Job 40:22 su sombra; los s del arroyo lo rodean
Isa 44:4 brotarán entre hierba, como s junto a
Eze 17:5 la plantó junto a .. la puso como un s
írbol que crece junto al agua (†œcomo s. junto a las riberas de las aguas† [Isa 44:4; Eze 17:5]). En el libro de Job se dice que el †¢behemot (hipopótamo) vive en lugares donde hay abundante agua y †œlos s. del arroyo lo rodean† (Job 40:21-22). Algunos crecen hasta 12 m de altura. Los exiliados en Babilonia colgaron sus arpas en s. (Sal 137:2). Su nombre científico es Salix spinosa. El llamado †œs. llorón† (Salix babylonica) es una especie que se trajo a Israel desde la China. †¢Plantas de la Biblia.
Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano
tip, FLOR ARBO
vet, (a) Heb. «saph’phah» (Ez. 17:5). Se trata de un árbol del género «salix», del que se conocen varias especies en Israel. (b) Heb. «‘arabãh», que figura en la Biblia en la forma pl. «‘arabîm». Era con ramas de éste y otros árboles que se debían hacer los tabernáculos durante la Fiesta de los Tabernáculos (Lv. 23:40). Crecía junto a cursos de agua (Is. 44:4). El hipopótamo se refugiaba bajo sus ramas (Jb. 40:17). Los exiliados en Babilonia colgaban sus arpas de este árbol (Sal. 137:2). En la LXX y la Vulgata se traduce como sauce. Es posible que se trate del sauce llorón («Salix babylonica» que abunda a lo largo del Eufrates.
Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado
(heb. tsaf·tsa·fáh).
El nombre de este árbol en hebreo corresponde al término árabe safsaf, que se aplica al sauce. En Israel crecen dos especies de sauces: una de ellas es el Salix alba, pero el más común es el Salix acmophylla.
La palabra hebrea que se emplea para ese árbol solo aparece una vez, en Ezequiel 17:5, donde se dice en sentido figurado que el rey de Babilonia planta la simbólica †œsemilla de la tierra†, que debe referirse a Sedequías, como †œun sauce al lado de vastas aguas†. Los sauces suelen crecer a lo largo de las orillas de los ríos y de las corrientes poco profundas, así como en otros lugares húmedos, donde en seguida les brotan esquejes y crecen con rapidez. Nunca alcanzan la altura de los álamos, sino que más bien crecen como matorrales o pequeños árboles, y suelen formar bosquecillos a lo largo de las corrientes de agua. Su belleza radica en sus largas y finas hojas, que cuelgan con elegancia de las delgadas ramas.
Fuente: Diccionario de la Biblia