Deu 32:11 extiende sus a, los toma, los lleva sobre
Rth 2:12 bajo cuyas a has venido a refugiarte
2Sa 22:11; Psa 18:10 voló sobre las a del viento
Job 39:13 diste tú .. a y plumas al avestruz?
Psa 17:8 escóndeme bajo la sombra de tus a
Psa 36:7 se amparan bajo la sombra de tus a
Psa 57:1 en la sombra de tus a me ampararé
Psa 61:4 estaré seguro bajo la cubierta de tus a
Psa 91:4 debajo de sus a estarás seguro
Psa 139:9 si tomare las a del alba y habitare en
Pro 23:5 se harán a como a de águíla, y volarán
Isa 6:2 había serafines; cada uno tenía seis a
Isa 40:31 levantarán a como las águilas
Eze 1:6 cada uno tenía cuatro caras y cuatro a
Mat 23:37; Luk 13:34 la gallina .. debajo de sus a
Rev 9:9 el ruido de sus a era como .. carros
í“rgano que las aves utilizan para volar. Como las aves dan abrigo a sus polluelos bajo el a., simbólicamente se utiliza el término para indicar protección. Un salmista pide a Dios: †œEscóndeme bajo la sombra de tus a.† (Sal 17:8, Sal 36:7). El Señor Jesús lloró sobre Jerusalén diciendo que había querido juntar a sus hijos †œcomo la gallina junta sus polluelos debajo de las a.† (Mat 23:37). Jehová sacó de Egipto a su pueblo con mucho cuidado y protección (†œ… os tomé sobre a. de águilas† [Exo 19:4; Deu 32:11-12]). Cuando salga el sol de justicia †œen sus a. traerá salvación† (Mal 4:2). †œLos que esperan a Jehová … levantarán a. como las águilas† (Isa 40:31).
Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano
(v. Dios).
(ESQUERDA BIFET, Juan, Diccionario de la Evangelización, BAC, Madrid, 1998)
Fuente: Diccionario de Evangelización
kanap (¹n:K; , 3671), «ala». El término hebreo también se encuentra en lenguas semíticas (ugarítico, acádico, arameo, siríaco y arábigo) y en egipcio. Kanap ha mantenido su significado también en hebreo rabínico y moderno. En el Antiguo Testamento kanap aparece en el primer relato de la creación: «Y creó Dios los grandes animales acuáticos, todos los seres vivientes que se desplazan y que las aguas produjeron, según su especie, y toda ave alada según su especie. Vio Dios que esto era bueno» (Gen 1:21 rva; cf. Psa 78:27). La frase idiomática, «todo lo que tiene alas», especifica aves voladoras: «Entraron ellos y todos los animales según su especie, todos los animales domésticos según su especie, todos los animales que se desplazan sobre la tierra según su especie, todas las aves según su especie, y todo pájaro, todo lo que tiene alas» (Gen 7:14 rva). La última frase se traduce «toda ave de toda especie» (rvr), «toda clase de aves» (lba), «toda clase de pájaros y seres alados» (bj), «pájaros de todo plumaje» (nbe), «insectos alados» (bla). La palabra «ala» se encuentra 109 veces en el Antiguo Testamento hebraico. Se destacan en particular las descripciones de los dos querubines de madera en el templo de Salomón y la visión de Ezequiel de las dos «criaturas» o querubines. También en otros pasajes la Biblia habla de las «alas» de los querubines (Exo 25:20; 37.9) y serafines (Isa 6:2). Como extensión del uso de «ala», kanap significa «extremo». El borde inferior o costura de un vestido se conocía como kanap. El «doblez» (kanap; «falda» rvr) del vestido servía para portar objetos (Hag 2:12). Saúl rasgó el borde (kanap; «punta» rvr) del manto de Samuel (1Sa 15:27). El punto más extremo de una tierra se conocía como kanap y se traduce en la rvr como «confines»: «El levantará bandera para las naciones, y juntará a los desterrados de Israel. Reunirá a los dispersos de Judá desde los cuatro confines de la tierra» (Isa 11:12; cf. Job 37:3; 38.13; Eze 7:2). En sentido metafórico, se dice que Dios protege a su pueblo como un ave protege a sus polluelos con sus «alas» (Deu 32:11). El salmista describe el cuidado y la protección de Dios en términos de «sombras» y de «alas» (Psa 17:8; cf. 36.7; 57.1; 61.4; 63.7; 91.4). Usando la misma metáfora, Malaquías aguarda una nueva era cuando «nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salvación; y saldréis, y saltaréis como becerros de la manada» (4.2). Cuando las naciones se comparan simbólicamente con pájaros, kanap connota la idea de terror y conquista. Esto se expresa con claridad en la parábola de Ezequiel de las dos águilas y la viña: «Di que así ha dicho el Señor Jehovah: Una gran águila de grandes alas, largos miembros y llena de un plumaje de diversos colores, vino al Líbano y tomó la copa del cedro. Arrancó la punta de su renuevo, lo llevó a una tierra de mercaderes, y la puso en una ciudad de comerciantes» (Eze 17:3-4 rva). Se ordena al creyente procurar el amparo de Dios cuando le acosa la adversidad y los adversarios le rodean: «Con sus plumas te cubrirá, y debajo de sus alas estarás seguro; escudo y adarga es su verdad» (Psa 91:4). La Septuaginta ofrece las siguientes traducciones: pteruks («ala»); pterugion («fin; borde») y pteros («emplumado; alado»).
Fuente: Diccionario Vine Antiguo Testamento
pterux (ptevrux, 4420) se usa de aves (Mat 23:37; Luk 13:34); simbólicamente en Rev 12:14, «las dos alas de la gran águila», sugiriendo lo distintivo de la acción, indicando las alas rapidez y protección, una alusión, quizá, a Eze 19:4 y Deu 32:11,12; de los «acres vivientes» en una visión (Rev 4:8; 9.9).¶ Cf. pterugion, pináculo.
Fuente: Diccionario Vine Nuevo testamento
El nombre de Dios en arábigo.
Es una palabra compuesta a partir del artículo ‘al e ilah, divinidad, y significa “el dios” par excellence. Esta forma del nombre divino es en sí misma una prueba segura de en un tiempo ilah fue un apelativo común a todos los dioses locales y tribales. Gradualmente, con la adición del artículo, se limitó a uno de ellos que tomó precedencia sobre los otros; finalmente, con el triunfo del monoteísmo, fue reconocido como el único Dios verdadero.
De una forma u otra, esta raíz hebrea aparece en todos los lenguajes semíticos, como una designación de la Divinidad; sin embargo es una cuestión ampliamente debatida si originalmente fue un nombre propio, que apuntaba a un monoteísmo primitivo, con la subsiguiente desviación al politeísmo y posterior rehabilitación, o si fue desde el principio un apelativo que se convirtió en nombre propio sólo cuando los semitas habían alcanzado el monoteísmo. Sin embargo, es cierto que antes de la época de Mahoma, debido a su contacto con los judíos y cristianos, los árabes eran por lo general monoteístas.
La noción de Alá en la teología árabe es en esencia la misma que la de Dios entre los judíos, y también entre los cristianos, con la excepción de la Trinidad, la que está positivamente excluida en el Corán, CXII: “Di que Dios, es un Dios, el Dios eterno, Él no engendra, ni es engendrado, y en Él no hay ninguno similar a Él.”
Sus atributos, negados por los motazilitas heterodoxos, son un total de noventa y nueve. Cada uno de ellos es representado por una cuenta en el “rosario” musulmán, mientras que en la centésima y más grande de las cuentas se pronuncia el nombre mismo de Alá.
Es absurdo aseverar con Curtiss (Ursemitische Religion, 119) que las tribus nómadas de Arabia, consideran seriamente al Oum-el-Gheith, «madre de la lluvia», como la esposa de Alá, e incluso si se utilizara la expresión, tal lenguaje simbólico no menoscabaría en lo más mínimo la pureza del monoteísmo profesado por esas tribus. (Cf. Revue Biblique, Oct., 1906, 580 ss).
Debe notarse, empero, que aunque Alá es un término arábigo, es usado por todos los musulmanes, cualquiera que sea su lenguaje, como el nombre de Dios.
Fuente: Butin, Romain. «Allah.» The Catholic Encyclopedia. Vol. 1. New York: Robert Appleton Company, 1907.
http://www.newadvent.org/cathen/01316a.htm
Traducido por Giovanni E. Reyes. rc
Fuente: Enciclopedia Católica