(heb., yavesh gil†™adh, seco). La metrópolis de los de Galaad (Anti-güedades 6.5.1). Estaba a una noche de camino al otro lado del Jordán desde Bet-seán (1Sa 31:11-12. RVR-1960 tiene Jabes de Galaad). Estaba en el territorio de Manasés (Num 32:33). Cuando los residentes de ese lugar rehusaron asistir a la asamblea sagrada en Mizpa, se envió un ejército para que los destruyeran (Jdg 21:8-15). La ciudad no fue destruida y volvió a crecer en poder y riquezas. Durante el reinado de Saúl, Najas, rey de Amón, cercó a la ciudad. El ejército de Saúl derrotó a Najas, la ciudad fue salvada y reunida a la nación (1Sa 11:1-15). Uno de los propósitos detrás de esta ayuda militar fue asegurar la obtención de esposas para los de la tribu de Benjamín, ya que todo Israel había jurado que nunca permitiría que los benjamitas se casaran con sus hijas (Jdg 21:1).
Después, cuando Saúl y sus fuerzas fue-ron emboscados por los filisteos, y él y sus hijos fueron muertos, los hombres de Ja-bes en Galaad rescataron sus cuerpos, los cremaron y enterraron los restos en Jabes (1Sa 31:1-13). Cuando David llegó a ser el rey, les envió palabras de gratitud por este acto (2Sa 2:4-6), y ordenó que los restos de Saúl y Jonatán fueran exhumados y vueltos a enterrar en la tumba de Quis, en el territorio de Benjamín (2Sa 21:12-14).
Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano