Burbos, 2001
Fuente: Diccionario de Jesús de Nazaret
La grasa líquida que más usaban los hebreos era la obtenida de las aceitunas. Las aceitunas negras completamente maduras eran las que daban más aceite, aunque el mejor se obtenía de las que todavía estaban verdes y empezaban a cambiar de color. Después de recoger cuidadosamente el fruto de los árboles y limpiarlo de ramas y hojas, se llevaba al lagar de aceite.
Casi la mitad de la pulpa de la oliva madura es aceite, cuya calidad depende del método utilizado para procesarla. El mejor aceite, llamado †œaceite de oliva puro, batido†, se producía mediante un proceso sencillo antes de llevar las aceitunas al lagar. (Le 24:2.) Primero, se colocaban las aceitunas en un mortero y se machacaban sin aplastarlas, o a veces se pisaban. (Miq 6:15.) Después, el fruto machacado se ponía en cestos para que †œgoteara† el †œaceite virgen† hasta que se agotaba. El aceite puro batido se almacenaba en jarros de barro y la pulpa se llevaba al lagar.
Otra clase de aceite, el común, se preparaba aplastando bien las aceitunas en un mortero o molino de mano. Cuando salía el aceite de la pulpa, se dejaba clarificar en jarros de arcilla o tinas.
El aceite de menor calidad era el que se obtenía de prensar los restos de la pulpa en un lagar de aceite después de haberlas machacado. Una vez triturada esta masa, se colocaba en cestas, que se apilaban entre las dos columnas verticales del lagar de aceite. Luego se accionaba una palanca sujetada con pesas para exprimir el aceite de la pila de cestas, que era canalizado hacia grandes recipientes para que se clarificara. Allí el aceite subía a la superficie, separándose tanto de los restos de pulpa como del agua que se encontraba abajo, y luego se sacaba y se almacenaba en grandes jarros de barro o depósitos especiales. (Compárese con 2Cr 32:27, 28; véase LAGAR.)
Símbolo de prosperidad. Con la expresión †˜tinas de lagar rebosantes de aceite†™ se quería dar a entender gran prosperidad. (Joe 2:24.) De igual manera, Job, en su sufrimiento, anhelaba los días de abundancia pasados, cuando †œla roca seguía derramando corrientes de aceite† para él. (Job 29:1, 2, 6.) Jehová también hizo que †œJacob†, es decir, los israelitas, chuparan de manera figurada †œaceite de una roca pedernalina†, posiblemente refiriéndose a los olivos que crecían en terreno rocoso. (Dt 32:9, 13.) Moisés declaró que Aser llegaría a ser †˜uno que mojaría su pie en aceite†™, una indicación de que esta tribu disfrutaría de bendiciones materiales. (Dt 33:24.)
Un importante artículo alimenticio y de comercio. Debido a la abundancia de aceite de oliva en Palestina, se convirtió en un importante artículo de comercio. Salomón le daba cada año al rey Hiram de Tiro †œveinte medidas de coro [4.400 l.] de aceite batido† como parte del pago por los materiales de construcción del templo. (1Re 5:10, 11.) En un tiempo, Judá e Israel fueron †œcomerciantes† de aceite para Tiro. (Eze 27:2, 17.) Entre los artículos que la mística Babilonia la Grande compra a los †œcomerciantes viajeros† de la tierra, están el aceite perfumado y el aceite de oliva. (Rev 18:11-13.)
El aceite de oliva, un alimento de alto valor energético y una de las grasas más digeribles, era un componente principal de la dieta israelita, y probablemente en muchos casos tomaba el lugar de la mantequilla tanto en la mesa como en la cocina. (Dt 7:13; Jer 41:8; Eze 16:13.) Asimismo, se solía usar como combustible para las lámparas (Mt 25:1-9), y el †œaceite de oliva puro, batido†, se quemaba en las lámparas del candelabro de oro de la tienda de reunión. (Ex 27:20, 21; 25:31, 37.) Otro uso tenía que ver con las ofrendas de grano presentadas a Jehová. (Le 2:1-7.) También se aplicaba aceite al cuerpo después del baño como si fuera un cosmético (Rut 3:3; 2Sa 12:20), y se consideraba un acto de hospitalidad untar con aceite la cabeza de un invitado. (Lu 7:44-46.) Además, se utilizaba para ablandar y aliviar magulladuras y heridas (Isa 1:6), a veces junto con vino. (Lu 10:33, 34.)
Uso religioso y su significado. Jehová le mandó a Moisés que preparase un †œsanto aceite de unción†, compuesto de aceite de oliva y otros ingredientes. Moisés ungió con este aceite el tabernáculo, el arca del testimonio, los diversos utensilios del santuario y su mobiliario. También lo usó al ungir a Aarón y a sus hijos, con el fin de santificarlos como sacerdotes de Jehová. (Ex 30:22-33; Le 8:10-12.) A los reyes también se les ungía con aceite, como cuando Samuel †œtomó el frasco de aceite y lo derramó sobre la cabeza† de Saúl para ungirlo. (1Sa 10:1.) Cuando Salomón fue ungido se utilizó un cuerno de aceite. (1Re 1:39.)
Al profetizar los efectos del ministerio terrestre de Jesucristo, se dijo que daría a †œlos que están de duelo por Sión […] el aceite de alborozo en vez de duelo†. (Isa 61:1-3; Lu 4:16-21.) También estaba profetizado que Jehová ungiría personalmente a Jesús con el †œaceite de alborozo† más que a sus socios, una indicación de que experimentaría mayor gozo que sus predecesores de la dinastía davídica. (Sl 45:7; Heb 1:8, 9; véase UNGIDO, UNGIR.)
Así como la aplicación de aceite literal a la cabeza de una persona produce un efecto calmante y refrescante, de la misma manera la aplicación de la Palabra de Dios al que está espiritualmente enfermo puede calmarle, corregirle, consolarle y sanarle. Por lo tanto, a los ancianos de la congregación cristiana se les insta a que oren sobre ese hombre, †œuntándolo con aceite en el nombre de Jehovᆠde manera figurada, una medida necesaria para llevar a cabo su recuperación espiritual. (Snt 5:13-15; compárese con Sl 141:5.)
Fuente: Diccionario de la Biblia
elaion (e[laion, 1637), aceite de oliva. Se menciona más de 200 veces en la Biblia. Se conocían diferentes clases en Palestina. El aceite «puro» (RVR) o «batido» (VM), mencionado en Exo 27:20; 29.40; Lev 24:2; Num 28:5 y ahora conocido como aceite virgen, extraído por presión, sin aplicación de calor, recibe el nombre de «como oro» en Zc 4.12. Había también de tipos inferiores. En el NT se mencionan sus usos para (a) lámparas, en las que el aceite es símbolo del Espíritu Santo (Mat 25:3,4,8); (b) como agente medicinal, para tratamiento (Luk 10:34); (c) para unción en las fiestas (Luk 7:46); (d) en ocasiones festivas (Heb 1:9), donde la referencia es probablemente a la consagración de los reyes; (e) como acompañamiento al poder milagroso (Mc 6.13), o de la oración de fe (Jam 5:14). Para su uso general en el comercio, Véase Luk 16:6; Rev 6:6; 18.13.¶
Fuente: Diccionario Vine Nuevo testamento
1. El aceite, don de Dios.
El aceite es, con el trigo y el *vino, uno de los alimentos esenciales con que Dios sacia a su pueblo fiel (Dt 11,14) en la tierra rica en olivos (Dt 6,11; 8,8), en que lo ha establecido gratuitamente. El aceite aparece como una *bendición divina (Dt 7,13s; ser 31,12) cuya privación castiga la infidelidad (Miq 6,15; Hab 3,17), cuya abundancia es signo de salvación (J1 2,19) y símbolo de felicidad escatológica (Os 2,24). Además, el aceite no es únicamente alimento indispensable, aun en tiempo de carestía (IRe 17,14s; 2Re 4,1-7); es también un ungüento que perfuma el cuerpo (Am 6,6; Est 2,12), fortifica los miembros (Ez 16,9) y suaviza las llagas (Is 1,6; Lc 10,34); finalmente, el aceite de las lámparas es fuente de luz (Ex 27,20s; Mt 25, 3-8).
De este aceite no hay que servirse para rendir culto a los Baales, como si la fecundidad de la tierra viniera de ellos, ni para procurarse la alianza de los imperios paganos, como si la salvación del pueblo de Dios no dependiera únicamente de la fidelidad a la alianza (Os 2,7.10;
Para ser fiel a la alianza no basta con reservar a los sacerdotes el mejor aceite (Núm 1,12) ni con añadir aceite a las oblaciones conforme al ritual (Lev 2,1…; Núm 15,34; 28-29) y ni siquiera con derramar a torrentes libaciones de aceite: tales observancias sólo agradan a Dios si se marcha con él por el *camino de la justicia y del amor (Miq 6 7s).
2. Simbolismo del aceite.
Si el aceite es signo de la bendición divina, el olivo reverdeciente es símbolo del *justo bendecido por Dios (Sal 52,10; 128,3; cf. Eclo 50,10) y de la sabiduría divina que revela en la ley el camino de la justicia y de la felicidad (Eclo 24,14.19-23). En cuanto a los dos olivos cuyo aceite alimenta el candelabro de siete lámparas (Zac 4,11-14), representan a los dos «hijos del aceite», los dos ungidos de Dios, el rey y el sumo sacerdote, que tienen la misión de iluminar al pueblo y de guiarlo por el camino de la salvación.
Aunque accesoriamente se compara al aceite con lo que es, como él, insinuante y difícil de captar (Prov 5,3; Sal 109,18; Prov 27,16), en él se ve sobre todo el ungüento cuyo perfume embelesa y regocija, bello símbolo del amor (Cant 1,3), de la amistad (Prov 27,9) y de la dicha de la unión fraternal (Sal 133,2). El aceite es también símbolo de alegría (*gozo), pues uno y otro dan resplandor al rostro (Sal 104,15). Por eso derramar aceite sobre la cabeza de alguien significa desearle alegría y felicidad y darle una prueba de amistad y de honor (Sal 23,5: 92,11 Lc 7,46; Mt 26,7).
El aceite de la unción de los reyes merece en sumo grado el nombre de «óleo de la alegría» (Sal 45,8); este aceite, signo exterior de la *elección divina, va acompañado de la irrupción del *Espiritu, que toma posesión del elegido (ISa 10 1-6; 16,13). Este nexo entre la unción y el Espiritu da lugar al simbolismo fundamental del aceite en los sacramentos cristianos, particularmente en la unción de los *enfermos mencionada ya en la epístola de Santiago (Sant 1,14; cf. Mc 6,13); los santos óleos comunican al cristiano la gracia multiforme del Espiritu Santo, del Espiritu que hace a *Jesús el ungido por excelencia y el Hijo de Dios (Heb 1,9, que aplica a Cristo el Sal 45,8 para proclamar su divinidad). -> Espíritu de Dios – Mesías – Unción.
LEON-DUFOUR, Xavier, Vocabulario de Teología Bíblica, Herder, Barcelona, 2001
Fuente: Vocabulario de las Epístolas Paulinas
A menos que se indique ungüentos u óleos cosméticos (Rt. 3.3; 2 S. 14.2; Sal. 104.5), u óleo de mirra (Est. 2.12), en las demás referencias bíblicas al aceite se entiende el producto que se extrae del fruto del *olivo. La abundancia de olivos (Olea europaea) en la antigua Palestina permitió un floreciente comercio con Tiro y Egipto. Salomón proveyó grandes cantidades de aceite a Hiram como parte de pago por la construcción del templo (1 R. 5.11; Ez. 27.17), mientras que Egipto importaba considerables cantidades de aceite palestino (cf. Os. 12.1), debido a que el clima egp. no permite un efectivo culto del olivo.
Como elemento importante de las ceremonias religiosas, el aceite ocupaba un lugar prominente entre las primicias que se ofrecían (Ex. 22.29), y estaba, también, sujeto al diezmo (Dt. 12.17). Las ofrendas de harina frecuentemente se mezclaban con aceite (Lv. 8.26; Nm. 7.19), y la lámpara del santuario (Ex. 25.6) se llenaba con aceite recién prensado (Lv. 24.2). Se empleaba aceite ceremonialmente en la consagración de los sacerdotes (Ex. 29.2), en la purificación de los leprosos (Lv. 14.10–18), durante los sacrificios diarios (Ex. 29.40), y al completarse el voto del nazareo (Nm. 6.15). Pero en ciertas ceremonias no se empleaba el aceite, p. ej. en la ofrenda por los celos (Nm. 5.15) y en la ofrenda por el pecado (Lv. 5.11).
Se usaba mucho el aceite de oliva en la preparación de alimentos, y reemplazaba la mantequilla en la cocina (1 R. 17.12–16). Un uso igualmente popular en la esfera doméstica era como combustible para las pequeñas lámparas que abundaron desde épocas primitivas en Palestina. Tanto las portátiles como las de otros tipos tenían generalmente una muesca en el borde en la que se ponía una mecha de lino o cáñamo (Is. 42.3). Al llenar la lámpara con aceite de oliva, la mecha producía una llama estable hasta que se terminaba el combustible. Era costumbre en la época del NT, que quien llevaba estas lámparas se prendiera en un dedo un pequeño recipiente de aceite de oliva por medio de un cordel. Si era necesario volver a cargar la lámpara en cualquier momento se disponía así de una reserva de aceite (cf. Mt. 25.1–13).
Aparte de su uso en la consagración de los sacerdotes (Ex. 29.2), el aceite era un importante elemento ritual en el reconocimiento ceremonial del rango monárquico (1 S. 10.1; R. 1.39).
Como medicamento se empleaba el aceite de oliva tanto en forma interna como externa. Sus cualidades emolientes y protectoras hacían que fuera un remedio valioso para los desórdenes gástricos; también se conocían en la antigüedad sus propiedades como laxante suave. Era común su uso en forma externa como ungüento para contusiones y heridas (Is. 1.6; Mr. 6.13; Lc. 10.34).
En la época del AT se producía aceite de oliva empleando majaderos o morteros (Ex. 27.20), o moliendo las aceitunas en una prensa de piedra. En las excavaciones llevadas a cabo en Taanac, Meguido y Jerusalén se han encontrado prensas cavadas en la roca viva. Un gran rodillo de piedra accionado por dos personas trituraba las aceitunas hasta convertirlas en pulpa, la que luego se pisaba (Dt. 33.24) o se sometía a prensamiento adicional. Una vez quitadas las impurezas, el aceite estaba listo para usar. El huerto de Getsemaní (gaṯšemen, ‘prensa de aceite’) recibió este nombre por las prensas de piedra colocadas allí para sacar aceite de las aceitunas que se cosechaban en el
Comúnmente se empleaba aceite para ungir el cuerpo después de un baño (Rt. 3.3; 2 S. 12.20), o como parte de alguna ocasión festiva (cf. Sal. 23.5). En el Egipto antiguo un sirviente generalmente ungía la cabeza de cada huésped a medida que tomaban su lugar en la fiesta. El ungimiento de los enfermos (Stg. 5.14) en la época del NT se había convertido en un rito casi sacramental. Josefo registra como peculiaridad de los esenios el que no se ungían con aceite, por considerar que el hacerlo los volvía “impuros” (
La presencia del aceite simbolizaba alegría (Is. 61.3), mientras que su ausencia indicaba pena o humillación (Jl. 1.10). En forma similar, se empleaba el aceite como imagen de bienestar, alimento espiritual o prosperidad (Dt. 33.24; Job 29.6; Sal. 45.7).
Bibliografía.M. Grau, “Aceite”,
H. N. y A. L. Moldenke, Plants of the Bible, 1952, pp. 97s, 158ss; A. Goor, “The place of the olive in the Holy Land and its history through the ages”, Economic Botany 20, 1966, pp. 223–243; A. Goor y M. Nurock, The Fruits of the Holy Land, 1968, pp. 89–120.
Douglas, J. (2000). Nuevo diccionario Biblico : Primera Edicion. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.
Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico