SEBAOT

hebreo ejércitos. Yahvéh S., esto es, Yahvéh de los ejércitos. Este nombre aparece en las Escrituras por primera vez en 1 S 1, 3 y 11, relacionado con el culto en el santuario de Siló. Después, se dice: Yahvéh S. que está sobre los querubines†, 1 S 4, 4; es decir el trono o sede de Yahvéh. En 1 S 17, 45, se dice Yahvéh S., Dios de los ejércitos de Israel.

Este tí­tulo quedó unido al ritual del Arca 2 S 6, 2 y 18; 7, 8 y 26-27.

También es empleada esta expresión en el libro de los Salmos Sal 24 (23), 10; 46 (45), 4/8/12; 48 (47), 9; 59 (58), 6; 69 (68), 7; 80 (79), 5/8/ 15/20; 84 (83), 2/4/9/13; 89 (88), 9; igualmente, en los profetas mayores, menos Ezequiel, y los profetas postexí­licos, Is 1, 9 y 24; 2, 12; 3, 1 y 15; 5/7/9/16/24; 6, 3 y 5; Jr 5, 14; Am 5, 15; Mi 4, 4; Na 2, 14; Ha 2, 13; So 2, 9; Ag 1, 2; Za 1, 3; Ml 1, 4.

Diccionario Bí­blico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003

Fuente: Diccionario Bíblico Digital

(En hebreo, forma plural de «hueste» o «ejército»).

La palabra se usa casi exclusivamente junto al nombre Divino como un título de majestad: «el Señor de las Huestes», o «el Señor Dios de los Ejércitos». Los orígenes y significación precisa del título son cuestiones de conjeturas más o menos creíbles. Según algunos estudiosos, las «huestes» representaban, por lo menos primitivamente, a los ejércitos de Israel sobre los cuales Yahveh ejercía protectora influencia. Otros opinan que la palabra se refiere a los ejércitos del cielo, a los ángeles, y metafóricamente, a las estrellas y al universo entero (cf. Génesis 2,1). A favor de la última consideración está el hecho que esa denominación no aparece en el Pentateuco o Josué, aunque se menciona a menudo a los ejércitos de Israel, mientras que es bastante común encontrarla en las Escrituras proféticas (Jer. 11,20) donde naturalmente tendría el más glorioso y universal significado.

Fuente: Driscoll, James F. «Sabaoth.» The Catholic Encyclopedia. Vol. 13. New York: Robert Appleton Company, 1912. 21 Mar. 2012
http://www.newadvent.org/cathen/13286a.htm

Traducido por José Luis Anastasio. rc

Fuente: Enciclopedia Católica