Sharru(m)-kin (— Sargón) de Agade, ca. 2360–2304 a. de J.C. , fue el primero de varios monarcas mesopotámicos con este nombre. Los otros pertenecen a un período muy posterior al período asirio (véase Sargón II). Sargón es considerado como el primer constructor de un imperio en los anales de la historia. El imperio y dinastía que él fundó, con Agade o *Acad, como su ciudad principal, dio su nombre al lenguaje semítico tanto como a la cultura sumero-semítica la cual Sargón y sus sucesores esparcieron a través del antiguo Cercano Oriente.
El sitio de la ciudad de Acad no ha sido identificado arqueológicamente, aunque debió haber existido en algún lugar cerca de las tres ciudades que fueron localizadas en el área del †œcuello de botella† entre los ríos Eufrates y Tigris: *Babilonia , *Kis (Tell el †™Uhaimir) y *Sippar (Abu Habba) *Hammurabi ( ca. 1700 a. de J.C. ), en el prólogo de su código de ley, menciona haber instalado una diosa en su templo construido en la plaza de Acad.
Hasta el surgimiento de Sargón, la baja Mesopotamia era un grupo de ciudades-estados sumerios, aunque las de la parte superior de esa área estaban entonces, en control de los semitas. De cuando en cuando el rey de una ciudad estado dominaba a uno o más de los otros. Sin embargo, rara vez su gobierno se extendía mucho más allá de esta área, ni tampoco se unía el área por mucho tiempo. Lugalzaggisi de Umma (Tell Jokha), que era contemporáneo de Sargón y predecesor en poder sobre los sumerios del sur, conquistó a *Uruk (Warka, el Erec Bíblico, Gn. 10:10) y *Lagas (Telloh) y destruyó a Kis, quien en ese entonces tenía el poder. El posteriormente reclamó el control de todo Sumer y el reconocimiento de su gobierno por toda la Mesopotamia. Sin embargo, Lugalzaggisi no sólo fracasó en fundar una dinastía duradera, sino que fue a su vez destronado por Sargón, quien trajo a la Mesopotamia en su totalidad, bajo el directo poder político y militar de su régimen.
Sargón legó a sus sucesores un imperio unificado que abarcaba toda la Mesopotamia desde la cabeza del Golfo Pérsico hasta las montañas del norte y del noroeste. El puso también bajo su control el territorio elamita al capturar a Susa (la Susa de Ester y Daniel). Estas conquistas le dieron a la dinastía de Acad el control sobre las rutas del comercio del Cercano Oriente. El comercio hacia el sur, realizado a través de Dilmun (la isla de Bahrein), fue aparentemente desarrollado con el sur de Arabia, las colonias del río Indo en la India occidental y, tal vez, con los pueblos de la costa del Africa Oriental. En el noroeste, el comercio se realizaba con los pueblos de la Siria superior, Asia Menor y probablemente con los primeros minoicos vía Chipre y Creta.
I. Atestación Arqueológica. El testimonio acerca de Sargón de Acad es de dos clases, directo e indirecto. La evidencia †œdirecta† incluye textos escritos e inscripciones que dan detalles de la carrera de Sargón. Las afirmaciones †œindirectas† vienen en la forma de evidencias de actividades comerciales y culturales, descubiertas en excavaciones en niveles del tiempo del período sargónico, lo cual presupone las condiciones del imperio sargónico para su existencia.
A. Evidencia Directa. La evidencia directa en cuanto a Sargón consiste en un número de textos cuneiformes e inscripciones, de las cuales las principales son: (1) la lista de los reyes sumerios; (2) la crónica de Sargón; (3) las inscripciones en estatuas de Sargón; (4) la así llamada †œépica del rey de la batalla† y (5) la así llamada †œleyenda de Sargón†. Las inscripciones en estatuas son consideradas por los últimos traductores que datan desde un tiempo no mucho después de la caída de la dinastía de Sargón, a principios del siglo XXII a. de J.C. Se han encontrado copias de los otros textos en sitios y estratos que datan de varias fechas desde el siglo XXII hasta el VII a. de J.C. También se han encontrado distribuidos en una amplia área geográfica: en *Nipur (Niffar) , *Babilonia, *Nínive (Kuyunjik), *Asur (Qalat Sharqat) y otros sitios en Mesopotamia; en *Amarna, en Egipto y en sitios heteos en el Asia Menor oriental.
Un testimonio secundario similar ha venido a través de las inscripciones de los sucesores de Sargón, particularmente sus ilustres nietos y bisnietos, Naram-Sin y Shargalisharri, quienes lo mencionan como su predecesor. Además, una inscripción de Nabuna†™id o Nabonido (padre del Belsasar bíblico, siglo VI a. de J.C. ), en que cuenta haber descubierto la plataforma fundamental de un templo que había sido erigido por Naram-Sin, a quien él llama †œhijo† de Sargón.
Aunque algunos de estos textos son de naturaleza semilegendaria, persiste el peso de una información más o menos fidedigna, ya sea relacionada con el trasfondo personal de Sargón o con su carrera. Los puntos principales parecen ser: (1) Sargón nació de una sacerdotisa del culto, una especie de †œesposa del dios†; (2) él creció en un ambiente humilde, pero llegó a ser copero de Urllbaba, rey de Kis; (3) en un momento oportuno, tal vez cuando Lugalzaggisi atacó a Kis, Sargón abandonó a Urllbaba y fundó su propia ciudad, Agade o Acad (véase Gn. 10:10); (4) después depuso a Lugalzaggisi, unificó a Sumer y a Acad bajo su gobierno y empezó una carrera expansiva de su imperio que rápidamente lo convirtió en el señor de la totalidad del área mesopotámica; (5) su gobierno duró ca. 55 años; (6) con el tiempo él realizó numerosas expediciones militares con el propósito de extender su imperio y de pacificar a los rebeldes. En el curso de estas expediciones él cruzó las montañas Amana y alcanzó la costa del Mediterráneo y también cruzó por lo menos la sección oriental de los montes Tauro más bien hacia el norte.
B. Evidencia Indirecta. Las excavaciones en un número de sitios, principalmente en la Mesopotamia superior, han dado dramáticas evidencias de los aspectos comerciales del imperio de Sargón. Los descubrimientos en Yorgan Tepe, cerca de la moderna Kirkuk sirven como ejemplo. Los primeros excavadores descubrieron la ciudad de *Nuzi, cuyos hallazgos fueron rápidamente popularizados ya que testificaban de varias costumbres que vívidamente ilustraron los relatos patriarcales de la Biblia. Posteriormente, y por medio de más profundas excavaciones, se recobraron muchos de los restos de una ciudad anterior que fue conocida como Gasur. Numerosos textos y artefactos revelaron que éste había sido un centro mercantil floreciente en los tiempos sargónicos. Muchos de los textos tratan de asuntos comerciales, que indican, entre otras cosas, que los mercaderes de Gasur mantenían relaciones comerciales con casi toda la Mesopotamia.
Hallazgos similares en niveles del período sargónico de otros sitios en Mesopotamia ayudan a completar el cuadro. Estos confirman la existencia de un imperio comercial organizado con un buen sistema de comunicaciones; una ruta comercial de caravanas que viajaban a través de caminos razonablemente bien protegidos; un sistema de banco establecido con crédito organizado y valores de cambio regulares (véase Gn. 23:16); y finalmente, la existencia de enclaves mercantiles en territorios extranjeros, especialmente en el noroeste, lo cual implica algún tipo de acuerdo comercial con los gobernantes foráneos.
El comercio en grano, metales, maderas y artículos manufacturados era vigoroso. Junto con esto había una elevación del nivel de vida de por lo menos una parte de los ciudadanos del imperio y una aceleración del desarrollo y extendimiento de las artes y conveniencias de una cultura material avanzada.
II. Significado para los Estudios Bíblicos. La recuperación arqueológica de la historia de Sargón y su imperio es importante para los estudios bíblicos en algunos asuntos, aun cuando su imperio se levantó y cayó siglos antes que se iniciara la historia bíblica como tal.
A. Dominio de los Semitas. El pueblo de la región de Acad de la baja Mesopotamia, que incluía a Sargón, fue predominantemente semítico. También lo fueron aquellos colonizadores a lo largo del Eufrates medio y en gran parte de la Mesopotamia del norte de este tiempo. Bajo el gobierno de Sargón ellos fueron hechos participantes de una especie de superestado semítico. Los amurru (amorreos, o semitas occidentales) eventualmente ganaron el dominio, pero sólo para convertirse en los herederos y perpetuadores de la cultura acadia. Después de la caída de la dinastía de Sargón, un poco más de un siglo después de su muerte, la hegemonía de Mesopotamia pasó a Ur, y después a otras ciudades estados originalmente sumerias del sur. Sin embargo, un proceso gradual de semitización tanto en lenguaje como en cultura general continuó en estos centros hasta los tiempos de Hamurabi en el siglo XVIII a. de J.C. De una manera muy circunstancial, Jafet había sido traído a las tiendas de Sem (Gn. 9:27). Los posteriores imperios de los asirios y babilonios fueron desarrollados sobre el molde de las conquistas y administración sargónicas.
B. El Extendimiento de la Cultura de la Antigua Babilonia. El estilo de escritura desarrollado por los sumerios y el cual los acadios adoptaron era la escritura cuneiforme. A través del proceso de difusión cultural puesto en movimiento por las conquistas de Sargón, el lenguaje y la escritura acadios se extendieron por toda la entera fértil creciente. Ellos llegaron a ser el medio para la correspondencia internacional que continuó en uso general hasta los tiempos de Moisés.
No sólo fueron el sistema de lenguaje y escritura de Acad tan ampliamente extendidos, sino también lo fueron el sistema de comercio, el gobierno político, las costumbres legales y la jurisprudencia sumero-acadios. Aunque el control político y militar cambiaba de manos de ciudad en ciudad y de monarca a monarca a través de los siglos, los elementos básicos de estos sistemas permanecieron intactos. Estos fueron gradualmente extendiéndose hasta Siria y Palestina junto con los rasgos de la cultura material que se movilizó sobre los caminos del comercio. Para el tiempo cuando Abraham emigró a Canaán, él había sido precedido en mucho por los rasgos de organización cultural y social con los cuales estaba familiarizado en su tierra. El también pudo usar un medio común de comunicación, tanto con los nativos cananeos como con los comerciantes colonos heteos (Gn. 23).
C. Difusión de los Conceptos Religiosos. Probablemente, debido a las conquistas de Sargón, ciertas creencias religiosas nativas tuvieron una amplia difusión entre los sumerios, como está testimoniado por los muy antiguos textos cuneiformes religiosos. Se ha indicado en los últimos años que tales textos pueden remontarse a los tiempos presumerios, a la cultura iranosemítica, que se cree precedió a los sumerios. Sin embargo, podría ser que hubo las siguientes ideas que correspondían en mayor o menor grado a las verdades de la Escritura: (1) la creencia de que los cielos y la tierra fueron formados de un estado caótico original por la voluntad y mandato de una deidad (véase Gn. 1:1, 2); (2) la creencia en la efectividad dinámica de la palabra o mandato de una deidad (véase Gn. 1:3 y sigtes.); (3) la creencia de que el hombre fue una creación de la deidad y que tuvo la oportunidad para llegar a ser inmortal pero la perdió (véase Gn. 2 y 3); además de una tradición que el hombre primitivo vivió en una clase de paraíso del cual fue expulsado más tarde; (4) que había habido un diluvio que devastó al mundo y que sólo una familia escapó, debido a la advertencia de una deidad, para repoblar la tierra (véase Gn. 6–9).
Debe recordarse que Abraham vino de un medio en el cual tales creencias y tradiciones eran dominantes. Es, además, notable que, a pesar de la estadía de los israelitas en Egipto, las formas de estos conceptos de la antigua Babilonia son más parecidas a las bíblicas que a las de los egipcios.
D. Las Historias del Nacimiento de Sargón y Moisés. Una fuerte similitud existe entre uno o dos detalles de los relatos del nacimiento de Sargón y Moisés. De acuerdo con la †œleyenda de Sargón†, su padre era un desconocido y su madre era una sacerdotisa del culto (véase Ai, arriba) quien lo dio a luz en secreto. Su madre hizo una arquilla de juncos que embetunó y la puso a flotar en el río. Akki, un jardinero, lo encontró y lo crió. De tan humilde comienzo, Sargón se levantó a la fama.
Aun cuando la historia tiene matices legendarios, no necesariamente debe ser rechazada como completa ficción. Muchos grandes hombres de la historia se han levantado desde comienzos muy oscuros. Aceptando ciertos rasgos de la cultura que reinaba en los días de Sargón, la historia de su nacimiento llega a ser creíble. Siendo que su madre era una sacerdotisa del culto, su concepción probablemente resultó de su participación en un acto cúltico apropiado a su casta. Es significativo que por lo menos un texto denomina a Sargón como †œconcebido por dios†. Ella pudo no haber conocido la identidad del padre del niño; o, si la supo, no la dio a conocer. Además, siendo que se sostenía el mito de que las sacerdotisas del culto eran vírgenes perpetuas, una preñez debía esconderse teniendo ella que deshacerse del niño. Esto hizo la madre de Sargón con tanta humanidad como le era posible en esas circunstancias. Debido a que numerosas gentes se ocupaban de actividades agrícolas a lo largo de las riberas de los ríos y canales que cruzaban Acad, al poner al pequeño Sargón en el río (o canal) era casi una garantía de que sería descubierto.
Los paralelos de la historia del nacimiento de Sargón con la de Moisés se refieren principalmente a los detalles de la arquilla embetunada o †œarca†. Esto puede ser una semejanza fortuita. La inventiva de los padres de Moisés pudo haber sido estimulada por la persecución del faraón. Otra posibilidad es que, en vista de la amplia y persistente popularidad de la historia de Sargón a través del antiguo Cercano Oriente durante un gran período, la familiaridad con ésta en efecto pudiera haber sugerido un medio para lograr la seguridad del niño Moisés. Nunca se sabrá con certeza la verdad de estos asuntos; pero en la ausencia de una fuerte evidencia contraria, no hay razón para negar a cada uno de los relatos una base real.
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Fuente: Diccionario Bíblico Arqueológico