PRESTAMOS

tip, LEYE

ver, BANCO

vet, Un adelanto de fondos o de alguna otra cosa. Al principio, los israelitas que solicitaban un préstamo no pedí­an dinero sino objetos de primera necesidad. La Ley ordenaba socorrer al menesteroso (Dt. 15:7-11) sin exigir interés alguno (Ex. 22:25; Lv. 25:35-37). Sí­ se podí­a demandar interés de los extranjeros (Dt. 23:20). El israelita pobre podí­a venderse como siervo (Lv. 25:39- 40; 2 R. 4:1). En caso de que el acreedor exigiera una prenda no podí­a ir a casa de su deudor, sino que tení­a que esperar que éste se la trajera (Dt. 24:10-13). Si el objeto era un vestido, el acreedor se lo tení­a que devolver antes de que se pusiera el sol, porque este vestido serví­a de cubierta (Ex. 22:26, 27). Estaba prohibido tomar en prenda las dos muelas de un molino, o la piedra de debajo, lo que impedirí­a al pobre moler el grano necesario para su comida cotidiana (Dt. 24:6). Tampoco se podí­a tomar en prenda la ropa de la viuda (Dt. 24:17). Todos los séptimos años se debí­an perdonar los préstamos (Dt. 15: 1-11). Desafortunadamente, se implantó de manera generalizada la práctica de tomar prendas (Pr. 6:1); en época más tardí­a los prestamistas, en ocasiones pedí­an incluso interés, a pesar de la oposición de los profetas (Jer. 15:10; Ez. 18:13). Después del exilio, se descuidó muy extensamente este aspecto de la Ley, como tantos otros, y Nehemí­as reprimió enérgicamente los abusos, en este y otros aspectos (Neh. 5:1-13; cfr. Neh. 13). La legislación romana era de gran dureza para el deudor, en contraste con las normas de la Ley de Moisés. La Ley de las Doce Tablas permití­a al acreedor encarcelar al deudor insolvente y a su familia. Es a este hecho que alude el Señor Jesús en la parábola del siervo implacable (Mt. 18:25, 34). En tiempos de Jesús estaba organizado el comercio de dinero en forma de bancos (Mt. 25:27; Lc. 19:23). En Jerusalén habí­a un edificio público en el que se depositaban los documentos relativos a los préstamos, tanto si eran con interés como si no (Guerras 2:17, 6) (Véase BANCO).

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado