SUDOR

Gen 3:19 con el s de tu rostro comerás el pan
Luk 22:44 era su s como grandes gotas de sangre


(heb., zeah; gr., hidros). Después de la caí­da, Dios le dijo a Adán que para obtener su alimento tendrí­a que trabajar tan duramente que sudarí­a (Gen 3:19). Los sacerdotes en el templo después de la cautividad no debí­an vestirse con prendas que les hicieran sudar (Eze 44:18).

Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano

vet, El sudor aparece sobre el cuerpo como reacción para eliminar exceso de calor o de una energí­a consumida en un esfuerzo penoso, restableciendo su equilibrio térmico gracias al calor consumido en la evaporación del sudor. En medicina se conoce una forma especial de sudor, el sudor de sangre (hematidrosa, o diapedesis), en el que, a consecuencia de una emoción violenta o una gran excitación mental, los corpúsculos sanguí­neos escapan de los vasos sanguí­neos sin romperlos, y atraviesan los poros de la piel. Durante la agoní­a en Getsemaní­, el sudor de Cristo caí­a a tierra en grandes gotas de sangre (Lc. 22:44). Ello ilustra Su honda ansiedad ante la terrible prueba que El, santo y sin mancha, iba a sufrir, al ser hecho pecado y maldición por nosotros en la Cruz (2 Co. 5:21; Gá. 3:13).

Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado

Transpiración; humedad o lí­quido corporal excretado por las glándulas sudorí­paras y que fluye a través de los poros de la piel. El esfuerzo (como, por ejemplo, durante un trabajo laborioso), la emoción (como la ansiedad), el calor, etc., suelen ser las causas del sudor.
Después de pecar, Adán tuvo que ganarse su subsistencia a duras penas fuera del jardí­n de Edén, trabajando el suelo que habí­a sido maldecido, a costa de su sudor y en medio de espinos y cardos. Jehová le dijo en parte: †œCon el sudor de tu rostro comerás pan hasta que vuelvas al suelo, porque de él fuiste tomado†. (Gé 3:17-19.)
En la visión del templo que tuvo Ezequiel, Jehová declaró que los sacerdotes que ministraban allí­ tení­an que llevar vestiduras de lino y que †œninguna lana debe subir con ellos†. No tení­an que ceñirse con lana ni con nada que †˜hiciese sudar†™. Esto quizás era para evitar cualquier inmundicia que el sudor pudiera producir, o quizás porque la transpiración harí­a que su servicio fuese desagradable en lugar de gozoso, pues el sudor es un indicio de un trabajo duro o pesado, como en el caso de Adán. (Eze 44:15-18.)

Jesús en Getsemaní­. En Lucas 22:44, se dice sobre lo que le ocurrió a Jesucristo cuando estaba en Getsemaní­ la última noche de su vida terrestre: †œMas él, entrando en agoní­a, continuó orando más encarecidamente; y su sudor se hizo como gotas de sangre que caí­an al suelo†. El escritor no dice que el sudor de Jesús se mezclase con su sangre. Puede que solo haya hecho una comparación para indicar que la transpiración de Cristo formó lo que semejaba gotas de sangre, o que su sudor se parecí­a al goteo de sangre de una herida. Por otro lado, puede que la sangre de Jesús haya exudado a través de su piel, mezclándose con su sudor. Se ha informado que en casos de extrema tensión mental se ha producido sudor de sangre. Se conoce por diapédesis el paso de la sangre o sus elementos a través de las paredes í­ntegras de los vasos sanguí­neos, y por hematidrosis la transpiración teñida con pigmentos de sangre o con sangre misma, o fluido corporal mezclado con sangre, lo que resulta en lo que podrí­a llamarse †˜sudor de sangre†™. Por supuesto, estas son solo opiniones en cuanto a lo que posiblemente ocurrió en el caso de Jesús.
Se omite Lucas 22:43 y 44 en el Manuscrito Vaticano núm. 1209, el Manuscrito Alejandrino, el Códice Siriaco Sinaí­tico y el texto corregido del Manuscrito Sinaí­tico. Sin embargo, estos versí­culos aparecen en el Manuscrito Sinaí­tico original, el Códice de Beza, la Vulgata latina, el Manuscrito Siriaco Curetoniano y la Versión Peshitta siriaca.

Fuente: Diccionario de la Biblia

jidros (iJdrwv», 2402), se utiliza en Luk 22:44:¶ En la LXX, Gen 3:19:¶

Fuente: Diccionario Vine Nuevo testamento