APOCALIPTICA, LITERATURA

Género literario que floreció entre los judí­os en los doscientos años anteriores al cristianismo y los primeros doscientos años de éste. Incluye también escritos cristianos de los primeros dos siglos que se derivan de este género de la literatura judí­a. La premisa básica de estos escritos es que aunque habí­a cesado el perí­odo de la profecí­a del AT, este don serí­a renovado al final de los tiempos. Por eso los escritos apocalí­pticos en su mayorí­a son pseudoepigráficos, es decir, que su autorí­a se atribuye a algún personaje prominente del AT, desde Adán hasta los profetas. Pero los verdaderos escritores son personas que piensan estar viviendo precisamente en los últimos tiempos y que, por lo tanto, pretendí­an haber recibido †œrevelaciones† acerca de misterios que están fuera de la capacidad de comprensión de la mente humana y que se refieren a los secretos de la creación, el papel y los nombres de los ángeles, el fin del mundo, y otros temas escatológicos.

La culminación de los tiempos en esta literatura siempre se presenta con grandes cataclismos cósmicos, dándose en la tierra una batalla final entre las fuerzas del bien y del mal. La intervención de una figura mesiánica con caracterí­sticas de superhombre, hace que la victoria sea del bien. Como todo está concebido con el sentido de urgencia que proporciona la idea de estar viviendo los dí­as del fin, no queda lugar alguno para la modificación de la historia por la ví­a del arrepentimiento, pues el juicio y la resolución final son inminentes. Casi todos estos escritos fueron producidos en momentos reales de grandes crisis y tení­an el propósito de dar aliento a los que las sufrí­an. La obra apocalí­ptica usualmente termina con un gran énfasis en el trono de Dios, que es reconocido como soberano sobre todas las cosas, mientras que el hombre aparece como destinado a la gloria.
†œrevelación† frecuentemente es hecha por la aparición de un ángel que da el mensaje o las explicaciones. Frente a este ángel, la persona que recibe la †œrevelación† sufre un desmayo, o cae en éxtasis, o se postra a sus pies. El lenguaje que se utiliza está lleno de sí­mbolos, es muy repetitivo, usa muchos números y animales fantásticos. El nombre de †œapocalí­ptica† fue tomado para esta literatura directamente del libro de Apocalipsis, ya en tiempos de la era cristiana.
es fácil hacer una catalogación precisa de la l. a., porque algunos libros contienen también algunas enseñanzas morales y de otro tipo, mientras que otras obras que son dedicadas precisamente a esas enseñanzas pueden contener porciones de carácter apocalí­ptico. Son ejemplos de l. a. las siguientes obras: I y II Enoc, Oráculos Sibilinos, Tratado de Sem, Apócrifo de Ezequiel, Apocalipsis de Sofoní­as, Apocalipsis de Esdras, Apocalipsis de Sedrac, Apocalipsis de Abraham, Apocalipsis de Adán, Apocalipsis de Elí­as, II Baruc (sirí­aco), III Baruc (griego), IV Esdras.

Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano