Compuesto por *Akhenatón o por algunos cortesanos que habían asimilado sus formas religiosas, elHimno al Atón es la expresión más completa del atonismo. El himno fue inscrito en las paredes de la tumba preparada para el cortesano Eye al oriente de Akhenatón, moderna *Amarna. James H. Breasted sugirió que el himno era una parte del ritual del templo Atón.
Aunque el Himno al Atón concede claramente una posición favorecida a Egipto, se representa a Atón como teniendo autoridad sobre todos los pueblos, porque el sol trae luz y calor a los hombres de cada nación. El himno empieza:
Tú amaneciste bellamente en el
horizonte del cielo,
Oh Atón viviente, dador de la vida,
Cuando tú te levantaste en el horizonte oriental
Llenaste toda la tierra con tu belleza.
Algunas semejanzas entre el himno y el Salmo 104 sugieren que las expresiones poéticas que Akhenatón usó llegaron a ser parte de la herencia literaria del Cercano Oriente. Aunque el atonismo como religión murió poco tiempo después de la muerte de Akhenatón, las expresiones poéticas usadas para el elogio del Atón podían ser fácilmente incorporadas a la literatura devocional egipcia y eventualmente encontraron eco en la literatura de otros pueblos. Los contactos numerosos entre Israel y Egipto indican que la literatura devocional tanto como los proverbios (véase 1 R. 4:30) fueron de conocimiento común a los dos pueblos.
El dios de Akhenatón, Atón, es identificado con el disco del sol. Mientras Akhenatón parece haber espiritualizado la adoración al sol, él nunca se divorció a sí mismo de éste. En el monoteísmo bíblico las †œlumbreras en la expansión de los cielos† (Gn. 1:15) fueron creadas por Dios, quien nunca es identificado con el fenómeno natural.
BIBLIOGRAFIA: Charles F. Pfeiffer, Tell el-Amarna and the Bible, Baker Book House, Grand Rapids, 1963. John A. Wilson, †œThe Hymn to the Aton†, in ANET , págs. 369–371.
Fuente: Diccionario Bíblico Arqueológico