Como consecuencia del trabajo de Esdras y Nehemías tuvo lugar un avivamiento entre los que habían regresado del exilio. El pueblo se reunió y leyó la ley de Dios. Los levitas que leían lo hacían †œclaramente, y ponían el sentido, de modo que entendiesen la lectura† (Neh 8:8), lo cual produjo †œgrande alegría, porque habían entendido las palabras que les habían enseñado† (Neh 8:12). Más tarde, el pueblo volvió a reunirse para reafirmar su lealtad al Dios de sus padres. Los levitas oraron, confesando los pecados del pueblo reconociendo como justos los juicios que Dios había hecho con Israel. Tras lo cual dijeron: †œA causa, pues, de todo esto, nosotros hacemos fiel promesa, y la escribimos, firmada por nuestros príncipes, por nuestros levitas y por nuestros sacerdotes†. Encabeza las firmas †œNehemías, el gobernador† (Neh. 9:38:Neh 10:1).
Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano