Doctrina según la cual Cristo volverá glorioso a la tierra para instaurar su reinado eterno, en el cual Cristo será el todo,en todos y en todo.
En el A.T. hay 300 profecías de la «Primera Venida de Cristo» que se cumplieron a la letra en Jesucristo; y hay 500 profecías de la «Segunda Venida de Cristo». En el N.T. hay 300 profecías de la «Segunda Venida»: En total, 800 profecías en la Biblia sobre esta «Segunda Venida».
(Ver «Escatología»).
– Será gloriosa, vendrá Cristo con poder y majestad, sobre las nubes, Mat 24:30, Hec 1:11, 1Te 4:15-18.
– Vendrá como «juez», a juzgar a los vivos y a los muertos, a todos, desde Adán, a darle a cada uno según su merecido, por las obras que hicieron, Mat 25:31-46, Rom 2:5-11, 2Co 5:10, Rev 20:11-15.
(Venidas Cristo).
– Esta tierra sera destruída por el fuego, y los astros se derretirán con el calor del fuego, y habrá una tierra nueva y unos cielos nuevos, 2Pe 3:7-13, Isa 16:17, Isa 62:25, Rev 21:1.
– Jesucristo-Dios será el todo, en todos y en todo, Ro.8.
19-23, 1Co 15:23, 1Co 15:28, 1Co 15:51-53, Efe 1:23, Col 1:13-20.
Diccionario Bíblico Cristiano
Dr. J. Dominguez
http://biblia.com/diccionario/
Fuente: Diccionario Bíblico Cristiano
†¢Escatología.
Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano
En base al trasfondo de su venida histórica en la carne, Jesús enseñó que vendría de nuevo. Esta línea de pensamiento es especialmente prominente en las parábolas, y presupone la victoria de la resurrección (véase). Inmediatamente después que nuestro Señor se retiró a los cielos, confirmó esta promesa mediante un ángel (Hch. 1:11; cf. Ap. 3:11).
Es peculiar que las afirmaciones en cuanto a su regreso raramente acentúen que es una segunda venida (Heb. 9:28; Jn. 14:3; posiblemente Heb. 1:6). Esta circunstancia podría explicarse sobre la base de que su venida inicial es una parte tan integral de la conciencia cristiana que no requiere un relieve especial cuando se habla de su regreso. También es posible que ambas venidas se conciban, al estilo de los profetas del AT, como dos aspectos de la única gran intervención divina en la vida humana a través de la persona del Mesías. Pero el contraste que hay entre el carácter de las dos venidas es tan grande que este factor es menos probable que el primero. Quizás la expectación del regreso sería tan fuerte que la venida futura vino a estimarse como la venida por excelencia. Sea como fuere, en pasajes que tienen un aspecto definitivamente futuro no es necesario que se describa el acontecimiento como una segunda venida (p. ej., Stg. 5:8).
La vivacidad de la esperanza cristiana se ve en el hecho de la palabra ordinaria para una venida (eleusis), que se usa una vez para la primera venida, no se emplea cuando se menciona el regreso, como si fuera inadecuada para denotar un evento tan grandioso. Para ser más precisos, parousia, la palabra más usada, es una palabra ordinaria que indica llegada o bien la presencia que le sigue (Fil. 1:26), pero cuando se aplica a Cristo sin duda tiene fuerza técnica tal como la tenía en la época helenística para denotar la llegada de un rey o persona prominente (véase MM). Los otros términos son pintorescos. De estos, apokalupsis (2 Ts. 1:7, «se manifieste» en RV60) significa quitar el velo, y así tiene en cuenta que Cristo se retiró al cielo antes de su desenlace final (cf. Col. 3:3–4, donde el verbo faneroō tiene la misma fuerza, «se manifieste» en RV60). En forma similar, el verbo ofzēsetai («aparecerá» en RV60), usado en Heb. 9:28, fue escogido teniendo en mente el trasfondo del Tabernáculo y el Día de la Expiación, cuando el sumo sacerdote salía al pueblo después de haber estado en el lugar santísimo. La palabra apocalupsis connota más que visibilidad en contraste con invisibilidad. Sugiere la consumación del propósito de Dios y la participación de los santos en esta consumación. Entonces conoceremos como fuimos conocidos. Finalmente, epifaneia (2 Ti. 4:1, «manifestación» en RV60) sugiere el carácter público y abierto de la aparición de Cristo. Y se asocia con ella la idea de gloria (Tit. 2:13), y es apropiada para sugerir que Cristo aparecerá súbita, conspicua y abrumadoramente en relación a los efectos que su venida causará en los poderes que le son hostiles (2 Ts. 2:8).
En cuanto al propósito de la venida, aparte del significado especial que tiene para Israel (Zac. 12:10; Ro. 11:26), lo consideraremos en forma amplia bajo dos aspectos. En su relación con los santos, significará que ellos serán reunidos para Cristo, tanto los que viven como los que han muerto (1 Ts. 4:13–18), junto con la transformación que será necesaria para que los que viven sean aptos para la gloria (Fil. 3:21). El Señor será admirado entre los creyentes (2 Ts. 1:10), y él recompensará a sus siervos (1 Co. 4:5; Ap. 22:12). En cuanto al mundo, la venida de Cristo traerá juicio sobre los hombres impíos y la destrucción del reino de Satanás, lo que resultará en el establecimiento de un reino de justicia y paz (2 Ts. 2:8–10; 1 Co. 15:23–26; 2 P. 3:10–13). Véase Escatología, Reino de Dios, Día.
BIBLIOGRAFÍA
- Cullmann, Le Retour du Christ; C.H. Dodd, The Second Coming of Christ; T. Francis Glasson, The Second Advent; Rene Pache, The Return of Jesus Christ; Alexander Reese, The Approaching Advent of Christ; John A.T. Robinson, Jesus and His Coming.
Everett F. Harrison
RV60 Reina-Valera, Revisión 1960
Harrison, E. F., Bromiley, G. W., & Henry, C. F. H. (2006). Diccionario de Teología (565). Grand Rapids, MI: Libros Desafío.
Fuente: Diccionario de Teología