v. Holocausto, Sacrificio
Gen 4:4 miró Jehová con agrado a Abel y a su o
Exo 25:2 dí a los de .. Israel que tomen para mi o
Exo 30:15 la o a Jehová para hacer expiación por
Exo 35:29 todos .. trajeron o voluntaria a Jehová
Exo 36:3 ellos seguían trayéndole o voluntaria
Lev 1:2 ofrece o a Jehová, de ganado vacuno u
Lev 6:14 esta es la ley de la o: La ofrecerán los
Lev 7:38 mandó .. que ofreciesen sus o a Jehová
Num 7:3 trajeron sus o .. seis carros cubiertos
Num 31:50 hemos ofrecido a Jehová o, cada uno
Deu 16:17 cada uno con la o de su mano, conforme
1Ch 16:29 dad a .. traed o, y venid delante de él
1Ch 29:5 ¿quién quiere hacer hoy o voluntaria a
2Ch 24:6 la o que Moisés siervo .. impuso a la
Ezr 3:5 además de .. toda o voluntaria a Jehová
Psa 20:3 haga memoria de todas tus o, y acepte
Psa 96:8 dad a .. traed o, y venid a sus atrios
Isa 1:13 no me traigáis más vana o; el incienso me
Isa 18:7 será traída o a Jehová de .. del pueblo
Isa 66:20 traerán a .. hermanos .. por o a Jehová
Eze 20:40 demandaré vuestras o, y las primicias
Eze 44:30 toda o de todo .. será de los sacerdotes
Amo 4:5 publicad o voluntarias, pues que así lo
Mal 1:10 yo no .. ni de vuestra mano aceptaré o
Mal 3:3 afinará .. traerán a Jehová o en justicia
Mat 5:23 si traes tu o al altar, y allí te acuerdas
Mat 8:4 y presenta la o que ordenó Moisés, para
Mat 15:5; Mar 7:11 es mi o a Dios todo aquello
Mat 23:18 si alguno jura por la o que está sobre
Mar 12:41 Jesús sentado delante del arca de la o
Luk 21:1 que echaban sus o en el arca de las o
Luk 21:4 echaron para las o .. lo que les sobra
Joh 8:20 cosas habló Jesús en el lugar de las o
Act 21:26 cuando había de presentarse la o por
Act 24:17 vine a hacer limosnas .. presentar o
Rom 15:26 Acaya tuvieron a bien hacer una o
1Co 16:1 en cuanto a la o para los santos, haced
Eph 5:2 o y sacrificio a Dios en olor fragante
Heb 5:1 para que presente o .. por los pecados
Heb 8:3 todo .. está constituido para presentar o
Heb 10:10 mediante la o del cuerpo de Jesucristo
Heb 10:18 donde hay .. no hay más o por el pecado
Ver sacrificio.
Diccionario Bíblico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003
Fuente: Diccionario Bíblico Digital
(ofrecimiento).
Toda la vida religiosa litúrgica del A.T. estaba centrada en las distintas clases de «ofrendas» que se especifican en los 7 primeros capítulos del Libro Levítico: Eran 5 esencialmente: Holocaustos: (cap.1), Oblaciones.
(cap.2), Sacrificios eucarísticos.
(cap.3), Sacrificios Expiatorios por el pecado.
(cap.4), y Sacrificios Expiatorios por el Delito.
(cap. 5:14).
Lo central era «el Sacrificio Eterno», perpetuo, de Num 28:3 y Exo 29:42, que se celebraba ofreciendo «cada día dos corderos primales sin defecto».
Todas estas ofrendas y sacrificios cesaron después de Cristo, como habían profetizado Is.l:ll, Dan 8:11, Dan 9:27Dan 11:31, Dan 12:11, Ma12Cr 1:10. Por eso, hoy día, en las sinagogas judías hay «maestros»: (rabínos), pero no sacerdotes, porque no tienen sacrificios.
En el N.T. todos estos sacrificios y ofrendas han sido sustituidos por el «Cordero de Dios que quita el pecado del mundo», por el Sacrificio Eucarístico de la Santa Misa, de Mat 26:26-29, Mar 14:22-25, Luc 22:19-20, Jua 6:48-58, I Cor.11:23-30. Ver «Misa».
Algunas «denominaciones cristianas» tampoco tienen ya «sacrificios» que será lo primero que trate de quitar el Anticristo en la Abominable Desolación predicha por Cristo en Mat 24:15, según había profetizado 4 veces Daniel en 8:11-19, 9:26-27, 11:31, 21:11.
Ver «Abominable Desolación».
E1 «Ofertorio»: Es la parte de la Santa Misa donde se «ofrece» el pan y el vino, y donde cada creyente ofrece su cuerpo como hostia santa, con todos sus bienes y posesiones, sus alegrías y fracasos, y pecados: (Rom 12:1).
Diccionario Bíblico Cristiano
Dr. J. Dominguez
http://biblia.com/diccionario/
Fuente: Diccionario Bíblico Cristiano
[472]
Entrega de un don o de un servicio a alguien. De manera especial se asocia la ofrenda con el culto divino, en cuanto es Dios es el primer Señor del Universos y es el primero que tiene derecho a que se le ofrezca tributos y signos de veneración y de culto.
La ofrenda religiosa (un don, un sacrificio, las primicias de las cosechas, los diezmo de todo lo que se adquiere) constituye un acto de culto natural y universal.
Pedro Chico González, Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa, Editorial Bruño, Lima, Perú 2006
Fuente: Diccionario de Catequesis y Pedagogía Religiosa
En la antigua Ley se prescribía hacer ofrendas y ofrecer sacrificios a Dios (Mt 8,4; Mc 1,44; Lc 5,14). En la nueva Ley lo más importante es ofrecer a todos la caridad fraterna, la unión con todos -sin discriminación alguna-, hasta el punto que Dios prefiere esta Ley del amor al cumplimiento del acto más augusto de adoración, cual es el ofrecimiento del sacrificio en el altar de los holocaustos (Mt 5,23-24).
E. M. N.
FERNANDEZ RAMOS, Felipe (Dir.), Diccionario de Jesús de Nazaret, Editorial Monte Carmelo, Burbos, 2001
Fuente: Diccionario de Jesús de Nazaret
minjah (hj;ní’mi , 4503), «ofrenda; tributo; presente; don, sacrificio; oblación». El Antiguo Testamento contiene varios nombres que tienen que ver con algún tipo de «ofrenda». Minjah se encuentra unas 200 veces en el Antiguo Testamento, en todos los períodos. También se usa en hebreo moderno, con el sentido de «don o presente» y de «oraciones vespertinas». Esta segunda acepción hace eco, sin duda, en la liturgia sacrificial veterotestamentaria. Minjah aparece en otras lenguas semíticas, tales como arábigo y fenicio, y parece haberse usado también en antiguo ugarítico para significar «tributo o don». El vocablo aparece por primera vez en el Antiguo Testamento en Gen 4:3 «Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová». Primero, minjah se usa muchas veces en el Antiguo Testamento para referirse a un «don» o «presente» de una persona para otra. Por ejemplo, cuando Jacob iba de regreso a casa después de veinte años, su sentimiento de culpa hacia Esaú y de temor le motivó a enviarle un gran «presente» (soborno) de cabras, camellos y otros animales (Gen 32:13-15). En forma parecida, Jacob ordenó a sus hijos: «Llevad a aquel varón un presente» (Gen 43:11) para apaciguar al gobernante egipcio que resultó ser su hijo José. Todos los que vinieron a escuchar la gran sabiduría de Salomón le llevaron un «presente» apropiado (1Ki 10:25) que le enviaban todos los años. Segundo, a menudo minjah se usa indicando el «tributo» que se paga a un rey o señor. La entrega del «tributo» del pueblo de Israel al rey de Moab fue la oportunidad que aprovechó Aod, juez liberador de Israel, para asesinar a Eglón, valiéndose de una artimaña astuta (Jdg 3:15-23). Años más tarde, cuando David conquistó a los moabitas, «fueron hechos siervos de David y le llevaban tributo» (2Sa 8:2 rva). Oseas proclamó a Israel que su dios becerro «será llevado a Asiria como presente para el gran rey» (Hos 10:6 rva). Otros pasajes donde minjah significa «tributo» son: Psa 72:10; 1Ki 4:21; 2Ki 17:3-4: Tercero, minjah se usa a menudo para referirse a cualquier «ofrenda» o «don» para Dios, ya fuera vegetal (granos/cereales) o animal («sacrificio de sangre»). El relato de Caín y Abel es un ejemplo elocuente de este uso generalizado: «Caín trajo, del fruto de la tierra, una ofrenda a Jehovah. Abel también trajo una ofrenda de los primerizos de sus ovejas, lo mejor de ellas. Y Jehovah miró con agrado a Abel y su ofrenda, pero no miró con agrado a Caín ni su ofrenda» (Gen 4:3-5 rva). Los sacrificios de animales que malversaron los hijos malvados de Elí se llamaban simplemente «ofrenda del Señor» (1Sa 2:17). En cada caso «ofrenda» es la traducción de minjah. Cuarto, un uso corriente de minjah, particularmente en textos veterotestamentarios tardíos, es para indicar «ofrendas» de grano («cereal», lba; «vegetal» rva). A veces se refería a las primicias que se ofrecían de grano, «espigas tostadas al fuego» (Lev 2:14). El aceite y el incienso, quemados junto con el grano, formaban parte de estas ofrendas. La «ofrenda de grano» podía consistir de flor de harina sobre la que se vertía también aceite e incienso. O bien el aceite se mezclaba con la harina del grano en el momento de la «ofrenda» (Lev 14:10, 21; 23.13; Num 7:13). El sacerdote tomaba un puñado de la harina refinada, la quemaba como porción memorial y lo restante le correspondía a él como sacerdote (Lev 2:9-10). La «ofrenda de grano» a menudo consistía de tortas amasadas hechas de flor de harina mezclada con aceite y luego cocidas sobre una plancha o en una cazuela (Lev 2:4-5; véanse otras descripciones de esta clase de ofrendas en Num 6:15 y Lev 7:9). Las «ofrendas» de grano amasada se preparaban siempre sin levadura, sazonadas con sal y aceite (Lev 2:11, 13). Para los sacrificios en fiestas solemnes, en particular la Fiesta de las Primicias o de Pentecostés (Lev 23:18), así como en las «ofrendas diarias» o «continuas» (Exo 29:38-42) y en todas las «ofrendas encendidas» u holocaustos generales (Num 15:1-16). El minjah se describe como una «ofrenda de flor de harina» amasada en aceite puro de oliva que formaba parte del holocausto quemado. Debía verterse además una libación de vino. La «ofrenda de grano» se quemaba con el animal y al parecer el vino se derramaba al pie del altar con la sangre del sacrificio. El minjah era parte de los sacrificios diarios, mañana y tarde: «ofrenda [vegetal (rva); cereal (lba); la rv y nrv y las versiones católicas lo omiten] de la mañana» (Exo 29:41; cf. Num 28:8); y «ofrenda [vegetal o cereal] de la tarde» (2Ki 16:15; cf. Esd 9.4–5 y Psa 141:2). Por último, minjah ofrece un simbolismo interesante para el profeta cuando anuncia la restauración de Israel: «Y traerán a todos vuestros hermanos de entre todas las naciones, como una ofrenda para Jehová, en caballos, en carros, en literas, en mulos, y en camellos, a mi santo monte de Jerusalén, dice Jehová, al modo que los hijos de Israel traen la ofrenda en vasos limpios a la casa de Jehová» (Isa 66:20 rvr, nrv). En su visión de la adoración universal de Dios, aun en tierras gentiles, Malaquías vio que creyentes en todas partes presentaban el minjah como «ofrenda pura» a Dios (Mal 1:11). teruí†mah (hm;WrT] , 8641), «ofrenda alzada; ofrenda; oblación». Este vocablo se halla en la literatura antigua de Ugarit con el significado de «pan de ofrenda», así como en todos los períodos del hebreo. En hebreo moderno se usa a menudo con la connotación de «contribución», parecido al uso que hallamos en Eze 45:13, 16: la contribución que se hace a un príncipe. Teruí†mah se encuentra unas 70 veces en el Antiguo Testamento y por primera vez en Exo 25:2 «Di a los hijos de Israel que tomen para mí ofrenda; de todo varón que la diere de su voluntad, de corazón, tomaréis mi ofrenda». El término teruí†mah se basa en una raíz semítica común (ruí†m) que quiere decir «exaltar, elevar», por lo que se infiere que estas «ofrendas» eran elevadas en alto de alguna manera al colocarlas sobre el altar. A esto se debe que la rva (así como la kjv en inglés) lo traduzca como «ofrenda alzada»: «De lo primero que amaséis presentaréis una torta como ofrenda alzada de la era; así la presentaréis alzada» (Num 15:20 rva; «así la elevaréis» lba; la gran mayoría de versiones en castellano dicen sencillamente «ofrenda»). De estos textos y otros, pareciera que teruí†mah se usó desde el principio, cuando la economía israelita se basaba en la agricultura, con referencia a «contribuciones» o «donativos» del producto de la tierra. Otros ejemplos son Deu 12:6, 11, 17. Primero, teruí†mah se usaba a menudo para indicar los donativos o contribuciones a Dios que no obstante se apartaban específicamente para uso de los sacerdotes: «Toda ofrenda alzada de todas las cosas consagradas que los hijos de Israel presentan al sacerdote será para él» (Num 5:9 rva). Tales «ofrendas» correspondían a los sacerdotes por el pacto especial que Dios había hecho con ellos: «Todas las ofrendas alzadas de las cosas sagradas que los hijos de Israel presenten a Jehovah las he dado para ti, para tus hijos y para tus hijas contigo, como provisión perpetua. Constituye un perpetuo pacto de sal delante de Jehovah, para ti y para tus descendientes contigo» (Num 18:19 rva). Las ofrendas o contribuciones a veces eran de grano y sus derivados: «Junto con las tortas de pan con levadura ofrecerá su sacrificio de paz en acción de gracias. De cada ofrenda presentará una parte como ofrenda alzada a Jehovah, la cual será para el sacerdote que esparza la sangre de los sacrificios de paz» (Lev 7:13-14 rva). Una parte de los sacrificios de animales también se apartaba como teruí†mah para los sacerdotes: «También daréis al sacerdote, como ofrenda alzada, el muslo derecho de vuestros sacrificios de paz» (Lev 7:32 rva; cf. Lev 10:14-15; Num 6:20). Sobra decir que estas contribuciones a los sacerdotes se daban para suministrar los alimentos básicos para ellos y sus familias, puesto que su tribu, Leví, no recibió tierra donde pudieran cultivar su propio sustento. Aunque todos los sacerdotes debían pertenecer a la tribu de Leví, por herencia paterna, no todos los levitas ejercían el sacerdocio. Por una parte, eran demasiado numerosos. Es más, se requería que una parte de ellos trabajara en el tabernáculo y después en el templo, en oficios de mantenimiento y limpieza. Es fácil de entender el porqué cuando se piensa en todo lo que estaba involucrado en el sistema de sacrificios (Deu 14:28-29). A decir verdad, los levitas vivían en diferentes partes de Israel, con la responsabilidad social de las comunidades israelitas en que moraban. Al igual que las viudas, los huérfanos y los residentes extranjeros, los levitas debía recibir el diezmo de lo que ofrendaba el pueblo para el Señor. Una parte de los diezmos consistía del teruí†mah u «ofrenda alzada» para los sacerdotes, descendientes de Aarón (cf. Num 18:25-32). Segundo, con el objeto de conseguir los materiales necesarios para la construcción del tabernáculo en el desierto, se manda a Moisés recibir una «ofrenda» o teruí†mah. Dicha «ofrenda» consistiría de toda suerte de metales y piedras preciosas, así como de materiales más corrientes de construcción como madera y pieles (Exo 25:3-9). Cuando Moisés lo anunció al pueblo de Israel, dijo: «Tomad de entre vosotros ofrenda para Jehová; todo generoso de corazón la traerá a Jehová; oro, plata, bronce» (Exo 35:5). Y sigue una lista de los materiales que necesitarían (Exo 35:6-8). Las implicaciones de esta situación son dos: el teruí†mah pertenece en realidad al Señor y debe ofrendarse libremente, de buena voluntad y con corazón generoso. Durante el período del segundo templo, posterior al cautiverio, las contribuciones de plata y oro y los vasos del templo se denominan «ofrenda para la casa de nuestro Dios» (Esd 8.25). Tercero, el teruí†mah a veces era una «ofrenda» que cumplía la función de impuesto: la tasa obligatoria que se cobraba a todo varón israelita mayor de veinte años de edad. El tributo era para el mantenimiento del tabernáculo y posteriormente el templo (Exo 30:11-16). El monto del impuesto era el mismo sin importar la situación económica del contribuyente:»Ni el rico pagará más de cinco gramos ni el pobre menos cuando den el tributo al Señor como rescate de sí mismos» (Exo 30:15 nbe; «expiación por vuestras personas» rvr). El impuesto se demandó como castigo por el censo de población masculina que David hizo en contra de la voluntad de Dios (2Sa 24:1). La función práctica de todo esto es que el tributo brindaba el sustento que el santuario necesitaba. Otro ejemplo de teruí†mah con el sentido de impuesto se encuentra en Pro 29:4 «Con justicia el rey da estabilidad al país; cuando lo abruma con tributos, lo destruye» (nvi). Los duros impuestos de Salomón, que condujo a la division del reino pueden ser un caso de este tipo (1Ki_12). Finalmente, encontramos un uso muy diferente de teruí†mah en Eze 45:1; 48.9, 20–21, donde se llama «oblación» al pedazo de terreno sobre el que se construiría el templo del poscautiverio, junto con las casas para sacerdotes y levitas. Esta extensión de terreno se denomina «ofrenda santa reservada» (Eze 48:20 bj; o «porción sagrada» lba; cf. «coto sagrado» nbe; «zona sagrada» bpd) puesto que pertenece a Dios tanto como el teruí†mah que se le entregaba en sacrificio. qorban (ºB;r]q; , 7133), «ofrenda; oblación; sacrificio». Qorban se encuentra en varias lenguas semíticas como derivado del verbo «venir o acercar». Además de encontrarse en antiguo acádico con la connotación de un «presente», hay una modalidad del verbo en ugarítico que indica la ofrenda de un sacrificio. Se halla a lo largo de la historia del hebraico; en hebreo tardío o moderno tiene el significado de «ofrenda» o «consagración». En la Septuaginta a menudo se traduce como «don». Aunque la raíz, «venir o acercar», se encuentra prácticamente centenares de veces en el Antiguo Testamento, el nombre derivado, qorban, aparece solamente unas 80 veces. Todos los casos excepto dos se encuentran en Números y Levítico. Las dos excepciones están en Ezequiel (20.28; 40.43), un libro que tiene mucha preocupación por lo litúrgico. El vocablo se usa por primera vez en Lev 1:2: Qorban puede traducirse como «aquello que se lleva cerca de Dios o del altar». No debe sorprender, entonces, que este vocablo se use como un término general para todos los sacrificios, fuesen animales o vegetales. La primera mención de «sacrificio» en Levítico es sobre el qorban como «holocausto»: «Cuando alguno de vosotros presente una ofrenda a Jehová, esta será del ganado vacuno u ovino. Si su ofrenda es holocausto» (Lev 1:2-3 rva; cf. 1.10; 3.2, 6; 4.23). La primera mención de qorban como «ofrenda de grano» es en Lev 2:1 (rva): «Cuando alguien presente como ofrenda a Jehová una ofrenda vegetal, esta será de harina fina». Probablemente la mejor concentración de ejemplos de qorban se encuentra en Num 7: En un solo capítulo, el término se usa unas 28 veces con referencia a toda clase de sacrificios de animales y granos, pero con atención especial hacia la vajilla diversa de plata y oro que ofrecieron al santuario. Por ejemplo, la ofrenda de Eliab fue «un plato de plata de ciento treinta siclos de peso, y un jarro de plata de setenta siclos, al siclo del santuario; ambos llenos de flor de harina amasada con aceite para ofrenda; una cuchara de oro de diez siclos, llena de incienso; un becerro, un carnero, un cordero de un año para holocausto» (Num 7:25-27). Los dos casos en que se usa el término en Ezequiel se refieren a «ofrenda» en sentido general. En Eze 20:28 el vocablo señala las «ofrendas provocativas» (lba) a otros dioses de Israel en su apostasía. En Eze 40:43, qorban tiene que ver con las acostumbradas ofrendas en el templo. qurban (ºB;r]qu , 7133), «ofrenda de leña». Qurban está estrechamente relacionada con qarban. Se encuentra en Neh 10:34; 13.31, donde se refiere a la «ofrenda de leña» suministrada para quemar los sacrificios en el segundo templo. Se sorteaba entre el pueblo, los sacerdotes y los levitas con el fin de determinar quiénes ofrecerían la «ofrenda de leña» o combustible en las fechas señaladas durante el año. >olah (hl;/[ , 5930), «sacrificio entero, holocausto». Este vocablo tiene cognados en arameo tardío y bíblico. Aparece unas 280 veces durante todos los períodos del hebreo de la Biblia y como tal es la especie de sacrificio más citado en el Antiguo Testamento. Se denominaba «sacrificio entero» (1Sa 7:9) porque se quemaba totalmente, menos la sangre. En la primera vez que aparece, >olah identifica un tipo de «ofrenda» presentada a Dios: «Y edificó Noé un altar a Jehová y tomó de todo animal limpio y de toda ave limpia, y ofreció holocausto en el altar» (Gen 8:20). El segundo matiz aparece en Lev 1:4, donde se refiere al propio sacrificio: «Y pondrá su mano sobre la cabeza del holocausto, y será aceptado para expiación suya». Esta especie de «ofrenda» podía consistir de un toro (Lev 1:3-5), una oveja, una cabra (Lev 1:10) o un ave (Lev 1:14), sin mácula. El ofrendante colocaba su mano sobre la víctima sacrificial, transfiriéndole así simbólicamente su pecado y culpa. Después de degollarlo (en el costado norte del altar), el sacerdote tomaba la sangre y la presentaba al Señor antes de rociarlo alrededor del altar. Si se traía al sacerdote solamente un ave, este le quitaba la cabeza y dejaba que su sangre se derramara a un lado del altar (Lev 1:15). Este sacrificio efectuaba una expiación del pecado antes de la presentación formal de la «ofrenda» a Dios. Seguidamente, la «ofrenda» se partía. Excepto los pedazos que no podían limpiarse, las porciones se purificaban y se colocaban en orden sobre el altar (Lev 1:6-9, 12–13). Entonces, todo el sacrificio se consumía con el fuego y su esencia se elevaba hacia Dios como un olor agradable (apaciguador). La piel del animal correspondía al sacerdote (Lev 7:8). El vocablo >olah aparece en las listas de prescripciones y descripciones administrativas del Antiguo Testamento con referencia a la ofrenda más frecuente. Cada día requería, mañana y tarde, la presentación de un cordero, el «holocausto [entero] continuo» (Exo 29:38-42). Todos los meses se consagraba un «holocausto» de dos becerros, un carnero y siete corderos (Num 28:11-14). El mismo sacrificio debía presentarse durante cada día de la Pascua y Panes sin Levadura (Num 28:19-24), así como en la Fiesta de las Semanas (Num 28:26-29). Otras fiestas también requerían holocaustos. Y los diversos ritos de purificación exigían «ofrendas quemadas» (holocaustos) y de propiciación. El eje central del significado de `olah como «holocausto entero» era la entrega total a Dios del corazón y de la vida del ofrendante. Optativamente, el `olah podía acompañarse de otros sacrificios propiciatorios cuando el ofrendante se sentía preocupado con expiar su pecado (2Ch_29-27). También las «ofrendas de paz» o «acción de gracias» podían acompañar a los holocaustos, resaltando la dimensión de comunión con Dios (2Ch 29:31-35). En resumen, antes de la Ley Mosaica el «holocausto entero» quizás expresaba toda la gama de significados que denotarían más tarde los diversos sacrificios levíticos.