Dios sacó a Israel de Egipto y lo guió a través del desierto por medio de una columna de nube durante el día. Esta se transformaba en una columna de fuego por la noche, para que pudieran escapar del ejército egipcio (Exo 13:21-22). Cuando los egipcios alcanzaron a los israelitas, el ángel de Dios tomó la columna de nube que iba delante de ellos y la colocó atrás, para que sirviera como efectiva barrera (Exo 14:19-20, Exo 14:24). La columna de nube permanecía sobre la tienda de reunión fuera del campamento cuando el Señor se reunía con Moisés allí (Exo 33:7-11).
El Señor venía para juicio en medio de la nube (Números 12; Exo 14:13-35).
Ningún fenómeno natural se ajusta a la descripción bíblica. La nube y el fuego eran manifestaciones divinas, en una forma lo suficientemente bien definida como para poder ser llamadas columna.
Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano