Ninguna parte del mundo bíblico está demasiado lejos del desierto. Extendiéndose hacia el noroeste desde el Golfo Pérsico está la estrecha franja de tierra, rodeada de los desiertos árabe y sirio, la cual James H. Breasted nombró la íértil media luna. Su límite al norte es la altiplanicie de Anatolia e Irán de 915 mts. de altura, separados el uno del otro por las montañas de Armenia, las Urartu de las antiguas inscripciones cuneiformes y la Ararat de la Biblia (Gn. 8:4). El cruce a través de ella es casi imposible debido a las cordilleras que ribetean la altiplanicie —las cordilleras Tauro, Ponto, Elburz y Kurdistán.
En el sur y el oriente de la fértil media luna hay áreas desérticas que impiden el acceso al mercader y al soldado de igual manera. El camino histórico de Abraham desde Ur de los Caldeos a través de Harán hasta Canaán se aproxima al camino por el que los pueblos habían viajado desde el sur de Mesopotamia hasta la Palestina desde el principio de la historia. El hombre, al movilizarse ya fuera desde las montañas o desde el desierto hasta los valles de los ríos de la fértil media luna, venía a ser parte de la cultura que produjeron las ciudadesestados de Sumeria o los imperios asirio y babilónico.
El río Eufrates al dirigirse hacia el noroeste alcanzaba un punto en el norte de Siria no lejos de la costa mediterránea. Aquí la caída de agua es más abundante y la sequía del verano más corta que en las regiones de más al sur. Aquí, también, hay sólo una barrera de montañas y la lluvia es llevada más hacia el interior, de suerte que una amplia área de estepa fértil conecta el Mediterráneo con el Eufrates.
A medida que la fértil media luna se vuelve hacia el sureste a lo largo de las costas de Siria y Palestina, la caída de agua disminuye y la tierra cultivada gradualmente pasa hacia el desierto. El desierto empieza en Gaza (véase Hch. 8:26) y éste, hablando técnicamente, también marca el fin de la fértil creciente. Sin embargo, en realidad el Delta fértil y el valle del Nilo están a una corta distancia hacia el suroeste. Históricamente la fértil media luna ha sido el camino de conexión entre las naciones del Nilo y las de los valles de los rios Tigris y Eufrates. Conecta Asia con Africa la cual cuelga sólo por un hilo de menos de 160 kms. de tierra al norte del golfo de Suez. El canal de Suez ha eliminado aun esta tenue conexión.
Palestina, en el extremo suroccidental de la fértil media luna, no podia evadir el contacto con las grandes potencias de los tiempos bíblicos, ya que sus ejércitos estuvieron constantemente a sus puertas. El hogar exacto del antiguo Israel fue la cordillera central, en lugar de la región costera; sin embargo, no pudo evitar el verse envuelto en los grandes problemas políticos de su día. Egipto, Asiria, Babilonia, Grecia y Roma pudieron, sucesivamente, subordinar a Palestina. Africa, Asia y Europa se encuentran en el lugar donde los eventos del Antiguo y del Nuevo Testamento tuvieron lugar.
Fuente: Diccionario Bíblico Arqueológico