v. Carcelero, Oficial
Mat 5:25; Luk 12:58 te entregue al a, y el a te
Mar 14:65 y los a le daban de bofetadas
Joh 7:32 enviaron a para que le prendiesen
Act 16:35 los magistrados enviaron a a decir
Alguacil (gr. rhabdóujos, «lictor»; es decir, el funcionario que precedía a los jueces llevando las fasces -un haz de varillas atadas, con un hacha en el centro-, un símbolo de Roma que después pasó a Grecia). Asistente de un magistrado romano que llevaba las fasces como símbolo de su cargo. Los magistrados de Filipos enviaron «alguaciles» para que informaran al carcelero que debía soltar a Pablo y a Silas (Act 16:35-40). Alhaja. Véase Ornamento.
Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico
Funcionario subordinado o asistente que forma parte de un sistema judicial o policíaco. Entre los judíos eran siervos de los principales sacerdotes. Se enviaron a. para prender al Señor Jesús, pero éstos se maravillaron de su doctrina y no le trajeron (Jua 7:32, Jua 7:45-47). Finalmente, los a., con soldados y una turba, le apresaron (Jua 18:3, Jua 18:12). Un a. abofeteó al Señor (Jua 18:22). Los a. acompañaron a los sacerdotes en pedir la crucifixión (Jua 19:6). Cuando en Hch 16:35, Hch 16:38 se traduce †œa.†, no es la misma palabra que en el caso de los judíos, sino que se trata de funcionarios romanos, llamados lictores los que fueron enviados a soltar a Pablo.
Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano
tip, OFIC FUNC La versión Reina y Valera traduce por «alguacil» la voz «Lictor», que se aplicaba a los maceros romanos (Hch. 16:35, 38). En castellano antiguo, «alguacil» significaba un ministro inferior de justicia, que llevaba por insignia una vara delgada, de junco por lo regular, y ejecutaba las órdenes de los juzgados y de los tribunales, como autos de arresto y prisión, mandamientos judiciales, embargos y otros actos. Hoy se aplica sólo a empleados de Ayuntamiento, ya que muchas de sus atribuciones han pasado al cuerpo de policía.
Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado
Oficial subalterno asignado a escoltar a un magistrado romano en público y llevar a cabo sus instrucciones. El término griego correspondiente era rha·bdóu·kjos, cuyo significado literal es †œportador de la vara† (Hch 16:35, 38, compárese con Int), mientras que el romano era lictor. Como distintivo del cargo que ocupaba y como símbolo de la autoridad de magistrado, en las colonias romanas el lictor llevaba las fasces, que consistían en un haz de varas de olmo o de abedul atadas alrededor del mango de madera de una segur. La hoja de esta hacha sobresalía por uno de los extremos del haz.
Algunas de las funciones de los alguaciles romanos eran de naturaleza policial, pero diferían del servicio policiaco moderno en que estaban bajo la estricta jurisdicción del magistrado y siempre a su servicio. Ningún ciudadano podía solicitar directamente sus servicios, ya que solo respondían a las órdenes de sus magistrados.
Cuando el magistrado aparecía en público, sus alguaciles anunciaban su presencia, le abrían paso entre la muchedumbre y se aseguraban de que recibiese la honra que correspondía a su rango. Además, montaban guardia a la entrada de su casa, daban curso a sus mensajes, conducían a los delincuentes ante él, prendían a los infractores y a veces se encargaban de azotarlos.
Oficialmente, a los alguaciles se les nombraba por un año, pero en la práctica solían ejercer sus funciones por períodos más largos. La mayoría eran libertos. Estaban exentos del servicio militar y recibían un sueldo por sus servicios.
Puesto que Filipos era una colonia romana, estaba gobernada por magistrados civiles imperiales. Fue de ellos de quienes partió la orden de azotar a Pablo y a Silas. Al día siguiente, enviaron a sus alguaciles a ponerlos en libertad, pero Pablo rehusó aceptar la medida de desagravio que estos le propusieron y exigió que sus superiores, los magistrados civiles, reconociesen el error que habían cometido. (Hch 16:19-40; véase MAGISTRADO.)
Fuente: Diccionario de la Biblia
1. praktor (pravktwr, 4233), lit.: uno que hace, o que ejecuta (similar a prasso, hacer). Se usaba en Atenas de aquel que ejecutaba los cobros, el recaudador (la palabra se usa frecuentemente en los papiros del auditor público); de ahí, se utiliza en general de funcionarios cortesanos, de asistentes en los tribunales de justicia (cf. Deissmann); el término se usa en Luk 12:58 (dos veces).¶ En la LXX, Isa 3:12:¶ 2. rabdoucos (rJabdou`co», 4465), portador de varas (rabdos, vara, eco, sostener). Uno que lleva la vara de la autoridad, era, al principio, un árbitro o juez, más tarde, un lictor romano (Act 16:35, 38). El deber de estos funcionarios era asistir a los magistrados romanos para ejecutar sus órdenes, especialmente en la administración de la justicia por la administración de varazos o por la decapitación. Llevaban como símbolo de su cargo los haces («fasces», de donde viene «fascista»), que son un atado de varas con un hacha entre ellas. En Filipos actuaban bajo las órdenes de strategoi o praetors (véase MAGISTRADO, strategos).¶ 3. juperetes (uJphrevth», 5257), propiamente un remero subordinado (jupo, bajo; eretes, remero), se distingue de nautes, marino, (significado que cayó en desuso), y de ahí pasó a denotar a cualquier subordinado actuando bajo la dirección de otro. Se traduce «alguacil» con las siguientes aplicaciones. (a) el ayudante de un magistrado (Mat 5:25); (b) los funcionarios de la sinagoga, o los alguaciles del sanedrín (Mat 26:58; Mc 14.54,65; Joh 7:32,45,46; 18.3,12,18,22; 19.6; Act 5:22,26). Véanse AYUDANTE, MINISTRO, SERVIDOR.
Fuente: Diccionario Vine Nuevo testamento
Nombre oficial dado a un funcionario en los tribunales eclesiásticos designados para servir las citaciones, para arrestar a un acusado, y en el procedimiento eclesiástico-civl, para tomar posesión física o formal, de la propiedad en litigio, a fin de asegurar la ejecución de la sentencia de juez, en los países donde el fuero eclesiástico es reconocido en su integridad sustancial. De este modo actúa como policía y alguacil. Su garantía de su entrega de la citación es la evidencia de conocimiento del citado de su obligación de comparecer, ya sea a juicio, para dar testimonio, o hacer cualquier otra cosa que pueda ser legalmente ordenada por el juez, su declaración se convierte en la base de un cargo de desacato contra cualquier persona que se niegue a obedecer a una citación.
Fuente: Burtsell, Richard. «Apparitor.» The Catholic Encyclopedia. Vol. 1. New York: Robert Appleton Company, 1907.
http://www.newadvent.org/cathen/01650c.htm
Traducido por Luz María Hernández Medina
Fuente: Enciclopedia Católica