ENUMA ELISH

La narración babilónica de la creación comienza con estas dos palabras, las cuales, en español, se traducen †œcuando arriba† o †œcuando desde arriba†. La gran epopeya fue desconocida por el mundo moderno hasta los años 1848–76 cuando Austen H. Layard, Hormuzd Rassam y George Smith descubrieron fragmentos de siete tabletas de arcilla sobre las cuales fue escrita la historia en la biblioteca de Asurbanipal, rey de Asiria en el siglo VII a. de J.C. Otras copias descubiertas en otros lugares han continuado hasta el tiempo presente de modo que casi el documento completo puede ser leí­do hoy. La única tableta que aún está bastante incompleta es la tableta V, que trata del establecimiento de los cuerpos celestes.
I. Fecha de Escritura. No hay seguridad de la fecha cuando el poema en su forma semí­tica clásica fue completado. Aunque las copias de la biblioteca de Asurbanipal son del siglo VII a. de J.C. , copias que datan de 1000 a. de J.C. , se han encontrado en Asur. Las muestras presentes son claramente copias de un material anterior. Siendo que el motivo principal del poema es demostrar que Marduk, el dios de Babilonia, ha ganado el derecho de ser la deidad suprema y siendo que Babilonia se elevó a la supremací­a polí­tica durante la primera dinastí­a babilónica (1894–1595 a. de J.C. ) especialmente durante el reinado de Hamurabi (1792–1750 a. de J.C. ), la mayorí­a de las autoridades afirman que el original fue probablemente compuesto alrededor del 1800 a. de J.C. Con toda probabilidad la epopeya babilónica está a su vez basada en historias sumerias de la creación que son aun anteriores, aunque no se sabe hasta qué punto tomaron de éstas debido a la escasez de materiales sumerios.
II. Resumen de la Historia. La historia se inicia cuando sólo Apsu, agua dulce, y Tiamat, su esposa, agua salada, existí­an, y nada más. De su mezcla surgieron los otros dioses. Cuando los nietos llegaron a ser tan traviesos que Apsu no pudo aguantarlos más, él determinó destruirlos para que pudiera haber paz nuevamente en el cielo. Antes de que su plan se llevara a efecto, Ea, un descendiente fuerte y sabio de Apsu, le dio drogas a su abuelo y lo mató, tomando para sí­ las prerrogativas divinas. A él le nació el poderoso Marduk, dios de Babilonia, quien fue su heredero legí­timo.
Entonces Tiamat, la viuda, organizó una guerra en contra de Ea y Marduk. Con este propósito ella creó muchos monstruos terribles. Como comandante de sus ejércitos ella nombró un dios llamado Kingu, quien llegó a ser su consorte. Al principio Ea resolvió hacer frente a los ejércitos atacantes, pero cuando vio su terrible formación, huyó aterrorizado. Finalmente Marduk fue llamado, pero él aceptarí­a ir a la batalla solamente si se lo nombraba gobernador de los dioses. De acuerdo con esto los dioses se reunieron en un cónclave santo y, totalmente embriagados, declararon a Marduk rey de los dioses. Inmediatamente Marduk comenzó a prepararse para el combate, siendo sus principales armas una red inmensa y los vientos de las tormentas. Cuando Kingu le vio acercarse, huyó; pero Tiamat no dudó en enfrentar a Marduk. Sin embargo, cuando ella abrió su boca para tragárselo, él la apresó en su red y envió el viento de tormenta a través de su garganta seguido inmediatamente de un dardo que le atravesó su corazón.
Entonces Marduk dividió el cadáver de Tiamat en pedazos. Una mitad la usó para formar el firmamento del cielo y la otra para formar la tierra. Sobre el firmamento y debajo de la tierra habí­a agua que el cuerpo dividido mantení­a bajo control.
Entonces el dios principal asignó a los varios dioses a sus estaciones en los cielos para determinar los dí­as y las temporadas. Pronto los dioses se quejaron de que eran forzados a trabajar pero no tení­an sirvientes propios. En respuesta a su queja, Marduk decidió crear al hombre, quien servirí­a las necesidades de los dioses. Se acordó que uno de ellos suplirí­a la sangre; así­ que Kingu fue escogido, se le cortó la cabeza, sus venas fueron abiertas; y de su sangre y huesos el hombre fue formado.
En gratitud a Marduk los dioses construyeron la ciudad de Babilonia y todaví­a ví­a regresan anualmente el primer dí­a del año para rendirle homenaje nuevamente. En ese dí­a él decide los destinos del mundo entero.
III. Las Semejanzas con el Relato del Antiguo Testamento. El fenómeno más impresionante que confronta el lector es la correspondencia evidente en el orden de ambos. Los dos relatos tienen el siguiente orden:
(1) El caos primitivo
(2) La venida de la luz
(3) La creación del firmamento
(4) La aparición de la tierra seca
(5) La creación de luminares
(6) La creación del hombre
(7) El descanso de la deidad
Hay mucha discusión en cuanto a la relación de Tiamat con la palabra hebrea tehom (†œabismo†) de Gn. 1:2. Sin embargo, etimológicamente hay un contraste en cuanto a cualquier relación estrecha. Parece mejor inferir que tehom en vez de ser una derivación de Tiamat está relacionado con una palabra más antigua de la cual tanto tehom como Tiamat se derivan.
En la tableta IV:20–27 se hace una prueba de la habilidad de Marduk. Los dioses le piden ejercer su poder sobre una ropa. El debe decir una palabra y la ropa debe ser destruida, otra palabra y debe ser restaurada. Esta maravilla es ejecutada inmediatamente. ¿ Hace él que el vestido desaparezca completamente

Fuente: Diccionario Bíblico Arqueológico