nombre de varón. 1. O. I, hijo de Jadduá, el sumo sacerdote en funciones en tiempos de Alejandro Magno. Fue también sumo sacerdote entre los años ca. 323-300 a. C. Concluyó una alianza con el rey de los espartanos, Areios, 1 M 12, 7-8 y 19-23. Le sucedió su hijo Simeón el Justo. 2. O. II, sumo sacerdote entre los años ca. 246-218 a. C., hijo de Simeón el Justo, padre de Simeón II. 3. O. III, hijo de Simeón II y nieto de O. II, elogiado por los reyes por su la piedad y el aborrecimiento del mal, 2 Mc 3, 1. Su hermano Jasón, lo despojó de su cargo por lo que se refugió en Dafne, en el templo de Apolo. Allí, Andrónico, incitado por Menelao, le dio muerte. Antíoco, el rey, volvió de viaje de las regiones de Cilicia y lloró la injusta muerte de O., por lo que tomó preso a Andrónico, rasgó sus vestiduras de sacerdote, y lo llevó al lugar donde había asesinado a O. y le dio muerte, 2 Mc 4, 33-38. Onó, ciudad reconstruida por Semed, localizada al noroeste de Lob en el Bosque de los Artesanos, Ne 11, 35, reconstruida por el benjaminita Semed, 1 Cro 8, 12, y repoblada por los hijos de Jarín, después del retorno de la cautividad de Babilonia, Esd 2, 23; Ne 7, 37.
Diccionario Bíblico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003
Fuente: Diccionario Bíblico Digital
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Nombre de algunos de los Sumos sacerdotes del Templo de Jerusalén en tiempos de los Lagidas. El más famoso de ellos fue Onías III (185 a 175 a C), contemporáneo de los Macabeos y alabado en los dos libros escritos sobre ellos (2 Mac. 15. 12-16; Dan. 9.26).
Ante su oposición a la helenización de Jerusalén, tuvo que dejar el cargo a su hermano Jasón, helenista convencido (2 Mac. 4.23), siendo luego muerto por los nuevos usurpadores del cargo sacerdotal (2.mac 4.38). Su hijo Onías IV huyó a Egipto y fundó un templo en Leontópolis.
Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006
Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa
Onías (’Onías) es el nombre de varios sumos sacerdotes judíos de los siglos II y III antes de Cristo.
ONÍAS I:
Onías I, hijo y sucesor del sumo sacerdote Jadúa, quien, según Josefo (Antiq., XI, VIII, 7) recibió a Alejandro Magno en Jerusalén. Poco después de la muerte de Alejandro (Josefo, ibid.) sucedió a su padre y ocupó el cargo durante veintitrés años (323-300 a.C.). En 1 Mac. 12,7 se dice que recibió una carta amistosa de Areios, gobernante de los espartanos. Josefo menciona la carta (Antiq., XII, IV, 10), y da su contenido con ciertas modificaciones de la forma en 1 Mac. 12,20-23. Durante el pontificado de Onías Palestina fue el escenario de continuos conflictos entre las fuerzas de Egipto y Siria, que varias veces se alternaron como dueños del país. Durante este período también, y debido a las condiciones de inestabilidad en el país, muchos judíos salieron de Palestina para la recién fundada ciudad de Alejandría.
ONÍAS II:
Hijo de Simón el Justo. No se le menciona en la Biblia, pero Josefo dice (Antiq., XII, IV, 1-6) que, aunque sumo sacerdote, era un hombre “de alma pequeña y gran amante del dinero.” Se negó a pagar el acostumbrado tributo de veinte talentos de plata a Ptolomeo Evergetes, quien amenazó con ocupar el territorio judío, calamidad que fue evitada por la actividad diplomática de José, un sobrino de Onías, que fue donde Ptolomeo y compró la inmunidad de invasión.
ONÍAS III:
Hijo y sucesor (198 a.C.) de Simón II y nieto de Onías II. Josefo le atribuye erróneamente la correspondencia con Areios de Esparta (véase más arriba, Onías I). Se le menciona en 2 Mac. 15,12, como un hombre bueno y virtuoso, modesto y gentil en sus modales. Durante su pontificado Seleuco Filopator, rey de Siria, envió a su ministro Heliodoro a Jerusalén con el fin de obtener la posesión de los alegados tesoros del Templo (2 Mac. 3).
ONÍAS (TAMBIÉN LLAMADO MENELAO):
A Menelao se le menciona en 2 Mac. 4, hermano de Simón, quien se convirtió en el injusto acusador de Onías III, y luego un usurpador venal del sacerdocio. Según Josefo, por otro lado, él originalmente llevó el nombre de Onías, y por razones políticas se lo cambió a uno más característicamente griego (Antiq., XII, V. 1).
ONÍAS IV:
Hijo de Onías III, demasiado joven para suceder a su padre en el sacerdocio, que fue usurpado sucesivamente por Jasón y Menelao (vea arriba) y más tarde por Alcimo. Mientras tanto Onías se retiró a Egipto, donde obtuvo de Ptolomeo Filometor un pedazo de tierra cerca de Heliópolis, en la cual (alrededor de 160 a.C.) construyó una especie de templo. Allí se inauguró un templo regular en desafío de la ley, pero la innovación estaba justificada, sin duda, en la mente de Onías por las condiciones escandalosas en el santuario hogar, y por el gran número de judíos residente en Egipto. El proyecto fue censurado por las autoridades en Jerusalén (Mishna, Menachoth XIII, 10) y fue reprobado por Josefo (Bell. Jud., VII, X, 3). Sin embargo, el culto se mantuvo hasta después del año 70 d.C., cuando fue abolido por Lupus, prefecto de Alejandría (Josefo, «Bell. Jud.», VII, X, 4).
ONÍAS (DE JERUSALÉN):
Un judío piadoso de Jerusalén en los días del sumo sacerdote Hircano, es decir, alrededor de mediados del siglo I a.C. (vea Mishna, Thaanith III, 8, y Josefi Antiq., XIV, II, 1).
Fuente: Driscoll, James F. «Onias.» The Catholic Encyclopedia. Vol. 11. New York: Robert Appleton Company, 1911. 19 Dec. 2012
http://www.newadvent.org/cathen/11253b.htm
Traducido por Luz María Hernández Medina
Fuente: Enciclopedia Católica