ABRAHAM, SENO DE

El Señor Jesús, al relatar la historia del rico y Lázaro, dice que este último †œfue llevado por los ángeles al s. de A.†, mientras que el rico fue al †¢Hades (Luc 16:19-31). El Señor también dijo: †œ… vendrán muchos del oriente y del occidente, y se sentarán con Abraham e Isaac y Jacob en el reino de los cielos† (Mat 8:11).

El s. de A. era el lugar de privilegio al cual podí­an aspirar los justos. Esta manera de referirse al estado de los justos después de la muerte era común en la literatura rabí­nica de los tiempos del Señor Jesús. Se describí­a como una situación de beatitud en la cual éstos †œdormí­an† en el s. de A. Por ejemplo, en el libro apócrifo de los †¢Jubileos, escrito en el siglo II a.C., se lee que Abraham antes de morir da instrucciones a Jacob y le concede el privilegio de dormir con él (†œTerminó así­ de darle órdenes y bendecirle, y se echaron ambos juntos en el mismo lecho, durmiéndose Jacob en el seno de su abuelo Abraham, que lo besó siete veces† [Jub. 22:25]). En los libros †¢apócrifos de los Macabeos se narra el martirio de una madre y sus siete hijos, que mueren por negarse a dejar su fe judí­a. La madre animaba a sus hijos diciéndoles: †œSi así­ padecemos, nos recibirán Abraham, Isaac y Jacob, y nos alabarán todos nuestros antepasados† (2Ma 7:1-42; 2Ma 7:4 Mac. 13:17). †¢Sima.

Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano

Figura de lenguaje utilizada por Jesús en la parábola de *Lázaro y el rico (Lc. 16.22–23), como ilustración de la “gran sima … puesta” entre la felicidad del paraíso y el sufrimiento de Hades (cf. Mt. 8.11–12). A Lázaro, ya muerto, se lo representa reclinado al lado de Abraham en la fiesta de los bienaventurados, según la costumbre judaica por la cual la cabeza de una persona quedaba ubicada prácticamente en el seno de la persona que se encontraba a su lado, y colocaba al invitado más privilegiado en dicha relación con su anfitrión (p. ej. Jn. 13.23). Estar sentado en el seno de Abraham significaba, en lenguaje talmúdico, estar en el *paraíso (cf. 4 Mac. 13.17). Estas metáforas orientales no deben tomarse como pruebas de que los judíos creyesen en un estado intermedio.

J.D.D.

Douglas, J. (2000). Nuevo diccionario Biblico : Primera Edicion. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico