JOYAS

Entre los artí­culos de joyerí­a mencionados en el AT se encuentran diademas, brazaletes, cadenas, brazaletes para los tobillos, anillos, redecillas de oro para el pelo, prendedores, gemas para adornar la cabeza, amuletos y prendedores con significado mágico, perfumes y cajas de ungüentos, y adornos para los camellos.

El siervo de Abraham les regaló cosas preciosas a Rebeca y a otros miembros de su familia (Gen 24:22, Gen 24:30, Gen 24:53). Cuando los israelitas salieron de Egipto con Moisés, tomaron artí­culos de plata y oro de los egipcios (Exo 12:35). Después se despojaron de sus aretes de oro y se los dieron a Aarón para que les hiciera un becerro de oro (Exo 32:2-4).

Como evidencia de su arrepentimiento, Moisés les ordenó que se despojaran de sus adornos (Exo 33:4-6). Para construir el primer tabernáculo, la gente respondió a la petición de Moisés y contribuyeron con prendedores, aretes, anillos, collares y toda clase de objetos de oro (Exo 35:22).

En éxodo 39 se describe la vestidura oficial que el sumo sacerdote judí­o usaba cuando desempeñaba sus tareas peculiares. Estas vestiduras eran de un esplendor riquí­simo. Con el tiempo, Gedeón hizo un efod con las alhajas que el pueblo habí­a quitado a los madianitas; lamentablemente después se usó con fines idólatras (Jdg 8:24-27).

David acumuló una buena cantidad de joyas, la mayorí­a obtenida en sus conquistas en contra de los sirios, moabitas, amonitas, amalequitas y filisteos.

Todo esto lo dedicó al Señor (2Sa 8:7-8) y después se lo pasó a Salomón para la construcción del templo en Jerusalén. Cuando sus nobles vieron lo que él estaba donando, ellos también dieron para el mismo propósito oro, plata, bronce e hierro; y la gente del pueblo donó lo que podí­a (1 Crónicas 29). Los profetas del AT advirtieron a los israelitas que la apostasí­a serí­a castigada con la pérdida de sus gemas (Eze 23:26).

El Nt no dice mucho en cuanto a las joyas y lo que se dice tiene un tono de condenación. Jesús mencionó joyas en dos ocasiones (Mat 7:6; Mat 13:45-46). Pablo exhortó a las mujeres cristianas a no confiar en las joyas como adorno (1Ti 2:9) y Santiago aconseja que no se le dé preferencia a quienes poseen joyas finas (Jam 2:2). La nueva Jerusalén es descrita en términos de muchas piedras preciosas (Apocalipsis 21), evocando aquellas que se encontraban en el pectoral del sumo sacerdote. Ver MINERALES.

Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano

Tanto los hombres como las mujeres en el antiguo Cercano Oriente se adornaban con joyas, algunas de las cuales (por ejemplo los *amuletos) tení­an un significado mágico. Conchas, huesos y vértebras de peces fueron estilizados como joyas por los *natufianos ya para el 8000 a. de J.C. Descubrimientos importantes de joyas fueron hechos en los cementerios reales de *Ur y en la tumba del rey Tutankhamón. El Instituto Oriental de Expediciones a *Meguido descubrió algunas muestras de joyas cananeas.
Entre los artí­culos comunes de joyerí­a estaban *sellos de gemas, brazaletes, brazaletes para los tobillos, pendientes, aretes, narigueras y redecillas de oro para el cabello. Cuando el siervo de Abraham buscaba una esposa para Isaac él le presentó a Rebeca †œun pendiente de oro que pesaba medio siclo y dos brazaletes que pesaban diez† (Gn. 24:22). Cuando Moisés estaba en el monte Sinaí­, Aarón pidió a los hombres de Israel que trajeran todos los aretes de oro de las orejas de sus esposas, hijos e hijas para que pudieran hacer con ellos un becerro de oro (Ex. 32:1-6). Sin embargo, un uso legí­timo de tales materials se encontró en la construcción del tabernáculo cuando †œvinieron así­ hombres como mujeres, todos los voluntarios de corazón, y trajeron cadenas y zarcillos, anillos y brazaletes y toda clase de joyas de oro; y todos presentaban ofrenda de oro a Jehovᆝ (Ex. 35:22). En Jueces 8:24 se lee que los ismaelitas usaban zarcillos (o narigueras).
Los monarcas usaron coronas de piedras preciosas y se sentaban en tronos ricamente ornamentados con joyas. Durante sus conquistas, David adquirió una corona de piedras preciosas del rey de *Amón (2 S. 12:30). La reina de Saba, del sur de *Arabia trajo oro y piedras preciosas, junto con las especies por las cuales su tierra era famosa, cuando vino a ver a Salomón (1 R. 10:2).
Entre los judí­os que regresaron de Babilonia estaba †œMalquí­as, el hijo del platero† (Neh. 3:31). Por siglos los orfebres semí­ticos habí­an hecho de las varillas de oro y plata bellos ornamentos incrustados con piedras preciosas.
Al hablar del valor de la sabidurí­a en el libro de Job, se afirma que su valor excede por mucho al oro de Ofir, el precioso ónice, el zafiro, el topacio, las perlas y los rubí­es (Job 28:15-20). Todas estas piedras fueron valiosas por su belleza y escasez y fueron usadas en la producción de joyas.

Fuente: Diccionario Bíblico Arqueológico

Tanto los hombres como las mujeres israelitas procuraban, si tení­an los recursos, poseer j. con las cuales adornarse. Cuando salieron de Egipto, cada uno pidió †œa su vecino, y cada una a su vecina, alhajas de plata y de oro† (Exo 11:2). Algunas j. eran usadas también como medio de pago ( †¢Dinero). Los materiales para las j. eran el oro, la plata y las piedras preciosas. Estas últimas eran simplemente pulidas y en su superficie se hací­an a veces inscripciones, especialmente cuando se trataba de anillos que serví­an como sellos.

Los apóstoles advirtieron a las mujeres creyentes sobre el exceso en el uso de j. (†œVuestro ataví­o no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos† [1Pe 3:3; 1Ti 2:9]).
la Biblia se mencionan de manera especí­fica las siguientes j.:

Anillos. Aunque ambos sexos usaban anillos, en el caso de los hombres éstos podí­an servir también como †¢sellos. Los reyes y altos funcionarios acostumbraban sellar sus documentos oficiales como señal de autenticidad. Jezabel †œescribió cartas en nombre de Acab, y las selló con su anillo† ordenando la muerte de Nabot (1Re 21:8). Para la construcción del †¢tabernáculo se usaron muchos anillos ofrendados por el pueblo (Exo 35:22). Los familiares y amigos de Job le visitaron †œy cada uno de ellos le dio una pieza de dinero y un anillo de oro† (Job 42:11). El usar anillos de oro era una señal de riqueza (Stg 2:2).

Brazaletes. Aunque ambos sexos podí­an usar un brazalete, esta era una joya más apreciada por las mujeres. El siervo de Abraham le dio a Rebeca †œun pendiente de oro que pesaba medio siclo, y dos brazaletes que pesaban diez† (Gen 24:22). Se ofrendaron para el †¢tabernáculo (†œ… y trajeron cadenas y zarcillos, anillos y brazaletes† [Exo 35:22; Num 31:50]). En juicio contra †œlas hijas de Sion†, Isaí­as dice que †œquitará el Señor … los brazaletes† y otras joyas que ellas usaban (Isa 3:17-23).

Cadenas. Las utilizaban hombres y mujeres. Se ofrendaron para el †¢tabernáculo (†œVinieron así­ hombres y mujeres… y trajeron cadenas y zarcillos, anillos y brazaletes† [Exo 35:22; Num 31:50]). Generalmente eran de oro, pero también las habí­a de plata (†œ… antes que la cadena de plata se quiebre…† [Ecl 12:6]).

Collares. Generalmente hechos con eslabones grandes, de oro ( †œHermosas son tus mejillas entre los pendientes, tu cuello entre los collares† [Can 1:10]). Pero Dios tuvo que hacer juicio contra †œlas hijas de Sion†. Isaí­as dice que el Señor quitará †œlos collares† y otras joyas que usaban las hijas de Sion (Isa 3:17-23).

Coronas. No era sólo de reyes el usar coronas, aunque las de éstos eran mucho más ricas y costosas. El término atarah se emplea para designar una ornamentación bella en la cabeza, que podrí­a ser un tocado especial, pero mayormente se refiere a una c., como en Eze 23:42 (†œ… pusieron pulseras en sus manos, y bellas c. sobre sus cabezas†). David conquistó Rabá †œy quitó la c. de la cabeza de su rey, la cual pesaba un talento de oro, y tení­a piedras preciosas† (2Sa 12:30). †¢Corona.

Diademas. Adorno que se usaba en la cabeza, mayormente en forma de banda o cinta a la cual se poní­an metales o piedras preciosas (Zac 9:16). A los novios se les coronaba con una diadema preciosa según la capacidad económica de la pareja (Can 3:11). †¢Diadema.

Joyeles de las narices. Usualmente en forma de un anillo, o nariguera. Isaí­as dice que el Señor quitará †œlos joyeles de las narices† y otros arreglos que usaban las hijas de Sion (Isa 3:17-23). En Eze 16:1-13 se presenta la figura de Dios como un novio ataviando a su novia (†œ… puse joyas en tu nariz…† [Eze 16:12]).

Manillas. Equivalente a pulsera (Eze 23:42). Se ofrendaron muchas para el †¢tabernáculo (Num 31:50).

Partidores de pelo. Las mujeres israelitas gustaban de hacerse tocados muy elaborados, para lo cual usaban objetos que a veces eran de materiales preciosos. Isaí­as dice que el Señor quitará †œlos partidores de pelo† y otras joyas que usaban las hijas de Sion (Isa 3:17-23).

Pendientes. Son adornos que se cuelgan de las orejas. El siervo de Abraham le dio a Rebeca †œun pendiente de oro que pesaba medio siclo† (Gen 24:22). Isaí­as dice que el Señor quitará †œlos pendientes† y otras joyas que usaban las hijas de Sion (Isa 3:17-23).

Pulseras. Usada por ambos sexos. En una figura que describe la infidelidad de Israel, se habla de ella como una mujer que paga a sus amantes con †œpulseras en sus manos, y bellas coronas sobre sus cabezas† (Eze 23:42).

Redecillas. Para el arreglo de su pelo, las israelitas usaban redecillas. Algunas eran de hilo de oro, como han encontrado los arqueólogos. El Señor quitará †œlas redecillas† y otras joyas que usaban las hijas de Sion (Isa 3:17-23).

Zarcillos. En tiempos patriarcales, es posible que los zarcillos o pendientes que usaban hombres y mujeres tuvieran una significación relacionada con la idolatrí­a. Cuando Jacob regresaba con su familia y Dios le ordenó que se quedara en †¢Bet-el, el patriarca dijo a su familia: †œQuitad los dioses ajenos que hay entre vosotros, y limpiaos, y mudad vuestros vestidos†. Los miembros de la familia †œdieron a Jacob todos los dioses ajenos que habí­a en poder de ellos, y los zarcillos que estaban en sus orejas, y Jacob los escondió debajo de una encina† (Gen 35:1-4).
ón confeccionó el †¢becerro de oro con los pendientes de oro que le dio el pueblo (†œApartad los zarcillos de oro que están en las orejas de vuestras mujeres, de vuestros hijos y de vuestras hijas…† [Exo 32:2]). También se usaron luego zarcillos para la construcción del †¢tabernáculo (Exo 35:22; Num 31:50). Usar zarcillos era una costumbre de los hombres ismaelitas (Jue 8:24-26).
amor que Dios habí­a tenido para su pueblo se expresó diciendo que éste habí­a sido como una niña de quien un hombre se enamora y la ataví­a (†œcon adornos … brazaletes … collar…. joyas en la nariz … zarcillos en tus orejas…† [Eze 16:1-13]). Pero Dios tuvo que hacer juicio contra †œlas hijas de Sion†. Isaí­as dice que †œquitará el Señor … los zarcillos† y otras joyas que ellas usaban (Isa 3:17-23). †¢Piedras preciosas.

Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano

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Objetos de valor material (como el oro), intelectual y social (piezas artí­sticas o arqueológicas) o afectivo y moral (recuerdos, sí­mbolos, emblemas). Las joyas son una riqueza significativa que hay que saber apreciar, guardar y situar en su contexto.

Una de las acusaciones frecuentes en los ambientes juveniles es que la Iglesia posee multitud de joyas riquí­simas al mismo tiempo que habla de pobreza o de solidaridad. El educador debe estar preparado para dar respuesta adecuada a estos sofismas, hábilmente explotados por los adversarios religiosos.

Cualquier cuadro pictórico o relicario heredado de la historia puede tener un valor crematí­stico incalculable en una subasta. Sin embargo la Iglesia lo mira como enlace con la tradición y no como objeto de rentabilidad inmediata. En esta clave hay que enseñar a valorar las realidades materiales, aunque resulte difí­cil en la sociedad especulativa del presente.

Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogí­a Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006

Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa