Poco antes de la pascua del año 70 d. de J.C. los ejércitos romanos empezaron el sitio que provocó la caída y destrucción de Jerusalén. Al fin del verano, con los recursos alimenticios agotados, la ciudad capituló. Tito, el general romano, ordenó que la ciudad fuera arrasada, que el templo fuera quemado; el pueblo fue asesinado sin distinción. En Roma, al año siguiente, Tito celebró su triunfo, acompañado por setecientos judíos prisioneros y los despojos de guerra, los que, de acuerdo con Josefo, incluían la mesa de oro del pan de la proposición, el candelero de oro y una copia de la ley judía del templo.
El arco de Tito fue completado y dedicado en Roma después de la muerte del emperador (81 d. de J.C. ). Representa el triunfo de Tito en relieve mostrando a los soldados romanos sin armas coronados con laureles y portando los muebles sagrados que incluían el candelero de siete brazos y la mesa del pan de la proposición. El arco aún se conserva cerca del coliseo de Roma.
Fuente: Diccionario Bíblico Arqueológico