PLAGAS

ver, MANí, PIOJO, PASCUA, EGIPTO (Estancia israelita), HICSOS

vet, Las plagas son castigos que Dios inflige al hombre. La mayor parte de las plagas mencionadas en la Biblia son epidemias o enfermedades, pero el castigo es, en ocasiones, de otro orden. No es necesario que una enfermedad tenga un carácter prodigioso para que constituya una plaga. Una infracción de la ley divina con respecto al uso del cuerpo en general, y de la sexualidad en particular, e incluso un comportamiento inconscientemente antihigiénico sin relación patente con la moral, puede comportar una plaga contra los que así­ atentan contra la santidad del cuerpo. Dios es quien determina el lugar y el momento de su aparición. Ciertas epidemias de peste (tifus, p. ej.) han sido, en ocasiones, juicios patentes de Dios. La primera plaga que se menciona en la Biblia cayó sobre un faraón contemporáneo de Abraham: Dios quiso proteger a Sara (Gn. 12:17). Con respecto a las diez plagas de Egipto, véase el artí­culo PLAGAS DE EGIPTO (LAS DIEZ). Más tarde, Dios castigó a los israelitas que se habí­an hecho y adorado un becerro de oro (Ex. 32:35). Castigó asimismo a los que habí­an murmurado en contra del maná (Nm. 11:33, 34). (Véase MANí.) Hizo morir a los diez espí­as que hablaron mal de la Tierra Prometida (Nm. 14:37). En otra ocasión, 14.700 israelitas murieron por protestar contra el castigo que habí­a caí­do sobre los rebeldes Coré, Datán y Abiram (Nm. 16:46-50). El pueblo que se entregó a la idolatrí­a y a la inmoralidad consiguiente en el culto a Baal-peor fue azotado por una plaga mortal; perecieron 24.000 israelitas (Nm. 25:9; Jos. 22:17; Sal. 106:28-30). Los tumores de los filisteos fueron asimismo un castigo (1 S. 6:4). El censo ordenado por David hizo que se desencadenara una peste, y sucumbieron 70.000 personas (2 S. 24:13-25; 1 Cr. 21:12-30). Una gran plaga cayó sobre Joram, rey de Judá, y sobre su pueblo (2 Cr. 21:14, 15). El término traducido «azote» en Mr. 5:29, y que en algunas versiones se traduce como «plaga», no designa una enfermedad epidémica. En Lv. 14:34-54 se usa el término «plaga» de la lepra y la tiña, que son casos individuales y no epidémicos.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado

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Enfermedad o trastorno que se convierte en epidemia y afecta una población numerosa, la cual las considera como castigo divino. El término plaga se relaciona en el mensaje cristiano con los castigos a los egipcios por haber oprimido a su Pueblo elegido. La Escritura habla en los comienzos del Exodo de las «diez plagas»: agua convertida en sangre, ranas, mosquitos, moscas, peste de los ganados, úlceras, granizo, langostas, tinieblas y muerte de los primogénitos.

Evidentemente se aprovechan fenómenos naturales conocidos en la región, aunque magnificados y transformados en maldiciones punitivas para el opresor, es decir en mitos para recuerdo agradecido para las generaciones venideras.

Las plagas han sido muy aceptadas y aprovechadas en la ascética y en la pedagogí­a cristiana como sí­mbolo del castigo disuasorio del mal comportamiento y como expresión de la justicia celeste o divina.

Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogí­a Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006

Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa