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Es la persona, cristiana o no, que se retira a la soledad para llevar vida contemplativa. El concepto griego: anajoretes (el retirado, el oculto) alude sin más al solitario.
En casi todas las religiones han aparecido los creyentes que se alejan del mundo y se refugian la soledad: orientales, judíos, mahometanos.
En el cristianismo primitivo se multiplican los «eremitas» (retirados al desierto: eremos), que luego se convierten en «cenobitas» (cenobio, de koinos, común), para transformase en monjes (monacos), cuando asumen una Regla de vida, como la de S. Basilio o San Benito, y aceptan una autoridad y viven en monasterios.
Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006
Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa
Esta palabra española se deriva del griego anachōreō = separar, salir, retirarse. La palabra señala a una clase de ascetas antiguos que se retiraban de la sociedad de los hombres, esperando agradar a Dios por vivir en un aislamiento solitario mientras que a la vez buscaban la victoria sobre la carne y el diablo en la meditación y la oración. Los anacoretas se caracterizaban por prácticas ascetas extremas, y daban muy pocas evidencias de algún sentido de misión hacia la humanidad.
Antonio de Egipto (250?–356?) llegó a ser el primer cristiano anacoreta, y muy pronto tuvo sus imitadores. El desierto egipcio y las cuevas del Medio Oriente llegaron a ser el lugar de retiro favorito. En Europa Occidental se produjeron muy pocos anacoretas, probablemente a causa del clima tan poco favorable. El anacoretismo probó ser un tipo de vida poco satisfactorio, y Pacomio (292?–349?) al estar desilusionado de la vida solitaria, inició el tipo de vida monástica comunal.
BIBLIOGRAFÍA
Hebert B. Workman, The Evolution of the Monastic Ideal.
Donald G. Davis
Harrison, E. F., Bromiley, G. W., & Henry, C. F. H. (2006). Diccionario de Teología (27). Grand Rapids, MI: Libros Desafío.
Fuente: Diccionario de Teología