PERSEPOLIS

El primer rey aqueménida en cambiar su palacio de *Pasárgadas a Persépolis fue Darí­o el Grande, quien probablemente comenzó a trabajar en su palacio-fortaleza inmediatamente después de su ascensión (522 a. de J.C. ). Desde ese tiempo en adelante, persépolis fue la capital principal de la Persia aqueménida.
El Instituto Oriental de la universidad de Chicago condujo campañas ar-queológicas en persépolis bajo la dirección de Ernst Herzfeld (1931–34) y Erich F. Schmidt (1935–39). Ellos pudieron trazar el plano de la antigua ciudad, observando que los palacios y edificious públicos fueron erigidos sobre una terraza de albañilerí­a ubicada a cierta distancia de la misma ciudad. La ciudad entera estaba rodeada por un sistema triple de fortificación con una hilera de torres y murallas que se extendí­an sobre la cresta de la montaña.
Sobre la terraza de albañilerí­a estaba el palacio de Darí­o con una abertura de entrada al pasadizo a través del ancho total del edificio. El pasadizo principal tení­a 4 mts. adornados con relieves que proclamaban: †œYo soy Darí­o, el gran rey, rey de reyes, rey de territorios, hijo de Histapes el aqueménida, quien construyó este palacio.†
El edificio actualmente conocido como el Tripylon fue probablemenre el primer salón de recepción en persépolis. Sus escaleras representan hileras de dignatarios acercándose al rey. Sobre el quicial de la puerta oriental, Darí­o I ésta representado sobre su trono.
Un salón de audiencia más grande era el así­ llamado Apadana, empezado por Darí­o I y terminado por Jerjes. Este era un salón grande cuadrado, que medí­a 60 mts. por cada lado. Estaba rodeado por vestibulos en tres de los lados. El techo de Madera estaba sostenido por 72 columnas de piedra, de las cuales trece aún permanecen en pie. Dos escaleras monumentales con esculturas se usaban para llegar al edificio que es taba en una plataforma elevada. Los relieves de la escalera oriental, excavada por Herzfeld, están bien conservados. En ellos se muestran embajadores de veintitrés naciones vasallas que traen regales de año nuevo al emperador persa.
Un tercer salón grande de recepción es conocido como el Salón de las Cien Columnas. Fue iniciado por Jerjes y terminado por Artajerjes I. La unidad central, un salón de casi 5.000 mts. 2, era más grande que el Apadana. Cien columnas habí­an sostenido el techo. Piedras inmensas, representaban la Victoria del rey sobre los malos poderes.
Una impresionante purta de Jerjes se levantaba en la terraza sobre las escaleras que conducian desde la llanura. Toros colosales guardaban la entrada. La inscripción acompañante decí­a, †œRey Erich Schmidt llamó al edificio construido mayormente por Artajerjes I la tesorerí­a, porque éste contení­a vasijas de piedra apropiadas para almacenar objetos valiosos. Alejandro Magno tomó los valiosos objetos de la tesorerí­a de Persépolis durante su marcha victoriosa a través de Persia después de la batalla de Gaugamala. Diódoro evaluó el tesoro en 120.000 talentos de plata (Diodorus xvii. 71.1).
El tratamiento de Persépolis por Alejandro ha confundido a los historiadores, porque su conocida generosidad parece haber desaparecido. A los hombres les quitó la vida, a las mujeres las esclavizó, y las propiedades fueron saqueadas por las tropas de Alejandro. Para colmo, los palacios de Persépolis fueron quemados. Algunos creen que Alejandro prendió fuego a Persépolis en venganza por el incendio de Atenas causado por los persas. Cualquiera que sea la razón, la evidencia de la conflagración está allí­, y el excavador de Persépolis examinó los restos quemados de lo que fuera una bella ciudad.
A pocos kilómetros al norte de Persépolis, en Naksh-i-Rustam, los reyes aqueménidas de Persia, con la excepción de Ciro, fueron enterrados. Elnombre Naksh-i-Rustam, significa cuadro de Rustam y fue dado equivocadamente al sitio a causa de un monumento que se creí­a representaba al legendario héroe persa Rustam. En realidad, éste representa a Shapur I (241–272 d. de J.C. ) parado frente al dios Ahura Mazda.
La tumba de Darí­o ostenta una inscripción trilingüe la cual alardea,
Dice Darí­o el rey: Por el favor de Ahura Mazda, Yo soy la clase de persona que soy amigo del derecho, no amigo de la injusticia; no es mi deseo que al hombre débil se le haga daño por el poderoso; no es mi deseo que al hombre poderoso se le haga daño por el débil.
A la derecha y a la izquierda de la tumba de Darí­o hay tumbas similares de Jerjes, Artajerjes I y Darí­o II.
Véase también PERSIA.
BIBLIOGRAFIA: Roland G. Kent, JNES IV, 1945, págs. 39–52.

Fuente: Diccionario Bíblico Arqueológico

Capital de Persia, fundada por Darí­o, cerca de la actual Siraz. Destruida por Alejandro el Grande, en 331 a.C.

(2Ma 9:2).

Diccionario Bí­blico Cristiano
Dr. J. Dominguez

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Fuente: Diccionario Bíblico Cristiano