Introducción
El nombre Abana pertenece a unos de los ríos que menciona el libro de 2 de Reyes 5:12 y dice así: Abana y Farfar, ríos de Damasco, ¿no son mejores que todas las aguas de Israel? Si me lavare en ellos, ¿no seré también limpio? Y se volvió, y se fue enojado.
Abana era uno de los dos ríos de Damasco que el sirio Naamán consideraba superiores al Jordán.
El rio Abana nace en una laguna muy profunda ubicada en una planicie elevada al sur de Zebedani, en los montes Antilíbano, a unos 37 km al noroeste de Damasco. Después de un rápido descenso desde las montañas, la corriente se divide en varios brazos en las cercanías de Damasco. Luego de atravesar la ciudad y darle fertilidad, fluye lentamente unos 32 km por el desierto y se pierde en uno de los 3 lagos pantanosos de la región.
Las huertas y jardines fertilísimos regados por este río podrían explicar la jactancia de Naamán. El río Abana se llama hoy día Barada, y después de pasar por la ciudad de Damasco, desemboca en un lago pantanoso al este de la ciudad. Aun hoy provee el agua para la moderna Damasco.
Naamán, un gran héroe, estaba acostumbrado a recibir respeto y se sintió agraviado cuando Eliseo lo trató como a una persona común. Como hombre de orgullo, esperaba un trato preferencial. El bañarse en un gran río era una cosa, pero el Jordán era pequeño y sucio. Lavarse en el Jordán, representaba para Naamán, una humillación era indigno para un hombre de su jerarquía. Naaman tuvo que humillarse y obedecer los mandatos de Eliseo para poder ser sano.
Definiciones de la Biblia
Abana (heb. ‘Abânâh. tal vez «el pedregoso»; Q ‘Amânâh, posiblemente «constante [perenne, permanente]»). Uno de los 2 ríos de Damasco que el sirio Naamán consideraba superiores al Jordán (2Ki 5:12). Como el autor de Reyes lo menciona en primer término, se piensa que era el principal de los ríos que llegan a Damasco, y por tanto se lo identifica con el Jru-sorroas («riachuelo con oro») de los escritos griegos, hoy llamado Nahr Barad~ («la corriente fría»). Nace en una laguna muy profunda ubicada en una planicie elevada al sur de Zebedani, en los montes Antilíbano, a unos 37 km al noroeste de Damasco. Después de un rápido descenso desde las montañas, la corriente se divide en varios brazos en las cercanías de Damasco. Luego de atravesar la ciudad y darle fertilidad, fluye perezosamente unos 32 km por el desierto y se pierde en uno de los 3 lagos pantanosos de la región. Mapa IX, A-5. Véanse Amana; Farfar.
Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico
Mencionado en la Biblia sólo en 2 Re 5:12, este río fluye por Damasco, haciendo que la ciudad, aunque al borde del desierto, sea una de las más hermosas y fértiles en la tierra.
Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano
Río en Siria en cuyas orillas está la ciudad de †¢Damasco. Nace en el Antilíbano y corre hacia el SE y es aumentado por un afluente, el `Ain Fijeh, regando las llanuras desérticas y haciéndolas muy fértiles. Hoy se le conoce como Barada. En el caso de †¢Naamán, cuando †¢Eliseo le ordenó bañarse en el †¢Jordán, el sirio protestó diciendo que en su tierra había ríos mejores, mencionando el A. y el Farfar, quizás pensando también en el carácter sagrado que se atribuía a sus aguas (2 Re 5:12).
Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano
Nombre de dos ríos de Siria, mencionados por Naamán, el general sirio curado por el profeta Eliseo (2 R. 25:12). El militar Sirio afirma que son cristalinos y mejores que todos los ríos de Israel, y se enoja con el siervo de Dios que le recomienda bañarse en el Jordán. Naamán no es curado hasta que no obedece al profeta. El río Abana se llama hoy Barada, y después de pasar por la ciudad de Damasco, desemboca en un lago pantanoso al este de la ciudad. Aun hoy provee el agua para la moderna Damasco. El río Farfar es el moderno Awaj, que nace en el Hermón y desemboca a 14 kilómetros de Damasco, después de regar una fértil llanura.
Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado
Uno de los dos ríos de Damasco a los que aludió Naamán, comandante del ejército sirio, cuando despreció las instrucciones de Eliseo de bañarse en las aguas del Jordán para curarse de la lepra. (2Re 5:12.)
A este río normalmente se le identifica con el Nahr Barada, que nace en la cordillera del Antilíbano, al NO. de Damasco. Después de cruzar las montañas, sale de un desfiladero que se halla justo al O. de esta ciudad, atraviesa la parte septentrional de ella y se ramifica en varias direcciones, regando una amplia zona antes de perderse en las marismas que se hallan al E. de Damasco. Sus aguas, usadas para regar campos y huertos por medio de canales y conductos, crean un extenso oasis de exuberante vegetación. Bien se puede decir que Damasco debe su existencia al Barada. Por mucho tiempo ha provisto el agua para las cisternas, fuentes y baños de la ciudad, por lo que los escritores clásicos lo llamaban el †œrío Dorado† (Chrysorrhoas). De manera que la elevada opinión de Naamán sobre este río al parecer estaba bien fundada.
En el margen del texto masorético y en la Versión Peshitta siriaca se emplea la palabra †œAmanᆠen vez de †œAbanᆠen 2 Reyes 5:12. Muchas traducciones usan la expresión †œAmanᆠen el Cantar de los Cantares 4:8, la cual, según se cree, hace referencia a las montañas del Antilíbano, donde está el nacimiento del mencionado río. De modo que es posible que el río tomara el nombre de las montañas donde nacía.
Fuente: Diccionario de la Biblia
Uno de los dos ríos de Siria mencionados por Naamán el leproso en 2 R. 5.12. Fue denominado Crisorroas (‘río de oro’) por los griegos, y es probable que haya sido el actual Barada, que nace en el Antilíbano, 29 km al NO de Damasco, y luego, después de pasar por la ciudad, desemboca en un lago pantanoso, Bahret-el-Kibliyeh, unos 29 km hacia el E. Las huertas y jardines fertilísimos regados por este río podrían explicar la jactancia de Naamán.
Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico