Naturaleza de la acción evangelizadora
Evangelizar es la acción de anunciar, comunicar y ayudar a vivir la Buena Nueva, a partir del envío o misión. Esta acción se llamada también «apostolado» y acción pastoral. La acción misionera tiene como objetivo «la manifestación del propósito de Dios o epifanía, y su realización en el mundo y en la historia» (AG 9; RMi 41). Estos planes de Dios Amor para toda la humanidad se nos han revelado por Cristo su Hijo. «Evangelizar significa para la Iglesia llevar la Buena Nueva a todos los ambientes de la humanidad y, con su influjo, transformar desde dentro, renovar a la misma humanidad» (EN 18).
La acción evangelizadora de la Iglesia prolonga en el tiempo la acción evangelizadora de Cristo la predicación de su mensaje, su anuncio de la conversión y su llamada al bautismo, sus signos salvíficos, su cercanía a los pobres, su oblación sacrificial. La naturaleza de la acción misionera se desprende de su finalidad u objetivo. Es, pues, llamada a la fe, a la conversión y al bautismo.
Elementos esenciales y medios
Son muchos los componentes de la acción misionera de la Iglesia y de cada apóstol. Según épocas y autores, se han subrayado estos elementos esenciales propagar la fe, comunicar la salvación, llamar a la conversión y al bautismo, implantar la Iglesia, hacer vivir a la comunidad su realidad de «sacramento universal de salvación», cumplir el mandato misionero, llevar a la plenitud en Cristo, construir la unidad de la comunión eclesial… Los medios de esta acción misionera son el anuncio (con el testimonio), la celebración de los misterios de Cristo y la construcción de la comunidad en el amor.
En la Iglesia misterio, comunión y misión
La acción misionera se encuadra en la realidad de la Iglesia «misterio» y comunión, como signo transparente y portador de Cristo, que debe expresarse en la misión de construir la comunidad humana como reflejo de la comunión trinitaria.
La acción misionera universalista y «ad gentes» tiende, por los medios adecuados, al anuncio del Reino, la llamada al bautismo para formar parte de la comunidad eclesial (centrada en la Eucaristía), la implantación o inserción de la Iglesia en todos los pueblos y la tensión hacia la plenitud salvífica en Cristo, construyendo una comunidad universal como familia eclesial.
Referencias AG 6-9; PO 4-6,10; AA 9-22; EN 40-48; RMi 41-60; CIC 781-792.
Lectura de documentos Anuncio, apostolado, caridad pastoral, evangelización, liturgia, ministerios, misión, pastoral, pastoral misionera, testimonio, promoción humana.
Bibliografía J. APAECHEA, Fundamentos bíblicos de la acción pastoral (Barcelona, Flors, 1963); F.X. ARNOLD, Teología e historia de la acción pastoral (Barcelona 1969); G. CARDAROPOLI, La pastorale come mediazione salvifica (Assisi, Cittadella, 1991); J. ESQUERDA BIFET, Evangelizar hoy, Animadores de las comunidades (Madrid, Soc. Educ. Atenas, 1987); Idem, Teología de la evangelización. Curso de Misionología ( BAC, Madrid, 1995); C. FLORISTAN, M. USEROS, Teología de la acción pastoral ( BAC, Madrid, 1968); J.M. IRABURU, Acción apostólica, misterio de fe (Bilbao, Mensajero, 1969); S. PINTOR, L’uomo via della Chiesa, elementi di teologia pastorale (Bologna, EDB, 1992); R. SPIAZZI, Los fundamentos teológicos del ministerio pastoral (Madrid, Studium, 1962); J. RAMOS, Teología pastoral (Madrid, BAC 1994).
(ESQUERDA BIFET, Juan, Diccionario de la Evangelización, BAC, Madrid, 1998)
Fuente: Diccionario de Evangelización