Ver On.
Diccionario Bíblico Digital, Grupo C Service & Design Ltda., Colombia, 2003
Fuente: Diccionario Bíblico Digital
ver ON
Fuente: Diccionario Bíblico Mundo Hispano
Cuando los mercaderes madianitas llevaron a José como esclavo a Egipto, lo vendieron a un oficial del faraón, quien tenía por nombre Potifar (Gn. 37:36). El nombre de Potifar significa: †œregalo de Re†, el dios-sol egipcio cuya adoración se centraba en On, una ciudad conocida por los griegos como Heliópolis, †œLa Ciudad del Sol†. Una variante del nombre Potifar es Potifera, el nombre del sacerdote de On que dio a su hija Asenat en matrimonio a José (Gn. 41:45). Algunas veces se le daba a On el nombre más complete On-mehit, †œel On del Norte†, para distinguirlo del On del Sur al que los griegos llamaban Hermontis. Jeremías (43:13) usa el nombre semítico Betsemes (†œcasa del sol†) para referirse a Heliópolis.
La moderna Heliópolis está ubicada ca. 11 kms. al noreste del centro de El Cairo, no lejos del aeropuerto. Hay pocos remanentes antiguos y †œLa Ciudad del Sol† es ahora un elegante suburbio. La tradición dice que la santa familia viajó a Heliópolis en su huida a Egipto (Mt. 2:13, 14). El visitante aún puede ver el así llamado árbol de la virgen y la noria en donde María y el infante Jesús descansaron durante su viaje. En realidad, el árbol sicómoro, el cual supuestamente dio sombra a María, fue plantado durante el siglo XVII y el pozo de la Virgen estuvo asociado en tiempos precristianos con la adoración al dios sol, a quien Heliópolis estaba dedicada. La leyenda cristiana dice que el niño Jesús milagrosamente creó la noria después de lo cual su madre, María, lavó sus ropas en ella. Una leyenda egipcia, mucho más antigua, afirma que el diossol lavó su rostro en el pozo cuando se levantó de la tierra por primera vez.
Alrededor del 730 a. de J.C. , un guerrero sudanés (cusita) llamado Pi†™ankhy marchó desde Napata, su capital hacia el norte, y obtuvo el control de Egipto. Las dinastías libias que le precedieron habían dejado la nación desunida y en desorden, así que Pi†™ankhy no encaró ninguna resistencia unida. Después de dominar a los gobernadores locales, él hizo una peregrinación a Heliópolis donde, en las palabras de su estela conmemorativa dijo: †œSu purificación fue realizada y él fue limpio en el estanque de Kebeh y bañó su cara en el río Nun, en el cual Re se lava su rostro.† La leyenda del río Nun refleja el concepto egipcio de un caos punitivo del cual se dice que el sol emergió. Esta leyenda fue mejorada en tiempos cristianos y aplicada a Cristo. Se dice que todos los ídolos de Heliópolis cayeron con su rostro en tierra ante la Virgen y su niño.
Del antiguo esplendor de Heliópolis nada permanece en la superficie excepto un obelisco de granito erigido para celebrar el jubileo de un faraón del siglo XX antes de Cristo. Originalmente este obelisco marcaba la entrada al gran templo en Heliópolis el cual era segundo en tamaño a aquel de Amón en *Tebas. Fue en este templo de Heliópolis que Potifera, el suegro de José, funcionaba como sacerdote de Re.
Durante el nuevo reino de Egipto, el faraón Thutmose III erigió varios obeliscos en Heliópolis. Dos fueron llevados a Alejandría por el prefecto romano Barbarus en el año 23 a. de J.C. Uno de éstos fue derribado durante el terremoto de 1301. Mahoma Alí, gobernador egipcio de 1805 hasta 1849, dio este obelisco caído a los británicos quienes no hicieron nada con él hasta 1877 cuando Erasmo Wilson le pagó a John Wayman Dixon, un ingeniero, para que lo trasladara hasta la ribera del Támesis en Londres. El segundo obelisco fue llevado a Nueva York por el teniente comandante H. H. Corringe de la marina de los Estados Unidos, y está ahora ubicado en el Parque Central de Nueva York. Incongruentemente, estos obeliscos son conocidos comúnmente como las agujas de Cleopatra. En verdad, fueron labrados un milenio antes del tiempo de Cleopatra. En 1912, mientras excavaban en Heliópolis para la Escuela Británica de Arqueología, Flinders Petrie y R. Engelbach descubrieron los fragmentos de otro obelisco. Estos fueron llevados al museo de El Cairo.
A través de la historia de Egipto, Heliópolis fue notable tanto por su magnífico templo como por la sabiduría de sus sacerdotes. Durante el siglo V a. de J.C. , el historiador griego Herodoto visitó Heliópolis y aprendió allí mucho de los sacerdotes. El escribe: †œFui a Heliópolis †¦ ya que los heliopolitanos son estimados como los más eruditos de todos los egipcios† (Historias ii. 3). Una tradición que no tiene ninguna base en hechos, pero que ilustra la fama de Heliópolis, afirma que el filósofo Platón estudió allí por 13 años.
Fuente: Diccionario Bíblico Arqueológico
†¢On.
Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano
tip, CIUD
ver, EGIPTO
sit, a4, 69, 304
vet, Nombre griego de la ciudad que en la Biblia se conoce como Aven u On (heb. «‘on», del egipcio «iwnw», cfr. el copto «on», «luz»). Ciudad que en la antigüedad fue capital del Bajo Egipto, a pocos kilómetros al este del Nilo, en el Delta, a unos 30 Km. de Menfis. Aparece con el nombre de Heliópolis en la LXX (Ex. 1:11). Jeremías la llama Bet-semes (Jer. 43:13). Parece que Isaías hace alusión a ella (Is. 19:18). Un ligero cambio en la primera letra de su nombre transforma su significado de «ciudad del sol» a «ciudad de destrucción». Si se admite esta lectura, propuesta por numerosos exégetas, el pasaje significaría que el culto al sol dará lugar a la adoración del verdadero Dios, destruyéndose los ídolos. Los sacerdotes y médicos tenían en esta ciudad escuelas que dependían del templo dedicado al culto del sol. Los filósofos griegos acudían allí a estudiar. En la época de Herodoto, los sacerdotes de On eran los mejores historiadores de todo Egipto (Herodoto 2:3). Faraón dio a José como esposa la hija de un sacerdote de On (Gn. 41:45, 50; 46:20). (Véase EGIPTO.)
Fuente: Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado