AMARNA (TELL EL-AMARNA)

tip, ARQU MANU CONS

ver, CRONOLOGíA, EGIPTO

vet, Nombre en el Alto Egipto, a casi mitad de camino entre Lúxor y El Cairo, en la ribera oriental del Nilo; se trata de las minas de la ciudad de Akhenaton. Famosa por el hallazgo allí­, a finales del siglo pasado, de un archivo de más de 350 cartas en tabletas de arcilla, en escritura cuneiforme. Estas fueron traducidas al inglés por S. A. B. Mercer (1939). En la actualidad la teorí­a más difundida acerca de la datación de estas cartas es que se corresponden al siglo XV a.C. Sin embargo, esta concepción, y también la cronologí­a más divulgada de la historia de Egipto, se enfrentan con graves problemas. La evidencia interna de las tabletas, el marco histórico en que se desarrolla la acción en ellas referidas, llevan, en un análisis contrastado, a la conclusión de que pertenecen a la época de Josafat (rey de Judá, en la primera mitad del siglo IX a.C.). Las razones para sostener la postura tradicional del siglo XV a.C. carecen en realidad de base. Los estudios alternativos que muestran la necesidad de asignar a estas cartas esta fecha más tardí­a no han recibido tanta difusión; las consecuencias de esta fecha tardí­a son inmensas, por cuanto afectan a la cronologí­a de la historia egipcia, que se basa mayormente en la relación de las dinastí­as dada por Maneto (sumo sacerdote egipcio de Heliópolis del siglo III a.C.). Esta cronologí­a ha sido sometida a ciertas revisiones por parte de los egiptólogos, debido a dificultades que evidencian su poca fiabilidad en unos puntos concretos. Además, también entra en fuerte conflicto con la cronologí­a bí­blica. Tanto las recientes investigaciones históricas de Courville como de Velikovsky y otros, así­ como los resultados de las dataciones del carbono-14 sobre artefactos históricos egipcios exigen también la contracción de la cronologí­a egipcia, ajustándola con la bí­blica. Se ha difundido mucho la idea de que el nombre «abiru», contra los que se pedí­a ayuda al rey de Egipto en algunas de estas cartas, debe identificarse con los hebreos de la época de la conquista de Josué. Sin embargo, esta identificación provoca más problemas que los que resuelve; la identificación de estos «abiru» debe más bien hacerse con bandas de forajidos y de hordas hostigadoras como las que aparecen en el marco histórico ofrecido en los tiempos turbulentos del Israel dividido (1 R. 16:22; 2 R. 1:10; 2 Cr. 16:22). (Véase CRONOLOGíA y EGIPTO.) Bibliografí­a: W. F. Libby, Albert W. Burgstahler, Herbert C. Sorensen, Thomas Mowles, Israel M. Isaacson, y Euan MacKie, en un Simposium sobre carbono-14 en la revista Pensée, Student Academic Freedom Forum, Portland, Oregón, primarvera-verano, 1973; Albert W. Burgstahler, «The Tell El-Amarna Letters and the Ancient Records of Assyria and Babylonia», Pensée, otoño, 1973; Israel M. Isaacson, «Applying the Revised Chronology», Pensée, otoño, 1974; Immanuel Velikovsky y William H. Stiebing Jr., «The Revised Chronology, pro and con», Pensée, invierno, 1974- 75; Donovan A. Courville: «The Exodus Problem and its Ramifications, vol. 1, pp. 279-299; vol. 2, pp. 314-325, Challenge Books, Loma Linda, California, 1973; Immanuel Velikovsky: «Ages in Chaos», pp. 223-340, Doubleday, Garden City, N.Y., 1952.

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado