Entre los cananeos y otros pueblos del Oriente Medio, estos fenómenos se atribuían al dios †¢Baal. Pero en el lenguaje bíblico, el sonido estruendoso y la luz fulgurante producidos por los rayos en las tormentas se usan como demostración del poder de Jehová. Así, Job habla del †œtrueno de su poder† (Job 26:14), que †œdeclara su indignación† (Job 36:33). El trueno también es comparado con la †œvoz† de Dios (†œLa voz de tu trueno estaba en el torbellino† [Sal 77:18]). Una de las plagas de Egipto consistió en que Dios †œhizo tronar y granizar† (Exo 9:23). En la manifestación de Dios en Sinaí †œvinieron t. y r.† (Exo 19:16). En la visión de Juan en Apocalipsis, †œdel trono [de Dios] salían relámpagos y truenos y voces† (Apo 4:5). El relámpago se emplea, además, para indicar la gran brillantez de un rostro. Daniel tuvo una visión en la cual aparecía †œun varón vestido de lino†, cuyo †œrostro parecía un relámpago† (Dan 10:5-6). La misma idea se menciona en Mat 28:3, al hablar de un ángel cuyo †œaspecto era como un relámpago†.
Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano